Con motivo del DTM, Audi invitó a Grand Prix a pasar el fin de semana en Barcelona. Como es habitual en la marca alemana todo el tinglado montado fue excepcional. Pero no tanto como el trato recibido por Reyes y Fernando. Gracias por todo.
Una vez realizadas las más que obligadas acciones de agradecimiento vamos con la razón del viaje en sí.
El DTM es una competición espectacular. Tiene muchos puntos en común con la NASCAR americana pero a la europea. Sobre todo en cuanto a la configuración de los circuitos que se usan. La lucha por el campeonato estaba relativamente clara para Audi. Pero la lluvia que visitó la sesión calificatoria el sábado trastocó un poco los planes. Un Audi en pole, sí, pero no el de Ekstrom sino el de Tomczyk. Detrás una jauría de Mercedes. La carrera prometía y la estrategia de paradas en boxes debía ser clave para que Audi consiguiera llevar al sueco a sumar algún punto y mantener así su posición de privilegio.
La carrera la vi desde diferentes puntos al principio aunque al final me quedé en la nueva chicane donde tenía una visión amplia de toda la zona del estadio. Eso hasta que los coches de los cuatro aros abandonaron.
Volví a la carpa y no había imágenes repetidas de los hechos que llevaron a tan polémica decisión. Entrevistas por doquier a ambos capos y la hora de vuelta fijada para coger el avión. No pude ver las acciones.
Sólo tuve visión directa de uno de los incidentes. Spengler sacó de la pista sin ningún miramiento a Rockenfeller. Cuando llegamos a Madrid nos comunicaron que habían sancionado a Hakkinen y La Rosa pero no a Spengler. Sin haber visto claramente las otras dos acciones pensé que habrían sido durísimas. Porque si la de Spengler, que me había parecido despreciable, no tenía castigo, como serían las otras.
Tardé en verlas. Pero una vez que el optimista movimiento de Hakkinen es saludado por Tomczyk con un cerrojazo poco inteligente y que Ekstrom lleva hasta la hierba a La Rosa. Los coches están muy en paralelo para que el de Mercedes levante. La cosa me queda clara. La peor acción es la de Spengler y es el único que no recibe castigo. Curiosamente es el único piloto Mercedes, vaya tela, con opciones de ganar el título. ¿Capisce?