Honda presentó el RA108, el monoplaza con el que van a intentar asentarse para luego asaltar los puestos de privilegio de la parrilla.
Un equipo que viene a la baja desde 2004, a pesar de ganar un GP en 2006, y que el año pasado decidió tomar un camino radical en el diseño que se les volvió en contra. No funcionó.
El coche era casi perfecto produciendo el apoyo aerodinámico ideal, pero éste era impredecible una vez que el coche cogía un bache, el aire soplaba o tomaba las curvas.
La decisión tomada para diseñar el nuevo monoplaza ha sido buscar el mejor apoyo aerodinámico posible en el mayor rango de situaciones. Esto ha obligado al equipo a partir de cero, casi de una hoja en blanco. El resultado es un monoplaza con su aerodinámica completamente revisada y muy simple. Esto puede llevar a un comienzo perezoso pero da margen al equipo para obtener mejoras más que apreciables.
Las principales diferencias están en la parte inferior de los pontones que siguen la línea habitual de la mayoría de los equipos. Grandes paneles situados lo más atrás posible que no interfieren con la altura de la suspensión delantera y permiten a los bajos del monoplaza tener un comportamiento más homogeneo.
La batalla es un poco más larga lo que permite al equipo lograr un mejor reparto de pesos y los pontones se han estrechado obligando a los radiadores a colocarse en posición vertical.
El alerón delantero es de dos elementos y bastante convencional. Pero el morro del coche es más alto de lo habitual en la categoría.
El capó motor es también más alto de lo que viene siendo norma, parecido al del BMW-Sauber del 2006, y el borde es más alto de lo que exigen las reglas.
Un coche sencillo que se irá “complicando” a medida que pasen los test y las primeras carreras. La llegada y asentamiento de Jorg Zander, Loic Bigois y sobre todo de Ross Brawn debe ayudar a coger el camino correcto. El éxito dependerá de lo rápido que sea ese camino tras tener que haber vuelto hacia atrás.
Un equipo que viene a la baja desde 2004, a pesar de ganar un GP en 2006, y que el año pasado decidió tomar un camino radical en el diseño que se les volvió en contra. No funcionó.
El coche era casi perfecto produciendo el apoyo aerodinámico ideal, pero éste era impredecible una vez que el coche cogía un bache, el aire soplaba o tomaba las curvas.
La decisión tomada para diseñar el nuevo monoplaza ha sido buscar el mejor apoyo aerodinámico posible en el mayor rango de situaciones. Esto ha obligado al equipo a partir de cero, casi de una hoja en blanco. El resultado es un monoplaza con su aerodinámica completamente revisada y muy simple. Esto puede llevar a un comienzo perezoso pero da margen al equipo para obtener mejoras más que apreciables.
Las principales diferencias están en la parte inferior de los pontones que siguen la línea habitual de la mayoría de los equipos. Grandes paneles situados lo más atrás posible que no interfieren con la altura de la suspensión delantera y permiten a los bajos del monoplaza tener un comportamiento más homogeneo.
La batalla es un poco más larga lo que permite al equipo lograr un mejor reparto de pesos y los pontones se han estrechado obligando a los radiadores a colocarse en posición vertical.
El alerón delantero es de dos elementos y bastante convencional. Pero el morro del coche es más alto de lo habitual en la categoría.
El capó motor es también más alto de lo que viene siendo norma, parecido al del BMW-Sauber del 2006, y el borde es más alto de lo que exigen las reglas.
Un coche sencillo que se irá “complicando” a medida que pasen los test y las primeras carreras. La llegada y asentamiento de Jorg Zander, Loic Bigois y sobre todo de Ross Brawn debe ayudar a coger el camino correcto. El éxito dependerá de lo rápido que sea ese camino tras tener que haber vuelto hacia atrás.