APUNTES DE ALEMANIA y HUNGRIA 2018

NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS
Los dos GP antes del parón veraniego tuvieron dos líneas principales. El dominio sin premio de Ferrari y el agua. La lluvia llegó en auxilio de Lewis Hamilton que le dio la vuelta a la situación del campeonato.

La ventaja de Ferrari, de nuevo, vuelve a mostrarse en la pista de manera clara. Dos baterías. Mientras una descarga, la otra recarga para aquella. Permitiendo que en ningún momento de la vuelta falte energía. Lo bueno para Ferrari es que parece haber aprovechado una de esas zonas grises para sacar ventaja. Una constante en la F1. Lo malo es que esa ventaja no ha sido aprovechada. Dependerá de lo avispados y diligentes que estén sus rivales, Renault y Mercedes, para que puedan hacer lo mismo y recortar.

Mercedes tiene un problema con el sistema hidraulico de su dirección asistida. El paso por los pianos tiende a ocasionar una avería. Le pasó a Bottas en Austria y aquí a Hamilton el sábado.

El destino, las circunstancias, son caprichosas. Vettel, que lograba una gran pole, y el resto de los primeros de la parrilla salían con los neumáticos ultra-blandos. Hamilton salía a carrera con los blandos con la idea de ir lo más largo posible. Luego, con los ultra-blandos al final y el coche descargado, lanzar un ataque demoledor sobre sus rivales con gomas blandas ya tocadas por el alto número de vueltas, y acabar lo más arriba posible, minimizando de nuevo, como en Gran Bretaña, la situación de inferioridad en la que se encontraba.

A la hora de la salida la lluvia amenazaba. No era tanto una cuestión de si llovería, era más una cuestión de cuando. La salida y primera vuelta de Vettel fueron perfectas. Bottas más que atacar se vio pronto acosado por un Raikkonen que le había sacado los codos a Verstappen. Pero una vez pasadas unas vueltas, el ritmo que adquirió la carrera fue ‘cansino’. La razón estaba claro. La amenaza de lluvia hizo que nadie forzara el ritmo. Eso habría implicado una parada más temprana, independientemente del buen ritmo, con el riesgo de verte sorprendido por la lluvia poco después. Lo que buscaban todos era hacer coincidir su parada con la lluvia. Eso favoreció a Hamilton que en pocas vueltas se mantenía a menos de 20 segundos de Raikkonen y empezando, con su goma más duradera, a rodar mejor. Ya que los ultra-blandos, si bien permitían rodar decentemente, ya empezaba a perder prestaciones.

Ferrari movió el árbol con Raikkonen poniéndole en una estrategia a 2 paradas. También un poco obligados porque el finlandés se podía ver detrás de Hamilton si alargaba su parada. Y con la esperanza de liberar a Vettel de cierta presión ejercida por Bottas, el finlandés se mantenía a tres segundos. Era la vuelta 14, una después Mercedes decidió mantener a Valteri en pista. Raikkonne volvía por delante de Hamilton con sus blandas nuevas e imponía un buren ritmo. Hamilton le aguantaba. Poco después Kimi había ganado virtualmente la plaza a Bottas.

Vettel paraba en la 25 y montaba blandos. Volviendo por detrás de Raikkonen a 2 segundos. Aquí se produjo una de esas situaciones que me siguen pareciendo incomprensibles. Cierto es que con unas gomas 11 vueltas más nuevas deberías pasar a tu compañero de equipo. Suponiendo que lo preparas, buscas el hueco y él, tu compañero como tal, no te va a oponer resistencia. Pero para evitar cualquier riesgo, lo normal es que la instrucción llegue desde el muro para que, en este caso, Kimi dejara pasar a Sebastian. Kimi, por su parte, iba forzando con todo a la espera de la lluvia, lo que le eliminaria de un plumazo la parada extra que tenía que hacer. Pero con Vettel luchando a brazo partido por el título, no es muy comprensible que Vettel no pasara por delante para seguir aumentando su ventaja sobre Hamilton.

La lluvia no llegaba, lo que favorecía a Ferrari. Porque cuando Raikkonen y Hamilton pararan, estarían lo suficientemente lejos de Vettel como para inquietarle. Bottas estaba fuera de la ecuación y no tanto Verstappen que podía dar guerra en la lucha por la segunda plaza. Y la lluvia no llegaba pero seguía amenazando. Mientras en el muro de Ferrari Jock Clear ponía cordura y terminaba pidiendo a Raikkonen que dejara pasar a Vettel. Mientras la misma situación se produjo en Mercedes. Hamilton seguía rodando con sus ruedas destruidas. Con la esperanza de que la lluvia empezara a caer, montar intermedios e ir hasta el final.

En la vuelta 42 la lluvia no llegaba y las gomas no daban para más. Hamilton paró montando ultra-blandas nuevas. Frente al resto de sus rivales con blandas usadas. Estaba 5º a más de 10 segundos de Verstappen. Dos vueltas después la lluvia llegaba. Pero de forma caprichosa y en una sóla zona del circuito, la horquilla. Verstappen, tras colarse ahí, paró para montar intermedios. Pero la lluvia no rompió en todo el circuito y se concentró en aquella zona. La goma a tener era la ultra-blanda. La que llevaba Hamilton.

En la 48 la lluvia se extendió con relativa intensidad a la parte final de la vuelta. Desde Spitzkhere hasta el estadio. Hamilton volaba en los 1.17, Vettel en los 1.19. Tres vueltas después, Vettel igualaba el tiempo de Hamilton pero la pista seguía empeorando en la parte final. Una después el alemán se iba recto en Sachs al perder el control del coche en la frenada. La lucha por el título daba un cambio radical. Salía el Safety Car y Bottas, nuevo líder entraba a boxes. A Hamilton le pidieron que entrara, pero en el último momento, con la lluvia remitiendo, le dijeron que se quedara. El inglés saltó por la hierba en la zona separatoria de la pista con el carril de entrara a boxes.

