Sin intención de pontificar sobre fútbol, sí me apetece remarcar algunas cosas del partido de ayer. Porque creo que Zidane no se equivocó y además al principio se hizo con la iniciativa. Y, bueno. Once Copas de Europa.
Lo primero es que él Madrí mereció ganar. Punto. Paró el comienzo del Aleti, que tan buenos resultados le dio frente a Barsa y Bayern, con esa tranquilidad exasperante que ha impuesto Zidane. Que igual le vale para remontar un 3-0, que para marcar al City y replegar. En esos primeros minutos fue clave Ramos, luego lo sería todo el partido, sacando el balón sin fallar un pase y apoyándose con Casemiro, que fue creciendo poco a poco hasta parecer Gulliver contra enanos. Eso además permitió que Kroos y Modric se abrieran un poco y desactivaran la presión en el centro del Aleti.
BALE
Hasta ahí se lograba que el balón cruzará el medio campo. Bale solía ser el siguiente pase y avanzaba imparable. Aprovechando el sordo trabajo de Benzema, Bale llevó el peligro en esa primera sección del partido. Hasta el gol. Con continuación suya en una falta que, todavía no tengo claro si la toca, tocó Ramos y para adentro.
No me gustó el Madrí a partir del gol. No quería una repetición del partido contra el City. Un gol, como pasó, te cae en cualquier momento por cualquier cosa. Cierto es que el Aleti adelantó a sus laterales y emergió la figura de un Gabi espectacular en todo. Y mientras Casemiro seguía creciendo. Las subidas de los laterales y esas ayudas de Gabi, pusieron en jaque al Madrí que optó por ajustar lo que podía.
AL PALO
La segunda parte comenzó como acabó la primera. Y llegó el error de un tipo que no debería seguir un día más. Pepe. Pero esa es otra historia pero flaco favor nos hace por todo.
Tras fallar el penalti, llegó un nuevo contratiempo para el Madrí al lesionarse Carbajal. No sé si había entrado ya Carrasco, pero se comió a Danilo con patatas. Otro que tal baila.
Mientras Carrasco se comía esa banda, el Madrí hacía aguas. Y entonces Zidane, sí, ese que no pudo ganar a La Roda con el Castilla, tomó una decisión que no se entendió mucho en ese momento. Isco por Kroos. La entrada del malagueño le dio al Madrí algo que le estaba faltando. Llevar el balón a los tres de arriba. Y de paso, abrir el partido. Y en esa situación estuvo la final. Justo en la jugada en que estuvo el segundo más claramente a mano, en la siguiente empataba el Aleti.
ISCO
Con tres jugadores muerto-cojos, la pinta de la prórroga era la de Lisboa pero en sentido contrario. Y sin embargo tres jugadores mantuvieron al equipo ellos solos. Casemiro cortando, robando y no dejando acercarse al Aleti. Isco conduciendo el balón y manteniéndolo en la zona de peligro. Y Bale, uno de los muerto-cojos, que todavía tenía redaños para efectuar cabalgadas.
Mientras Isco completaba una prórroga excelsa, Casemiro terminaba de completar un partido soberbio, demoledor para el Aleti. Lucas Vázquez le daba al malagueño la ayuda que necesitaba por la banda derecha junto a Danilo, que de interior, al menos, no desentonó.
CRISTIANO
Seguramente no estaba para jugar, no al menos una final. Pero su sola presencia obliga siempre a vigilancia especial. Y sólo por eso ya es decisivo. Que en el 119, un balón perdido dejara un 3 contra 2 y medio del Aleti, supuso una situación crítica sin enmienda. Si embargo Cristiano hostigó, presionó y forzó la pérdida del balón por parte del rival en una situación que amenazaba con ser letal en el lateral del área. Ese detalle fue grandioso, colosal.
Los penaltíes fueron curiosos. Oblak paró todo durante el partido, hasta 13 tiros a puerta (Contra 5 de los atléticos, por aquello de los merecimientos) Pero en la tanda me sorprendió. Un entrenador de porteros me dijo que en una tanda de penaltíes, hay que tirarse en los dos primeros cada uno a un lado. Cada maestrillo tiene su librillo, claro, pero al menos tirarse. Forzar. Keylor se tiró a su izquierda en los 3 primeros. Cuando llegó el turno de Juanfrán, el ‘tico’ se tiró a su derecha. Por allí lo tiró Juanfrán el día que metió a los suyos en cuartos frente al PSV. Keylor apostaba a ese lado y el atlético apuraba y la mandaba al palo. Entonces, contra el PSV, Juanfrán se quitó la camiseta, como Cristiano, gritó desencajado, como Cristiano, y corrió a celebrarlo como su hubiera ganado la Copa de Europa. Como Cristiano. Sólo que Cristiano sí la había ganado.
HALA MADRID
Sin intención de pontificar sobre fútbol, sí me apetece remarcar algunas cosas del partido de ayer. Porque creo que Zidane no se equivocó y además al principio se hizo con la iniciativa. Y, bueno. Once Copas de Europa.
