UN SAPO

Bernie Ecclestone, finálmente, parece que va a tragarse un sapo de dimensiones considerables. Los problemas de Donington son mucho más graves de lo que parecía y el mandamás de la F1 parece haberse dejado ganar la mano. Había, Ecclestone, dado un plazo al trazado de Leicestershire para que presentara unos avales con límite en el principio de octubre. Bernie se hizo el remolón con el plazo pero finalmente ayer tuvo que dar la cara. Y lo hizo para anunciar dos semanas más de prórroga a Gillet, responsable del, hasta, ahora, desaguisado. Me gustaría saber cuanto le va a costar a Gillet estas dos semanas extras.
Pero Bernie tiene que cubrirse la espalda y negocia con Silverstone. El otrora lapidado, despreciado e inválido Silverstone, ahora es su tabla de salvación para que se celebre un GP en Gran Bretaña. No puede pasársele por la cabeza que no se celebrara un GP en las islas. Sería el golpe de gracia a los faricantes el perder también otra carrera en uno de los principales mercados automovilísticos del mundo y podría traer otro tipo de consecuencias como romper alguna claúsula del Pacto de la Concordia.

SILVERSTONE
Damon Hill, como responsable del British Racing Drivers Club, propietario del trazado, ha visto el cielo abierto y ha puesto sus condiciones encima de la mesa. La principal es un contrato de larga duración con la FOM. Lo que cercenaría de raiz los intentos de Donington de albergar el GP británico.
Donington está a punto de provocar la ruptura del contrato con Ecclestone lo que dejaría a éste las manos libres. Contrato que tenía un canón más reducido por albergar la carrera entre otras cosas. Algo que ha exigido Silverstone también. Aquí, sin embargo, Ecclestone exige que ese ahorro se dedique a mejorar las instalaciones y los accesos. Algo a lo que el circuito accederá siempre y cuando se firme ese contrato de larga duración.
De momento Ecclestone se ha mostrado conciliador mientras pasa, vuelta y vuelta, el sapo en la sartén. Donington Ventures Leisure Limited sigue asegurando que tendrá lo necesario para demostrar que puede albergar el GP. Bernie calla, espera y cocina. Gillet busca el dinero debajo de las piedras, Hill, se frota las manos, los aficionados protestan ante la incertidumbre y ¿el sapo? El sapo sabe que alguien se lo va a comer.

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4 Responses to “UN SAPO”

  1. Charly dice:

    Antonio, sí, su propia medicina. A ver que tal le sienta.

    Sprungli. Claro, sin duda. Con buena polla bien se folla. Eso ha hecho Bernie siempre aunque no está exento de inteligencia.

  2. sprungli dice:

    Pues a mi nunca me ha dado la impresión de que el tito Bernie sea un buen negociador, de la misma manera que le que tiene las mejores cartas no es el mejor jugador.

  3. Pues que se aguante y a ver si el amigo Hill le retuerce un poco las peloticas que parece ser las tiene bien amarradas ;)

    Saludos.

  4. taz dice:

    Joer macho
    que mal debe saber el sapo ese
    buaajjjjjj