RALLYE DE ESPAÑA-CATALUÑA

RELAX
Lo que estaba siendo una plácida mañana por las carreteras tarraconenses, se tornó en en estupor y embarazo cuando Ogier reventó el frontal derecho de su Polo contra un guardarail.
Se veía casi la meta. Quedaba un puñado de kilómetros. Menos incluso que los que componían la unión de asfalto del último tramo del viernes en el que dio un master. Allí, Ogier, soltó dos alaridos de ogro y el resto se quedó petrificado. Tanto como las piedras que hacían dificilisimo el paso por esa sección asfaltada. En la primera pasada sólo le superaba su compañero y rival Latvala. Pero en la segunda. ¡Pam! Estampida. Scratch, liderato y una sensación de control e invencibilidad desmoralizante para sus rivales. Terra Alta. Con sus casi 36 kiómetros y en su segunda pasada, sobre todo, fue el tramo decisivo.
Ogier salió al asfalto como líder y abriendo tramo. Él, si acaso, los ensuciaría para el resto. Su master continuó en ese primer bucle en el que llevó su ventaja a casi el minuto. Después el relax. Y el domingo por la mañana más.
Afrontaba la primera pasada por el tramo de la Power Stage, para mejorar notas. El instinto asesino del campeón, el ogro que todo lo quiere, apareció. Fue junto a Ingrassia, su copiloto, afinando las notas. Al llegar a la izquierda que dio al traste con su rallye, consideró que se podía tomar un punto más rápido. Julien así lo anotó.
Cuando tomó la salida, salió a por todas. Tres puntos más y el dominio total del rallye. Uno a uno los recovecos de la Power Stage no supusieron ningún obstaculo para la pareja de VW. Cuando Ingrassia cantaba la nota de la curva a izquierdas, Ogier ya estaba en trance. Pero ese trance no le evitó irse largo, tocar el guardarail y reventar y perder su rueda delantera derecha contra una de las vigas del mismo. En el tramo había recuperado su intinto, se había transformado en el ogro que es. Pero cuando pasó por el tramo en la primera pasada, lo hizo el Ogier relajado, confiado. Ese relax le cazó a la hora de rectificar esa curva.
GANAR
Mientras Ogier veía como su Polo se iba camino de la catástrofe, Mikkelsen atendía a los medios en el control-stop del tramo. El noruego había mantenido contra viento, marea y un trompo en esa última jornada, la segunda plaza. Desde que le dicen que Ogier se ha estrellado y lo asimila, de manera incrédula, pasan más de 20 segundos. Poco a poco Andreas va dándose cuenta de la situación y termina estallando en el podio. Muy buen rallye del noruego con el único pero, si acaso, del trompo en la mañana del domingo que volvió a dar vida a Latvala. Su segundo puesto ya era un excepcional resultado para él en una prueba myoritaria de asfalto. La victoria pone rúbrica a una temporada en la que en los últimos rallyes se estaba dejando ver bastante.
MONTAÑA RUSA
Seguro que éste rallye podía haber sido suyo. Latvala se vio retrasado todas las etapas por algún problemilla mecánico. Pero además cometió errores pequeños, que le fueron costando segundos. Así se vio en los últimos tramos enzarzado, y perdiendo, contra Mikkelsen. Al principio del rallye fue capaz de aguantar el tipo con Ogier. Pero, como el resto, quedó muy tocado tras el último tramo del viernes. Estaba ahí, pero Ogier le remató en los primeros tramos de asfalto y Jari Matti se diluyó. A estas alturas, con el campeonato decidido, sólo vale ganar los rallyes. Mirando atrás, y con todos los inconvenientes sufridos, es un gran resultado.
CONFORMISMO
El accidente de Ogier elevaba a Sordo al tercer escalón del podio. Un resultado magnífico, pero. No es descabellado pensar que Sordo podía haber estado luchando, debido al accidente de Ogier, por la victoria en la prueba. Y no es quitar méritos, ojo.
Sordo estuvo sólido en la etapa de tierra. Quizá cuidando el coche. Pero su posición de salida invitaba a que hubiera logrado mejores resultados. La segunda pasada, aquella en la que Ogier machacó, fue clave para Dani. Si bien se mantuvo en contacto con la lucha por el podio, no es menos cierto que un mejor tiempo ahí le habría dado muchas más opciones el domingo.
Fue ganando posiciones por eliminación, lo que tiene mérito. Pero le faltó algo de ‘punch’. Sobre todo el domingo por la mañana cuando decidió que era suficiente porque no podía batir a los VW, aunque sí estaba en sus tiempos. A partir de ese momento, pinchazo de Latvala y trompo de Mikkelsen. Si Sordo hubiera seguido manteniendo la presión…el rallye podría haber caído de su lado o al menos la segunda plaza. Pero como no sabemos si hubo órdenes desde Hyundai para mantener posición, pues daremos el beneficio de la duda.
DESASTRE
Aparte del desastre de Ogier, las penas con el pan del campeonato son menos, estuvo el desastre de los chicos de M-Sport. Evans volvió al gris intenso, casi negro, y acabó en una zanja. Tanak se dejó ver, y cómo, pero también sufrió un toque que le hizo abandonar. Sin duda que el estonio habrá aprendido mucho de estos rallyes de asfalto que ha disputado y habrá que ver de lo que es capaz el año que viene.
EL EXTRAÑO CASO
Lo de Citroen en esta prueba ha sido muy raro. Un Meeke de menos a más pero desdibujado. Un Ostberg protagonista en los primeros compases, el papel que debió de interpretar Sordo en esa primera etapa, pero que con algún problema sufrido se retrasó. Y al final salen a Gales por detrás de Hyundai en la lucha por el subcampeonato de constructores. Por lo demás destacó de nuevo Paddon que empieza a coger un aura importante y se esperan, ya, resultados y que esté ahí arriba. La nueva arma de Hyundai esperemos que se lo permita así como a sus dos compañeros, Sordo y Neuville. El belga no iba haciendo un mal rallye, tampoco para tirar cohetes, pero un poco irregular. Un problema de transmisión le saco de la carretera en una curva y le costo tiempo poder volver. Luego el domingo un toque le impidió lograr la machada de cazar a un Citroen al menos.
Mikkelsen llegará pletórico a Gales y seguro que sin haberse relajado. Ogier esperará aprender de la lección. ‘Hasta el rabo, todo es toro’. Hay que centrarse rápido si estás de relax.

