CABEZONERÍA
La decisión de la FIA de no intervenir en el orden de salida de la última etapa. favoreció la remontada imparable de Ogier. El argumento tan peregrino de que era un rallye de asfalto, es digno de un organismo tan fuera de la realidad y fuera de control como él.
La organización, y al César lo que es del César, había, con buen criterio, colocado la Power Stage antes de la etapa de tierra del domingo.Buscaba así evitar las tácticas en contra del espectáculo de los pilotos.
Los problemas que retrasaron a Ogier quizá taparon un poco la situación. Latvala y Sordo se quedaron luchando por el rallye, mientras el ‘coco’ francés estaba a más de 45 segundos.
No tenía mucha esperanza de que Sordo le pudiera plantar demasiada cara a Jari Matti en tierra. A Sordo le falta un poco para estar en la misma liga que el finlandés en ese elemento. Si sumamos a ello la superioridad del Polo. La situación se antojaba imposible. Sólo el hecho de que Latvala abriera pista abría alguna rendija a la esperanza. Pero esta se desvaneció desde el primer tramo. Luego llegó el abandono de Sordo y el doblete de VW quedó servido. Faltaba el orden. Calculando parecía que Ogier podía ganar por poco. Los problemas de Latvala dejaron el doblete en el orden lógico con Ogier ganando el rallye y VW cerrando el título de Constructores también.
REGLA
Urge de una santa vez una solución a los rallyes de tierra y el orden de salida. ¿Tan difícil es mandar por delante 3 coches 0 de verdad?
El sistema de abrir pista por orden de la general penaliza al líder. Pero el invertido condena a cualquier piloto que haya tenido un problema. Pero la FIA está a otras cosas. Como arrojarse en manos de Red Bull y empezar a vislumbrar que pueden llegar a perpetrar unos crímenes contra este deporte digno de pasar por la guillotina, para eso está la sede en Francia, a toda la cúpula.
Espero que alguien trabaje y piense y se encuentre una solución.
¡Qué era un rallye de asfalto! dijeron. Me río por no llorar. Cabezonería.