LO QUE LE FALTA
Sebastien Loeb está camino de rizar el rizo en su carrera. Está en el camino de ganar por 2ª 3ª vez el 1.000 Lagos. Algo que le dejaría como el piloto latino más nórdico.
Para hacernos una idea de la tensión y la igualdad del rallye, Loeb es líder desde el primer tramo pero no ha llegado a tener poco más de 6 segundos sobre Hirvonen en ningún momento. Cualquier error, cualquier duda -en unos tramos tan rápidos- se cuentan por segundos. Con esa espada de Damocles han disputado los 11 tramos finalizados hasta ahora. En condiciones difíciles con muy poco agarre. Algo que favorece una de las imágenes clásicas de la prueba, saltos aparte, las eternas frenadas.
FORD
La imagen de la marca del óvalo vuelve a despeñarse. Que un piloto tan rápido, si errático, como Latvala no haya podido seguir el ritmo de los Citroen habla muy mal de M-Sport. Que sólo ha tenido a Jari Matti y a algún arreón de Petter Solberg como momentos a destacar en una nueva derrota frente a los oficiales de la marca de los chevrones.
La presencia de Latvala más arriba, o más cerca, del duo de Citroen habría sido capital de cara a la última etapa. Porque habría evitado las órdenes de equipo brindándonos un espectáculo bestial.
Aún así el de Ford todavía puede presionar a los de Citroen. Los dos primeros tramos será claves para ello. Latvala está más cerca de quedarse a 20 segundos de la cabeza que de recortar a 10 la diferencia. Ese es su objetivo.
SEGUNDA ETAPA
Sin duda alguna la segunda etapa y final del rallye está marcada por la presencia del mítico Ouninpohja. Sus más de 30 kilómetros a repetir una vez, siendo la segunda el último tramo del rallye y Power Stage, le confieren una aureola más especial de la que tiene. Es muy probable que no decida nada, quedo haya grandes diferencias, pero nadie estará tranquilo ni seguro antes de tener que disputarlo. Es un tramo dónde no vale esconderse. Rápido como ninguno, con muchos saltos que obliga a tomarlos perfectamente. Un verdadero diablo para acabar la prueba.
Loeb e Hirvonen, Hirvonen y Loeb. El finlandés tiene la presión de correr en casa y a favor que el título está casi decidido y no tiene nada que perder. Loeb tiene de momento la ventaja psicológica habitual sobre su compañero de marca y el hecho de no haber cedido el liderato en ningún momento. Con la victoria tan cerca no parece que vaya a renunciar a ella. Y con Latvala amenazando en la distancia no parece que se puedan imponer órdenes de equipo. Además. ¿Obligarán a un finlandés a levantar el pie en su prueba, frente a su público? Creo que no.
Se que alguien lo ha explicado alguna vez, pero sigo sin entender lo de Ford. No hay ninguna estructura (preparador)más, que pueda intentar destronar a los Citroën. El Sr. Wilson lleva mucho tiempo en ello y no hay manera de tener unas máquinas como las de Citroën, a parte que estos últimos tenga al omnipresente Loeb.
Por lo que respecta al Rally si el francés lo gana, que lo va ha hacer y de que manera, apaga y vamonos.
Esto (el mundial) como no de un vuelco va a quedar en no se que. En fin, ya iremos viendo.