EL ÁNGEL
Es difícil saber si cuando Angelo siguió a su hermano Chris a Nueva York y a Miami para ayudarle a representar boxeadores, lo hizo con el gregarismo de los hermanos pequeños hacia sus mayores o por una verdadera vocación.
Nacido en 1921, Angelo llegó a los cuadrilateros después de la Segunda Guerra Mundial. Famosa es su frase:”Ganamos, pero no por lo que yo hice”. Apellidado Mirena, lo cambió por el de Dundee por indicación de sus hermanos, sobre todo Johnny, para escapar así al control paterno.
Aprendió en el gimnasio todos los ‘intringulis’ del entrenamiento del boxeo más que la parte de representación que siempre recayó en sus otros hermanos.
Pero fue de Charley Goldman del que se empapó de una manera de ver el boxeo. Y aprendió de él a hacer más grande a su pupilo sabiendo permanecer en la sombra. Goldman se hizo cargo de un tosco Rocky Marciano y le convirtió en uno de los más grandes de siempre. Con esa carta de presentación Angelo no perdió detalle de las enseñanzas de Charley.
Dundee se hizo famoso por ser el preparador de Ali y de Ray Sugar Robinson, pero no son los únicos a los que sacó todo lo que llevaban dentro.
Fue en una etapa en Miami donde empezó a preparar a Carmen Basilio y con el que logró su primer título mundial en 1955. Fue ante Tony De Marco en el peso welter.
ALÍ
La relación con Muhamad Alí fue la que le infundió un halo de grandeza. Supo manejar, soportar y explotar las manías, filias y fobias, además del gran ego, del más grande. Pero además fue parte clave y vital en varias de sus victorias más importantes.
‘Yo sólo puse los reflejos de Alí en la dirección apropiada’. Nunca quiso o pudo entrometerse en los asuntos privados de su pupilo. Eso sí, a la hora de entrenar le exigía el máximo y no le consentía excusas. Llegado el momento de empezar a preparar un combate, su único objetivo era que el boxeador llegara en el momento más optimo de todas sus habilidades y facultades. Si es posible estar al 100% o más, Angelo lo conseguía. Y durante el combate, si alguna flaqueaba, allí estaba él en la profunda oscuridad del rincón como un Pepito Grillo aconsejando y dirigiendo con maestría.
MÁS ALLÁ
Miami, 1964. Alí se enfrenta con Sonny Liston. Uno de los combates más polémicos y con una historia oscura detrás de las cuerdas. Liston protegido de la mafia. Alí no. Algo que había conseguido evitar gracias a las aportaciones de empresarios de su Louisville natal. En el cuarto asalto Alí grita:”Estoy ciego, no veo, no veo”. En los guantes de Liston había algún producto irritante. Cuando llegó a su rincón Angelo le derramó un cubo de agua sobre los ojos y le ordenó bailar hasta recuperarse y evitar que Sonny le tocara. Quizá al evitar eliminar a Alí con tan abyecta treta, la mafia decidió cobrar los beneficios de la victoria del de Louisville y de ahí el, que pareció, escandaloso KO. Escandaloso porque el golpe de Alí no fue una bomba digna de tumbar a un tipo como Liston.
Wembley, 1963. Alí pelea contra Henry Cooper. Durante el 4º asalto el británico conecta tres ganchos de izquierda. Uno, otro y el tercero acaba con Alí contra las cuerdas y en la lona. Suena la campana. El rincón del norteamericano trabaja a destajo. Angelo llama al árbitro y le indica que el guante está roto. Que así no pueden seguir. En este video se ve el 4º asalto, el trabajo del rincón y la conversación con el árbitro. Angelo consiguió lo que quería. Ganar tiempo para recuperar a Alí que demolió a Cooper en el quinto provocando el KO técnico de su rival al destrozarle la ceja izquierda. Dundee después reconoció que el guante estaba roto desde el principio de la pelea y que no dijo nada por si acaso.
La anécdota del guante entra dentro del apartado conocer las reglas. Si el árbitro no lo ve, lo ignoramos. Aquello del:”…guarda para cuando no haya”. Pero lo ocurrido en Kinsasha deja al descubierto sus dotes de estratega sin par. El famoso combate en Zaire contra George Foreman, tiene en Dundee un protagonismo enorme. Aunque reconocido mucho más tarde. Angelo aflojó, o mandó aflojar, las cuerdas del ring. Con eso pemitió que Alí, y sus provocaciones sobre Foreman, tuviera la protección de esa cuerda floja pudiendo acostarse mucho sobre ellas y quedando en muchos casos fuera del alcance de los demoledores puños de Big George. Años más tarde Dundee se lo confesó a Foreman cuando pasó a ser su preparador cuando volvió a los cuadriláteros.
Y la última con Alí fue en Manila. Una que demuestra su conocimiento y su concentración en los combates. Nada se le escapaba. Contra Joe Frazier. Uno de los combates más brutales de la historia. Acaba el 14º asalto con ambos púgiles prácticamente KO. Alí recibe los cuidados del rincón y grita que no puede más. Angelo que sabía de la tremenda paliza que llevaban ambos rivales miró al rincón de Joe. Frazier no estaba mejor que Alí, de hecho tenía una pinta malísima. Se fue a por Alí y le dijo:”Sólo quiero una cosa, que te levantes cuando escuches la campana”. Alí le escuchó como un autómata y asintió como tal. Empezaba a ponerse en pié por inercia y con los ánimos de Angelo pero la campana nunca sonó. Eddie Futch desde el rincón de Joe Frazier tiraba la toalla. Para hacernos una idea de lo que supuso aquel combate, Alí dijo que había sido la vez que más cerca había estado de la muerte.
LEONARD
La retirada de Ali le llevó a entrenar a Sugar Ray Leonard. Un boxeador que entraría en el Olimpo de los mejores bajo su batuta. En la primera pelea contra Hearns, Leonard perdía a los puntos. Antes del 13º asalto le dijo: “Le estás apabullando, hijo, le estás apabullando”. Leonard se lo creyó tanto que suministró a Hearns tal castigo en los dos siguientes asaltos que el árbitro paró la pelea en el 14º cuando ‘La Cobra’ tenía el combate ganado a los puntos.
Que Leonard fuera capaz de ganar a boxeadores tan dispares como Roberto Durán o ‘La ‘Cobra’ Hearns está en gran parte cimentado en su estrategia de preparación. En la fe extrema que sus pupilos le profesaban y, por que no, en la suerte que nunca puede faltar en la vida. Porque fe y algo de suerte hubo en la vuelta de Foreman con su victoria sobre Michael Moorer unos años después.
Que se dijera de él que es el único hombre en el mundo a quién le confiaría a mi propio hijo, lo dice todo.
Muhammad Alí, Ray Sugar Leonard, Carmen Basilio, George Foreman, José Nápoles, Jimmy Ellis y 15 títulos mundiales. Siempre estuvo apoyando al boxeo y manteniendo el contacto con el mismo. Ejerció de entrenador de Russel Crowe en Cinderella Man apareciendo como Angelo el preparador.
Nadie habló jamás mal de él. Y es que, ¿quién habla mal de un ángel?
Tags: ali, angelo dundee, basilio, cooper, foreman, frazier, hearns, leonard
Gran articulo Charly!
Que buenas historias cuentas del legendario Angelo..
Esa pelea entre Leonard y Hearns fue realmente epica. Dramatica..
un abrazo