GANAR EL SÁBADO
La tremenda vuelta que se sacó de la manga Lewis Hamilton el sábado fue suficiente para darle una ventaja decisiva en la carrera del domingo. Uno de esos momentos mágicos que mercarán la temporada cuando el británico se ciña su quinta corona.
Son diferencias sutiles. El Red Bull da sensación de coche brusco pero gira con una facilidad pasmosa. El Ferrari da la sensación de ir sobre raíles. El Mercedes no sabes qué sensación te da, obviamente no es mala, pero no es la de los otros dos. Se podía pensar en una parrilla Vettel-Verstappen-Hamilton, y luego elija usted el orden de lso otros tres. Pero sorpresivamente Lewis Hamilton se sacó de la manga una vuelta demoledora. Sin cometer el más mínimo error, encontrando el límite del agarre en toda la vuelta. Sin ir más allá ni quedarse corto. Simplemente alucinante.
Aparte de las manos de Lewis, hay una razón que ayudó a Hamilton a sacarse esa vuelta especial. En realidad dos. Verstappen tenía un problema de encendido en el coche y es lícito pensar que habría batido a Hamilton. La otra es que los ingenieros de Mercedes le encontraron al coche, con los ajustes en las dos horas hasta la clasificación, más de 1 segundo. En Ferrari sólo encontraron medio segundo y en Red Bull casi el segundo.
Ferrari, además cometió un error, el primero, al sacar a Vettel a pista detrás de seis coches. El alemán no fue capaz en esas condiciones de preparar sus gomas perfectamente y lo pagó. Tercero en parrilla. La necesidad de remontar se convertía en angustia.
La salida era buena para los tres primeros. Hamilton no tenía problema alguno y Vettel apretaba a Verstappen. El paisbajero se quedaba algo descolocado y tras la chicane se quedaba en el interior. Vettel, resuelto, se fue a por Max. Por fuera apretó al de Red Bull contra el muro. Max no pudo hacer otra cosa que ceder al final porque on tenía casi opción a girar. Bien Vettel. Pero ahí quedó todo. El safety car tuvo que salir para recoger la mierda esparcida por el nuevo cerdo oficial de la F1. Sergio ‘Checo’ Pérez había llamado a la puerta en varias ocasiones. En este Gp de Singapur ha entrado por la puerta grande. Su maniobra sobre Ocon, si sutil, es de una suciedad que apesta. Su golpe macarra y navajero a Sirotkin debería haberle costado varias carreritas en su piara. Cerdos así sobran en las carreras.
Tras retirarse el Safety entramos en el lamentable modo de no gastar goma. Rodando hasta 8 segundos más lentos que la pole, el espectáculo fue deprimente. Ahorre usted gasolina, cuidado con el motor que tiene que durar siete carreras, y así todo. La F1 sigue sin atajar el verdadero problema. El caso que así llegamos a la vuelta 14 con Vettel cerca pero…en el pecado iba la penitencia. Ese ritmo cansino, casi inaceptable, tenía su cara B. Los líderes no habían abierto el hueco necesario para tener margen en la parada sobre la segunda división. Por lo que si paraban antes de eso se podían meter en problemas. Y así fue.
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En Ferrari quisieron hacer el undercut a Hamilton. Desde este humilde blog se piensa que fue un error. La parada de Vettel fue buena. Pero con el ritmo cansino e inaceptable, repito, que llevaba la carrera, las ruedas púrpura tenían todavía dinamita para dar. Y así lo demostró Hamilton. Su vuelta de entrada a boxes fue casi 1,5 segundos más rápida que la de Vettel. No hay más preguntas señoría. Que luego Vettel se viera inmediatamente frenado por Pérez, al que tardó mucho en pasar, sólo fue otro movimiento desastroso por parte del equipo italiano que les costó la 2ª posición frente a Verstappen. El desastre se había completado.
Por cierto, Alonso consiguió ser el mejor de los mortales. Merced a una muy buena salida, una parada tardía y el ritmo consistente habitual en el de Oviedo. Grandísima carrera secundado por Sainz en 8ª que nos dieron uno de los buenos fines de semana del año para nuestros colores.
40 puntos de desventaja y la sensación de que en Ferrari siguen sin aprovechar la superioridad del mejor monoplaza que han tenido en eones. Cada día se demuestra más que Alonso tuvo de gran rival a Adrian Newey. Pero esa es otra historia. Como la de Mercedes y Hamilton. Se puede decir que ganaron el sábado. Con lo duro que suena eso para sus rivales.