RELAX

Lo que estaba siendo una plácida mañana por las carreteras tarraconenses, se tornó en en estupor y embarazo cuando Ogier reventó el frontal derecho de su Polo contra un guardarail.

Se veía casi la meta. Quedaba un puñado de kilómetros. Menos incluso que los que componían la unión de asfalto del último tramo del viernes en el que dio un master. Allí, Ogier, soltó dos alaridos de ogro y el resto se quedó petrificado. Tanto como las piedras que hacían dificilisimo el paso por esa sección asfaltada. En la primera pasada sólo le superaba su compañero y rival Latvala. Pero en la segunda. ¡Pam! Estampida. Scratch, liderato y una sensación de control e invencibilidad desmoralizante para sus rivales. Terra Alta. Con sus casi 36 kiómetros y en su segunda pasada, sobre todo, fue el tramo decisivo.

Ogier salió al asfalto como líder y abriendo tramo. Él, si acaso, los ensuciaría para el resto. Su master continuó en ese primer bucle en el que llevó su ventaja a casi el minuto. Después el relax. Y el domingo por la mañana más.

Afrontaba la primera pasada por el tramo de la Power Stage, para mejorar notas. El instinto asesino del campeón, el ogro que todo lo quiere, apareció. Fue junto a Ingrassia, su copiloto, afinando las notas. Al llegar a la izquierda que dio al traste con su rallye, consideró que se podía tomar un punto más rápido. Julien así lo anotó.

Cuando tomó la salida, salió a por todas. Tres puntos más y el dominio total del rallye. Uno a uno los recovecos de la Power Stage no supusieron ningún obstaculo para la pareja de VW. Cuando Ingrassia cantaba la nota de la curva a izquierdas, Ogier ya estaba en trance. Pero ese trance no le evitó irse largo, tocar el guardarail y reventar y perder su rueda delantera derecha contra una de las vigas del mismo. En el tramo había recuperado su intinto, se había transformado en el ogro que es. Pero cuando pasó por el tramo en la primera pasada, lo hizo el Ogier relajado, confiado. Ese relax le cazó a la hora de rectificar esa curva.

