RASTRERO
Jari Matti Latvala consiguió su 8ª victoria en el Mundial. Victoria plácida, demasiado, gracias a la actitud rastrera de Citroen que, afortunadamente, no dio sus frutos.
Tenía alguna reticencia ante un recorrido relativamente corto en esta edición del ‘Acrópolis’. Pero tras ver en imágenes previas la dureza extrema de varios tramos y la chatarrería de la primera jornada, se aca baron.
Este ‘Acrópolis’ ha demandado espíritu estratégico. Ha demandado cabeza. Ha demandado aligerar el pie derecho. Aún en contra de la costumbre que estos pilotos han adquirido de esos rallyes al sprint en su mayoría. Históricamente al ‘Acrópolis’ se le conoció como el Safari Europeo. Un rallye de un recorrido y dureza extremos. Unido a ello a que no se corría con las unidades preparadas ex-profeso para la cita africana. Así el compromiso entre velocidad y resistencia era vital.
Aquelló cambió un poco cuando un tal Carlos Sainz convención a Toyota para que hicieran un coche lo más robusto posible. Así consiguió su primera victoria en 1990 en un rallye en el que los Lancia fueron sucumbiendo ante el ritmo demoledor que le imprimió a su Toyota, lo demoledor de los tramos y la estrategia perfecta de la pareja Sainz-Moya.
Pues mucho de eso tuvo esta edición sobre todo en la primera etapa. Tuvo una reencarnación de McRae, Novikov, un piloto muy cerebral, Sordo, y otro que aprovechó problemas ajenos, Latvala.
PASEO
Sin embargo todo se acabó al poco de comenzar la segunda etapa. Novikov, que parecía fruta madura desde el principio, se topó con la misma roca que dejó fuera a Latvala el año pasado, abandonaba y sólo quedaban en la lucha Latvala y Sordo. Lucha que no existió o que duró un par de tramos. Atrás quedaban los problemas de Ogier e Hirvonen que dejaban vía libre a sus compañeros.
Desde ese momento el rallye se convirtió en un paseo en el que casi no hubo más cambios de posiciones que los de aquellos que venían recuperando tiempo por pinchazos o problemas.
No es raro que un rallye tan duro llegue a un punto de ‘empate’ y que los cambios sean mínimos. Pero el paseo de Latvala y, por ende, del resto ha sido de época. Y todo por la decisión de Citroen de parar a Sordo y pedirle que no ataque.
RECLAMACIÓN
Era sorprendente que Citroen pidiera eso a Sordo. Porque aunque no fuera Ogier, seguía ganando un VW. Si era por ceder sólo un puñado de puntos podría comprenderse. Pero parece ruín quitarle las opciones a un piloto de ganar por una situación así.
Pero cuando acabó el rallye y Citroen reclamó a VW la situación de repente se aclaro.
La primera reclamación de Citroen fue rechazada por defecto de forma. la segunda, que seguía con defectos, fue aceptada. No sé muy bien por qué. La reclamación se basaba en que los VW llevaban una batería de repuesto en el maletero. Algo que permite el reglamento siempre y cuando no vaya conectada. Como VW demostró que para conectar esa batería había que desconectar la otra, la reclamación de Citroen fue rechazada.
Actitud rastrera la de la firma de los chevrones. Primero porque su decisión de parar a Sordo se carga el rallye. Segundo porque si tienes pensado reclamar, hazlo desde el primer momento. Me parece muy lamentable que un piloto se juegue la vida, es cierto que iban de paseo, para que luego se le descalifique. Obviamente no es culpa del piloto, pero suele ser siempre el más damnificado en esta situación. Si Citroen hubiera reclamado al final de la primera etapa otro gallo le habría cantado al rallye. Pero no. Han esperado al final riéndose de toda la afición que se ha visto privada de una bonita lucha.
Puede que Sordo no hubiera podido con Latvala. Pero no cabe ninguna duda que Jari Matti lo habría pasado mal si Sordo hubiera mantenido la presión y obligado al finalndés a subir su ritmo. De hecho todos pensábamos que Jari Matti podría cometer un error.
Una ocasión perdida para Sordo de manera dolorosa. Está muy bien romper la racha de abandonos y bla bla bla. Pero muchos trenes no vuelven a pasar. En cualquier caso él se debe a su marca. Aunque sea tan rastrera como Citroen se ha comportado en este ‘Acrópolis’.
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