EL PERFECCIONISTA
El águila bicéfala de ‘Eagles’ ha perdido una de sus cabezas. La muerte de Glenn Frey nos priva de uno de los mejores compositores, dotado de una dulce voz, de los últimos tiempos.
Quizá sea curioso que un tipo nacido en Detroit, que creció con el sonido Motown a su alrededor, terminara abanderando y puliendo hasta el brillo más cegador el ‘Sonido California’. Llevó aquel sonido de los Byrds o los Flying Burrito Brothers hasta lo más alto del panorama musical norteamericano con Eagles.
Frey empezó con clases de piano a muy temprana edad. Pero con 16 años fue a ver a los Beatles al Olympia Stadium. La fascinación de las guitarras y los gritos fanáticos de las jovencitas le empujaron a cambiar de instrumento. Efectos secundarios de la testosterona adolescente. Se enroló con varias bandas cada vez más al oeste y con Jackson Browne escribió uno de sus temas bandera y que podrían definirle por si mismo. ‘Take it Easy’. De ahí pasó a la banda que el novio de Linda Ronstadt había montado. Sonido country. Allí conoció a la otra cabeza del águila que sería Eagles. Don Henley. Ese huevo fue rápidamente incubado y, cuenta la leyenda, que Frey se inspiró en los Byrds para ponerle el nombre a su grupo.
IMPARABLES
Frey y Henley fueron comparados con Lennon y McCartney y durante 6 años fueron la banda más importante de Estados Unidos. Era inevitable la comparación con los genios de Liverpool. Eagles marcaron el camino y lucharon de tu a tu con transatlántícos como Led Zeppelin o Fleetwood Mac.
Curiosamente su country-rock fue denostado sin rubor y con vehemencia por las fuentes de las que bebieron y de dónde provenían. Los interpretes del country más local veían cno malos ojos la comercialización de sus raíces. Las disputas internas entre Frey y Henley llevaron a la disolución del grupo.
Una de las cosas que peor llevaba Don Henley era el perfeccionismo casi enfermizo de Glenn Frey. Aunque reconociera que el resultado final fuera maravilloso, perfecto, era agotador y le destrozaba los nervios. Frey podía llegar a tirarse tres días casi sin salir del estudio hasta hacer que una palabra en una canción encajara como él quería.
EN SOLITARIO
Glenn Frey continuó en solitario. Pero 15 años después de la separación y a pesar de haber dicho que:’Eagles se reunirá de nuevo cuando el infierno se congele’, todo volvió a su ser. Y así fue. Ese fue el título en una maniobra comercial, o de marketing (vaya usted a saber), del album de regreso. Tenía todo lo que les había definido. Su sonido California, composiciones cuidadas y esa dureza del rock tocado con púa de seda.
Ese perfeccionismo queda perfectamente plasmado en la versión acústica de ‘Hotel California’. Una cuidadísima versión en la que la conjunción de las distintas guitarras nos acaricia hasta el extasis aderezado por las maravillosas voces.
Un tipo que hacía que antes de los conciertos calentaran con ‘Seven Bridges Road’, un tema durísimo vocalmente hablando, queda completamente definido. Desde ese calentamiento en adelante, todo era más fácil. Perfeccionismo desde el calentamiento. ‘Hay estrellas en el cielo del Sur’, comienza diciendo ese temazo. Hoy hay una más. Una perfecta. Una tal Glenn Fret. El Perfeccionista.
EL PERFECCIONISTA
El águila bicéfala de ‘Eagles’ ha perdido una de sus cabezas. La muerte de Glenn Frey nos priva de uno de los mejores compositores, dotado de una dulce voz, de los últimos tiempos.
Quizá sea curioso que un tipo nacido en Detroit, que creció con el sonido Motown a su alrededor, terminara abanderando y puliendo hasta el brillo más cegador el ‘Sonido California’. Elevó aquel sonido de los Byrds o los Flying Burrito Brothers hasta lo más alto del panorama musical norteamericano con los Eagles.
Frey empezó con clases de piano a muy temprana edad. Pero con 16 años fue a ver a los Beatles al Olympia Stadium. La fascinación de las guitarras y los gritos fanáticos de las jovencitas le empujaron a cambiar de instrumento. Efectos secundarios de la testosterona adolescente. Se enroló con varias bandas cada vez más al oeste y con Jackson Browne escribió uno de sus temas bandera y que podrían definirle por si mismo. ‘Take it Easy’. De ahí pasó a la banda que el novio de Linda Ronstadt había montado. Sonido country. Allí conoció a la otra cabeza del águila que sería Eagles. Don Henley. Ese huevo fue rápidamente incubado y, cuenta la leyenda, que Frey se inspiró en los Byrds para ponerle el nombre a su grupo.
Take it easy
IMPARABLES
Frey y Henley fueron comparados con Lennon y McCartney y durante 6 años fueron la banda más importante de Estados Unidos. Era inevitable la comparación con los genios de Liverpool. Eagles marcaron el camino y lucharon de tu a tu con transatlántícos como Led Zeppelin o Fleetwood Mac. Volaron muy alto, tanto como el águila símbolo del grupo.
Curiosamente su country-rock fue denostado sin rubor y con vehemencia por las fuentes de las que bebieron y de dónde provenían. Los interpretes del country más local vieron con muy malos ojos la comercialización de sus raíces. Las disputas internas entre Frey y Henley llevaron a la disolución del grupo.
Una de las cosas que peor llevaba Don Henley era el perfeccionismo casi enfermizo de Glenn Frey. Aunque reconociera que el resultado final fuera maravilloso, perfecto, era agotador y le destrozaba los nervios. Frey podía llegar a tirarse tres días casi sin salir del estudio hasta hacer que una palabra en una canción encajara como él quería.
Heartache Tonight
EN SOLITARIO
Glenn Frey continuó en solitario. Pero 15 años después de la separación y a pesar de haber dicho que:’Eagles se reunirá de nuevo cuando el infierno se congele’, todo volvió a su ser. Y así fue. Ese fue el título en una maniobra comercial, o de marketing (vaya usted a saber), del album de regreso. Tenía todo lo que les había definido. Su sonido California, composiciones cuidadas y esa dureza del rock tocado con púa de seda.
Ese perfeccionismo queda perfectamente plasmado en la versión acústica de ‘Hotel California’. Una cuidadísima versión en la que la conjunción de las distintas guitarras nos acaricia hasta el extasis aderezado por las maravillosas voces.
Hotel California (acústica)
Un tipo que hacía que antes de los conciertos calentaran con ‘Seven Bridges Road’, un tema durísimo vocalmente hablando, queda completamente definido. Desde ese calentamiento en adelante, todo era más fácil. Perfeccionismo desde el calentamiento.
‘Hay estrellas en el cielo del Sur’, comienza diciendo ese temazo. Hoy hay una más. Una perfecta. Una tal Glenn Frey. El Perfeccionista.
Seven Bridges Road
Tags: beatles, detroit, eagles, frey, guitarra, henley, hotel california, perfeccion, seda, voz
This entry was posted
on Martes, Enero 19th, 2016 at 10:04 and is filed under Musica.
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed.
Both comments and pings are currently closed.