UNA PIEDRA
Kris Meeke planto cara bravamente a Sebastien Ogier hasta que una piedra acabó con su desafío. Fue, sin duda, el protagonista de esta edición del ‘Monte’.
Más de 75 coches habían pasado cortando por esa curva a derechas en bajada. Uno a uno fueron limando, primero, la cuneta y, después, la base del propio asfalto. Poco a poco una gran piedra escondida y bien agarrada a la tierra en derredor, fue asomando. Tímidamente al principio, hasta quedar en gran parte expuesta.
Hasta ese momento el rallye había sido un mano a mano de poder a poder entre Meeke y Ogier. El escocés puso su brazo encima de la mesa de la taberna y desafió a un pulso al campeón francés. Meeke siempre tuvo que equilibrar, incluso un trompo en el primer tramo del rallye le impidió liderar el mismo desde el comienzo. Pero se rehizo. Cuando parecía que la diferencia empezaba a ser insalvable volvía a equilibrar los brazos. Eso buscaba en ese fatídico tramo 12. Y eso que el brazo de Ogier le tenía al borde de la cesión del duelo. La taberna no quitaba ojo a esa mesa y a los dos brazos que oscilaban a tirones de un lado a otro.
NEUMÁTICOS
Salió un ‘Monte’ clásico. Con la mayoría de los tramos con unas condiciones variadas. Asfalto seco, húmedo, mojado, zonas con hielo, zonas con nieve, en subida, en bajada. Un quebradero de cabeza descomunal para los equipos. La elección de gomas, super blandas, blandas, de invierno y de invierno con clavos, para los bucles de tramos, provocaban los sube y baja clásicos en la prueba monegasca. Manteniendo la atención en cada tramo porque en cualquiera esquina pasaba algo.
Tras el aperitivo del jueves, el viernes, con esa variedad más marcada en los tramos -aunque nada comparable al sabado- llegaron los primeros incidentes y abandonos. Un mismo punto se cobró a tres de ellos. Paddon, Kubica y Camilli fueron victimas de una curva a derechas con una placa de hielo interminable, que les fue sacando hacia el terraplén y los árboles.
Tras el duo de cabeza, sacaba la cabeza Mikkelsen. El noruego que tan bien acabó la temporada pasada, buscaba comenzar 2016 en la cresta de la ola. Manejándose bien en las difíciles condiciones empezó a dejar a Latvala detrás sin remisión. Sólo un susto el sábado le hizo pensarse algo más la situación y guardar fuerzas para una hipotética lucha el domingo en asfalto seco contra Neuville. Su monta en el primer bucle del sábado le asentó, primero, en la tercera posición y, después, tras el abandono de Meeke, certificando el doblete de VW. Excepcional el noruego que en Suecia podría ser ‘de facto’ el número 2 de la marca alemana y quién plantara cara a Ogier por el título.
DESASTRE
Jari Matti Latvala tiene una gran presión sobre él. Dio la sensación desde el primer kilómetro del rallye, que su intención era acabarlo. Sin más. Nada más. Aprovechando la superioridad de su montura, el podio lo tenía asegurado. E incluso es lógico pensar que Mikkelsen no pudiera superarle. Por eso cuando el noruego se le acercó y le empezó a acosar, Latvala falló. Cierto que un error tonto. Incluso con su dosis de mala suerte según se mire. Otros en el mismo lugar perdieron una minutada hasta que consiguieron salir de la acequia. Él salió tras golpear fuertemente la parte delantera izquierda de su coche y reventar la suspensión. La sola posibilidad de perder el podio le presionó y Latvala hizo crack.
DECEPCIÓN
Hasta ahora sólo hemos hablado de cuatro pilotos. Los tres de VW y Meeke. Pero es que no hubo mucho más en la prueba. Así de triste y así de duro de cara al resto de temporada. Se esperaba mucho de Hyundai. La marca coreana había retrasado al máximo el debut del nuevo i20. En declaraciones de sus responsables, no debutaría hasta estar al nivel del VW. Que fuentes cercanas cuenten que el coche es un ‘cepo’, es desolador. Que confirmen que tienen/tenían miedo a que el viejo modelo, en manos de Paddon, pudiera ganar al nuevo, terminaba por arrojar un jarro de agua fría. Escuchar a Neuville y Sordo a final de los tramos, dejaba el ánimo absolutamente por los suelos y planteaba varias preguntas.
¿Cómo unos pilotos que tienen el culo pelado y con ampollas de los asientos del nuevo i20, tras interminables jornadas de test, pueden decir que no tienen confianza con el coche?
¿Qué han estado haciendo los ingenieros en esas pruebas para no ser capaces de tener unos reglajes adecuados o para impedir que la luna del coche se empañe?
Demoledor.
Después cada piloto sacó lo suyo. Neuville siguió apretando los dientes y se mantuvo lo más cerca posible de sus rivales y eso le trajo el premio del último escalón del podio. Sordo por su parte tiró tramos a la basura pensando en el día siguiente. Y cuando quiso correr tuvo un toque que le dejó casi fuera de los puntos. Su ‘rush’ final, facilitado por la contemplación de los rivales ante la Power Stage, le permitió sanear su imagen y sus números y acabó en 6ª posición. Habrá que esperar a siguientes rallyes, pero el panorama en la casa coreana es desolador. Sólo Paddon aporta ahora mismo un punto de ilusión. Un punto de sobreponerse a lo que tenga e intentar sacar lo mejor que pueda sin excusas. Esa es la mejor opción de Hyundai.
CITROEN
Que la marca de los chevrones, en franca retirada, haya sido la única que ha puesto animación en los dos últimos ‘Monte’ añade más sal a la herida abierta con la que ha quedado el campeonato. Loeb el año pasado y Meeke éste, han puesto en jaque a VW. Loeb no volvió a aparecer en el resto de la temporada y Meeke y la propia Citroen, no van a disputar el campeonato entero. Mientras prepararánn el coche de 2017.
En MSport, la apuesta segura a ver meta de Ostberg dio como resultado una 4ª plaza y algunos buenos tiempos de Camilli que vamos a ver si se refrendan en otras superficies.
Meeke contaba con Sisteron para salir muy cerca de Ogier. Con la monta de Lefevbre, no es descabellado pensar que el escocés hubiera podido estar en un rango de 10 segundos del francés el domingo. Pero abandonó y la taberna se fue vaciando de público. Esa piedra le hizo ceder en el pulso.
Tags: cepo, Citroen, clavos, hielo, hyundai, meeke, Montecarlo, msport, nieve, Ogier, piedra, VW