GANAR

Mientras Ogier veía como su Polo se iba camino de la catástrofe, Mikkelsen atendía a los medios en el control-stop del tramo. El noruego había mantenido contra viento, marea y un trompo en esa última jornada, la segunda plaza. Desde que le dicen que Ogier se ha estrellado y lo asimila, de manera incrédula, pasan más de 20 segundos. Poco a poco Andreas va dándose cuenta de la situación y termina estallando en el podio. Muy buen rallye del noruego con el único pero, si acaso, del trompo en la mañana del domingo que volvió a dar vida a Latvala. Su segundo puesto ya era un excepcional resultado para él en una prueba myoritaria de asfalto. La victoria pone rúbrica a una temporada en la que en los últimos rallyes se estaba dejando ver bastante.

MONTAÑA RUSA

Seguro que éste rallye podía haber sido suyo. Latvala se vio retrasado todas las etapas por algún problemilla mecánico. Pero además cometió errores pequeños, que le fueron costando segundos. Así se vio en los últimos tramos enzarzado, y perdiendo, contra Mikkelsen. Al principio del rallye fue capaz de aguantar el tipo con Ogier. Pero, como el resto, quedó muy tocado tras el último tramo del viernes. Estaba ahí, pero Ogier le remató en los primeros tramos de asfalto y Jari Matti se diluyó. A estas alturas, con el campeonato decidido, sólo vale ganar los rallyes. Mirando atrás, y con todos los inconvenientes sufridos, es un gran resultado.

CONFORMISMO

El accidente de Ogier elevaba a Sordo al tercer escalón del podio. Un resultado magnífico, pero. No es descabellado pensar que Sordo podía haber estado luchando, debido al accidente de Ogier, por la victoria en la prueba. Y no es quitar méritos, ojo.

Sordo estuvo sólido en la etapa de tierra. Quizá cuidando el coche. Pero su posición de salida invitaba a que hubiera logrado mejores resultados. La segunda pasada, aquella en la que Ogier machacó, fue clave para Dani. Si bien se mantuvo en contacto con la lucha por el podio, no es menos cierto que un mejor tiempo ahí le habría dado muchas más opciones el domingo.

Fue ganando posiciones por eliminación, lo que tiene mérito. Pero le faltó algo de ‘punch’. Sobre todo el domingo por la mañana cuando decidió que era suficiente porque no podía batir a los VW, aunque sí estaba en sus tiempos. A partir de ese momento, pinchazo de Latvala y trompo de Mikkelsen. Si Sordo hubiera seguido manteniendo la presión…el rallye podría haber caído de su lado o al menos la segunda plaza. Pero como no sabemos si hubo órdenes desde Hyundai para mantener posición, pues daremos el beneficio de la duda.

DESASTRE

Aparte del desastre de Ogier, las penas con el pan del campeonato son menos, estuvo el desastre de los chicos de M-Sport. Evans volvió al gris intenso, casi negro, y acabó en una zanja. Tanak se dejó ver, y cómo, pero también sufrió un toque que le hizo abandonar. Sin duda que el estonio habrá aprendido mucho de estos rallyes de asfalto que ha disputado y habrá que ver de lo que es capaz el año que viene.

EL EXTRAÑO CASO

Lo de Citroen en esta prueba ha sido muy raro. Un Meeke de menos a más pero desdibujado. Un Ostberg protagonista en los primeros compases, el papel que debió de interpretar Sordo en esa primera etapa, pero que con algún problema sufrido se retrasó. Y al final salen a Gales por detrás de Hyundai en la lucha por el subcampeonato de constructores. Por lo demás destacó de nuevo Paddon que empieza a coger un aura importante y se esperan, ya, resultados y que esté ahí arriba. La nueva arma de Hyundai esperemos que se lo permita así como a sus dos compañeros, Sordo y Neuville. El belga no iba haciendo un mal rallye, tampoco para tirar cohetes, pero un poco irregular. Un problema de transmisión le saco de la carretera en una curva y le costo tiempo poder volver. Luego el domingo un toque le impidió lograr la machada de cazar a un Citroen al menos.

Mikkelsen llegará pletórico a Gales y seguro que sin haberse relajado. Ogier esperará aprender de la lección. ‘Hasta el rabo, todo es toro’. Hay que centrarse rápido si estás de relax.

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