Lo primero es que él Madrí mereció ganar. Punto. Paró el comienzo del Aleti, que tan buenos resultados le dio frente a Barsa y Bayern, con esa tranquilidad exasperante que ha impuesto Zidane. Que igual le vale para remontar un 3-0 2-0, que para marcar al City y replegar. En esos primeros minutos fue clave Ramos, luego lo sería todo el partido, sacando el balón sin fallar un pase y apoyándose con Casemiro, que fue creciendo poco a poco hasta parecer Gulliver contra enanos. Eso además permitió que Kroos y Modric se abrieran un poco y desactivaran la presión en el centro del Aleti.
BALE
Hasta ahí se lograba que el balón cruzará el medio campo. Bale solía ser el siguiente pase y avanzaba imparable. Aprovechando el sordo trabajo de Benzema, Bale llevó el peligro en esa primera sección del partido. Hasta el gol. Con continuación suya en una falta que, todavía no tengo claro si la desvía el camero, tocó Ramos y para adentro.
No me gustó el Madrí a partir del gol. No quería una repetición del partido contra el City. Un gol, como pasó, te cae en cualquier momento por cualquier cosa. Cierto es que el Aleti adelantó a sus laterales y emergió la figura de un Gabi espectacular en todo. Y mientras Casemiro seguía creciendo. Las subidas de los laterales y esas ayudas de Gabi, pusieron en jaque al Madrí que optó por ajustar lo que podía.
AL PALO
La segunda parte comenzó como acabó la primera. Y llegó el error de un tipo que no debería seguir un día más. Pepe. Pero esa es otra historia pero flaco favor nos hace por todo.
Tras fallar el penalti, llegó un nuevo contratiempo para el Madrí al lesionarse Carbajal. No sé si había entrado ya Carrasco, pero se comió a Danilo con patatas. Otro que tal baila.
Mientras Carrasco se comía esa banda, el Madrí hacía aguas. Y entonces Zidane, sí, ese que no pudo ganar a La Roda con el Castilla, tomó una decisión que no se entendió mucho en ese momento. Isco por Kroos. La entrada del malagueño le dio al Madrí algo que le estaba faltando. Llevar el balón a los tres de arriba. Y de paso, abrir el partido. Y en esa situación estuvo la final. Justo en la jugada en que estuvo el segundo más claramente a mano, en la siguiente empataba el Aleti.
ISCO
Con tres jugadores muerto-cojos, la pinta de la prórroga era la de Lisboa pero en sentido contrario. Y sin embargo tres jugadores mantuvieron al equipo ellos solos. Casemiro cortando, robando y no dejando acercarse al Aleti. Isco conduciendo el balón y manteniéndolo en la zona de peligro. Y Bale, uno de los muerto-cojos, que todavía tenía redaños para efectuar cabalgadas.
Mientras Isco completaba una prórroga excelsa, Casemiro terminaba de completar un partido soberbio, demoledor para el Aleti. Lucas Vázquez le daba al malagueño la ayuda que necesitaba por la banda derecha junto a Danilo, que de interior, al menos, no desentonó.
CRISTIANO
Seguramente no estaba para jugar, no al menos una final. Pero su sola presencia obliga siempre a vigilancia especial. Y sólo por eso ya es decisivo. Que en el 119, un balón perdido dejara un 3 contra 2 y medio del Aleti, supuso una situación crítica sin enmienda. Si embargo Cristiano hostigó, presionó y forzó la pérdida del balón por parte del rival en una situación que amenazaba con ser letal en el lateral del área. Ese detalle fue grandioso, colosal.
Los penaltíes fueron curiosos. Oblak paró todo durante el partido, hasta 13 tiros a puerta (Contra 5 de los atléticos, por aquello de los merecimientos) Pero en la tanda me sorprendió. Un entrenador de porteros me dijo que en una tanda de penaltíes, hay que tirarse en los dos primeros cada uno a un lado. Cada maestrillo tiene su librillo, claro, pero al menos tirarse. Forzar. Keylor se tiró a su izquierda en los 3 primeros. Cuando llegó el turno de Juanfrán, el ‘tico’ se tiró a su derecha. Por allí lo tiró Juanfrán el día que metió a los suyos en cuartos frente al PSV. Keylor apostaba a ese lado y el atlético apuraba y la mandaba al palo. Entonces, contra el PSV, Juanfrán se quitó la camiseta, como Cristiano. Gritó desencajado, como Cristiano. Y corrió a celebrarlo como su hubiera ganado la Copa de Europa. Como Cristiano. Sólo que Cristiano sí la había ganado.
HALA MADRID
Hahaha! Vaya Carlos, que tristeza leerte hoy!
Que aún no tienes claro si Bale toca el balón? Por favor….fuera de juego…
Que tristeza leerte hoy….mas madridista imposible….felicidades…podréis ganar pero toda Europa y medio mundo sabe lo “dicks” que sois!
Hala Madrid (hijos de puta)