Verle esta mañana hablando para la televisión alemana resumía todo. Un piloto feliz. Con ese brillo especial en los ojos a pesar de llevar más de 24 horas en liza. Hablando maravillas de su coche. Así estaba Carlos Sainz que hoy ha escrito una nueva línea dorada en su palmarés. No ha ganado. No. Pero llegar al ‘Infierno Verde’ y hacer podio en su clase en la primera tentativa está sólo al alcance de unos privilegiados. Y él es uno de esos privilegiados. Y habría ganado juntos a sus compañeros de no mediar un pinchazo costoso. Ahora sólo nos queda esperar que Le Mans llame a su puerta con un coche competitivo. No tengo dudas de que lo hará muy, pero que muy bien. Enhorabuena tocayo. ¡Qué bueno eres coño!
El Scirocco 2 litros y turbo.
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