LAS ‘6 DÉCIMAS’
Sentimiento agridulce el que nos ha dejado a todos la carrera en Montmeló. Quien más quien menos había abierto la puerta a la esperanza de ver a Alonso en el podio. Lo de ganar se lo dejo a las ‘forofas irredentas’. Nadie en su sano juicio podía pensar en una victoria de Alonso, en condiciones más o menos normales. Un quinto puesto era más que factible lo que supone haber pasado a encabezar, y con holgura, el bautizado como ‘grupo de la muerte’ en Grand Prix.
Como base de partida de cara al resto de temporada parece inmejorable. Con el objetivo de cazar y superar a los McLaren. Algo que nos produciría un placer especial. Algo así como un sueño húmedo.
Igual que hay ‘forofas irredentas’, dicho sea de paso con todo el cariño, tenemos los anti-alonsistas recalcitrantes, venga vale dicho cariñosamente también, que siguen sin reconocer los méritos del asturiano. No hay más ciego que el que no quiere ver. Quisiera aventurarme a afirmar que la mejora de Renault va a ir pareja al paulatino hundimiento de McLaren. Quizá no sea tanto pero los ‘piratas’ pueden irse despidiéndose del título como no mejoren drásticamente desde ya.
Siguiendo con Alonso y sus famosas ‘6 décimas’. Todas las mejoras del coche se han realizado a partir de indicaciones suyas que los ingenieros han traducido al coche. El resultado ahí está. Sólo falta confirmarlo.
De lo demás aparte de la superioridad de Ferrari, y en especial de Raikkonen al que me ha parecido ver algunas vueltas con el codo por fuera , me quedo con la negra jornada alemana. Los cuatro pilotos lo han pasado fatal. Unos por deméritos ajenos, Rosberg y Vettel, y otros por méritos propios, Glock y Sutil.
Por último un recuerdo para Kovalainen. Las medidas de seguridad siguen protegiendo a los pilotos y no hay que lamentar ningún daño. Sobre el accidente en sí una cosa que se me pasaba. No es lógico censurar las imágenes. Nadie pide primeros planos morbosos, ni mucho menos. Pero una toma lejana y general que permita hacerse una idea de lo que está ocurriendo, puede ser más tranquilizadora que no saber lo que ocurre. La asquerosa mentalidad anglosajona que sigue con su dictadura.
Alonso y su trabajo ha
relanzado a Renault
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