Sólo llevamos medio año y el mundo de los rallyes está perdiendo a marchas forzadas a antiguos campeones. Jorge de Bagration primero, Ove Andersson después y ahora Pep Bassas. La leucemia ha sido más fuerte que el magnífico catalán de Seva que no ha podido ganar su último tramo contra la enfermedad.
En plena efervescencia de Sainz en el Mundial, se buscaba el hueco para acudir a los rallyes del nacional. Ya habíamos tenido noticias de Pep con sus actuaciones con un Renault 11. Amigos catalanes ya comentaban las maneras que mostraba aquel jovencito en un R-5. Ese año de 1990 defendía título. Aquel BMW azul y blanco de Telefunken está ya en la mitología del Nacional de rallyes. Tanto, por ejemplo, como el 911 de Zanini, el Sierra de Sainz, o el ZX de Puras. Sin duda que el coche era competitivo en asfalto, pero pocos pilotos en el mundo consiguieron manejar con soltura el caballaje del E30. Y si ya nos vamos a condiciones de mojado la lista se reduce dramáticamente. Bassas fue uno de aquellos que dominó al M3 y desató las emociones de los que estábamos en las cunetas.
Al título logrado en 1989, sumaría varios subcampeonatos y fue también Campeón en circuitos en 1997.
Aquel M3, que sonido más maravilloso y peculiar tenía, dejó su huella indeleble con sus cruzadas en casi todas las curvas del nacional de rallyes. Siempre estuvo ligado a la competición por medio de su equipo, Baporo.
Esperemos que el año se calme un poco porque vaya rachita que llevamos.
Os dejó uns fotos que he encontrado en mi colección particular de rallyes en España del año 90.