Quedaban diez vueltas con Raikkonen en cabeza sin haber parado y con gomas viejas. Cuando se fue el Safety, asistimos a otro espectáculo muy bonito pero absolutamente ridículo y peligroso. Bottas, con sus gomas mejor calentadas, acosaba a Hamilton por el liderato. En vez de proteger a su jefe de filas, en un día en que iba a abrir un buen hueco con su rival por el título, Bottas le atacó con Raikkonen expectante. En una pista seca, el riesgo seguramente habría sido mucho menor. Pero con la pitas tan ‘golosa’ como estaba, forzar una frenada o una trazada estaba fuera de todo lugar. Poco después la radio cercenó los intentos de Valteri y aseguró el doblete tras la falta de respuesta de Raikkonen.

HUNGRÍA

En condiciones normales Vettel habría logrado la pole, hecho una buena salida y sumado una nueva victoria para arreglar gran parte del desaguisado de Alemania. Pero de nuevo la lluvia llegó, el sábado, para aguar las opciones de Vettel, antaño considerado un maestro bajo el agua. Antaño, porque en ese aspecto ha envejecido muy mal. Hamilton por su parte volvió a demostrar que es un maestro.

El aguacero que llegó el sábado permitió a Hamilton salvar en primera instancia la previsión de un duro fin de semana. La pole, y la primera línea de Bottas, le daba una situación de privilegio. Pero los Ferrari seguían siendo superiores en el calor en que se iba a disputar la carrera del domingo. La elección de neumáticos era libre para la carrera. En Mercedes decidieron ir con la ultra-blanda, pensando en mantener las posiciones. En Ferrari Vettel eligió la blanda, para ir más largo, y Raikkonen la ultra con la esperanza de colarse entre los Mercedes.

Mercedes clavó la salida y Bottas aguantó las embestidas por detrás. Hamilton abrió hueco rápidamente, lo mismo que Bottas. Ante la situación, Vettel empezo a economizar gomas también. Para ir lo más largo posible. El ritmo ‘cansino’ volvía. Raikkonen paraba en la vuelta 14 con la esperanza de forzar a Mercedes a hacer lo mismo con Bottas. Pero un problema de frenos hizo que la parada de Kimi fuera más lenta de lo normal y Bottas no tuvo problema en mantenerse por delante tras su parada una vuelta después. Bottas pasaba a ser el tapón que debería., a final de carrera, mantener a Vettel detrás cuidando el liderato de su jefe de filas.

Como Vettel no apretaba lo suficiente, parecía confortable con estar a poco menos de 10 segundos de Hamilton, el británico no apretaba. Primer error de Ferrari. Necesitaban atacar. Sacar de la zona de confort a Hamilton, hacerle parar antes de los previsto. En realidad Vettel estaba buscando abrir la diferencia sobre Bottas para dejarle detrás en la parada. En la vuelta 25 paraba Hamilton dejando a Vettel en cabeza y abriendo el hueco sobre Bottas.

El problema de Vettel yendo tan largo, llegó con el tráfico. Empezó a perder tiempo y a la vez, Mercedes reaccionó indicando a Bottas que diera todo, con el motor en modo rápido mediante, un par de vueltas. Suficiente para no perder tiempo frente al Ferrari y para meter presión en una parada que iba a ir muy justa. Raikkonen paraba una vuelta antes que Vettel por segunda vez. Una después, en la 39, entraba Vettel. Y por una de esas cosas que en cualquier otra carrera no tienen importancia, un mecánico se enganchó un poco con la rueda, la parada fdue dos segundos más lentas. Lo justo para que Bottas pasara por delante del Ferrari. Probablemente Ferrari apuró tanto la parada de Vettel, para tener el máximo rendimiento de los ultra-blandos al final.

El problema para Vettel es que rápidamente cazó a Bottas pero on fue capaz de pasarle. Perdiendo en cada vuelta un tiempo precioso. Precioso porque permitía a Hamilton no tener que forzar y preservar sus gomas, y porque le meta se acercaba cada vez más. Las vueltas tras el finlandés acabaron con la paciencia de Vettel. A falta de 5 giros y con sus gomas destruidas, Bottas sufría una cruzada tremenda a la salida de la 1. Vettel aprovechaba para pasarle por fuera antes de la curva 2. Quizá por la desesperación de tantas vueltas detrás de él, quizá por una desconexión neuronal, Vettel se tiró frenando al interior de la curva sin necesidad alguna. Dejando a Bottas, sin gomas y fuera de línea sin sitio donde meterse. Valteri frenó pero no pudo evitar el contacto con el Ferrari.

El incidente permitió a Raikkonen pasar a Bottas también. El de Mercedes tenía el coche dañado, el alerón delantero, mientras Vettel, milagrosamente, no había sufrido ningún daño. Su descerebrada acción le podía haber costado otro 0 que habría sido demoledor en el campeonato. Ahora era el momento de Hamilton, una vez perdido el cortafuegos de Bottas – que gran labor de escudero -, de exprimir lo que quedaba de las gomas. Y lo hizo consiguiendo una segunda victoria consecutiva que le ponía con una carrera de ventaja en el campeonato antes del parón veraniego.

Mercedes y Hamilton habían levantado dos situaciones críticas gracias al agua. Ferrari se volvía a Maranello con nu grna sentimiento de frustración. Los errores de Vettel en Alemania y Hungría mantenían alto el nivel de crítica al alemán con el mejor Ferrari entre manos en mucho tiempo. Spa debería de cambiar la tendencia.

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