¡ES NUESTRA!

Hay una leyenda en la Ryder que dice que el punto clave para Europa siempre lo gana un irlandés. La edición de 2010 ha hecho honor a esa leyenda. Cábalas aparte, hemos asistido a una edición épica por muchas razones.

Así la viví en twitter

LLuvia, viento, suspensiones, interrupciones. Octubre, Gales. Lo lógico no es que llueva. Lo lógico es que diluvie. Y eso ocurrió. Tanto que el campo se inundó. Por primera vez en la historia la Ryder iba a acabar en lunes. Lunes que llegaba tras una jornada histórica de Europa el domingo tras ganar 5 partidos de 6 y empatar el otro. Un repaso antológico, demoledor.

INDIVIDUALES
Si Europa domina históricamente en los enfrentamientos de Fourballs y Foursomes, en los individuales los americanos devuelven la moneda. ‘Monty’, Capitán europeo, decidió mandar por delante a tres de sus pesos pesados. Europa necesitaba 5,5 puntos. De ahí el intento por conseguirlos rápido. Pero la primera fue en la frente. Westwood, casi un seguro de vida, perdía frente a un Stricker que, salvo ayer, ha sido un puntal en USA.
Europa iba sumando puntos y las previsiones apuntaban a un final muy apretado. Los partidos se decantaban cláramente hacia un lado u otro. Ambos capitanes habían reservado dinamita para la parte final. Pero a ‘Monty’ le fallaba una de sus elecciones. Harrington sigue sin estar y perdía su punto. Mientras Jiménez, con un mal record en individuales, ganaba su partido. Elveterano malagueño se metía, más aún, al público en el bolsillo y le daba un balón de oxígeno tremendo al equipo. De ser su partido, por la colocación, uno más, se convertía en uno clave, importantísimo. Todo quedaba en mano de Edoardo Molinari y Graeme McDowell. Molinari vio como se le esfumaba una ventaja clara y medio punto con Fowler que le recuperaba tres hoyos al final. McDowell tenía que ganar sí o sí. El empate era favorable a USA.

SALTO DE RANA
Al 17 llegaba el irlandés con dos de ventaja. Pero el medio punto no era suficiente. La salida fue correcta, buscando el par y obligando a arriesgar a Mahan. El estadounidense se quedó corto y necesitaba un chip milagroso para ganar el hoyo.
Y en ese momento, al mejor novato (ganó todos sus puntos en Valhalla la pasada edición) en 2008, le cayó todo el peso de la responsabilidad, de su equipo y de su país. Falló el golpe y sufrió un salto de rana. La Ryder estaba en más de su mitad en manos europeas.
McDowell chipeaba y la dejaba a dos metros. Jiménez muy nervioso y enfundado en una bandera europea no quería mirar. Mahan, que no merecía cometer ese error, no le concedía el putt. Tenía que meter el suyo. Y no lo metió. La euforia se disparó y el campo estalló en un clamor.

RECUPERADA
Donald, Poulter, Jiménez y McDowell conseguían ganar sus partidos, McIlroy y Edoardo Molinari los empataban. El resto sufrían en mayor o menor medida. La Ryder que es mayormente europea desde que entraron los jugadores europeos, dormirá de nuevo en su viejo continente. Y si siempre un irlandés gana el punto decisivo, no es menos cierto que la aportación española es clave. Jiménez no ha fallado y ha aportado lo suyo. También ha tenido color español la vuelta de la Ryder. ¡Es nuestra!

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One Response to “¡ES NUESTRA!”

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