Qué país éste. El que suscribe vio reducida su devolución de la declaración de la renta, que tampoco era para tirar cohetes pero ese es otro tema, en 80 euros de nada. Total, porque nadie recibió, o dice no recibir, un escrito de baja sobre el derecho a usar las ondas hertzianas, que ya tiene su tela, con lo que sigo dado de alta y con obligación, faltaría más, de abonar religiosamente.
Como la justicia está como está, me refiero a lenta sin entrar en otras consideraciones, tampoco es cuestión de meterse en pleitos con el Estado. No sea que salga uno cacareando y sin plumas. Vamos, virgencita, virgencita.
Claro que tanto celo en recuperar 80 euros de nada y luego no se hace nada contra las sociedades inactivas que compran, no coches, cochazos de super-lujo y encima con beneficios fiscales. Y quien dice coches dice yates y demás signos de opulencia obscena.
Es más fácil trincar al puto ciudadanito que bastante tiene con llegar a final de mes y que está bien cogido por los huevos, que al especulador y similares a los que el dinero negro les sale por las orejas.
No digo que nos dejen en paz, a los ciudadanitos de a pié. Cada uno debe apechugar con lo suyo. Pero no estaría mal apretar las clavijas donde realmente está el fraude y la mofa y befa al resto de ciudadanos honrados.
Con sólo cazar a uno de esos cabestros seguro que multiplicaban los 80 euros de nada mil veces sin despeinarse.
Parece un ejercicio bastante lucrativo y a la par edificante. ¿O no?