El pasado sábado por la noche se produjo una de las sorpresas más grandes de la historia del boxeo. Como alguien ha escrito: ‘El ‘gordo’ se cargó a la estatua griega cincelada al detalle’.
Sorpresa, sí. Sin duda alguna. Así es el deporte. Favoritos superados por el momento. Un detalle que quiebra la confianza o exceso de la misma. O simplemente, que en un día dado a la hora exacta, no es tu momento.
Sin seguir el boxeo como antaño, sí que uno mantiene cierta atención. Cuando del combate de Joshua en el Madison, el templo por excelencia del boxeo,- que además debía suponer su trampolín para conquistar la meca americana – se cayó Jarrell Miller, la sensación es que la pelea para el campeón iba a ser un trámite. Miller, con un record de 23 victorias y 1 empate, pasó al profesionalismo hace un año. Invicto, era una buena piedra de toque para que Joshua entrara con más que buen pie en América. Pero Miller fue suspendido por dopaje. Había que encontrar a otro aspirante. Y llegó Andy Ruiz.
Sin seguir el boxeo como antaño, sí que uno mantiene cierta atención. Cuando del combate de Joshua en el Madison, el templo por excelencia del boxeo,- que además debía suponer su trampolín para conquistar la meca americana – se cayó Jarrell Miller, la sensación es que la pelea para el campeón iba a ser un trámite. Miller, con un record de 23 victorias y 1 empate, pasó al profesionalismo hace un año. Invicto, era una buena piedra de toque para que Joshua entrara con más que buen pie en América. Pero Miller fue suspendido por dopaje. Había que encontrar a otro aspirante. Y llegó Andy Ruiz.
EL RÉCORD RESPETABLE DEL ‘GORDO’ RUIZ
Andy Ruiz, el ´gordo´en todos los sitios, es un boxeador, sí un boxeador, con un récord más que respetable. En una categoría como los pesados amasar 33 peleas con 32 victorias y una sola derrota (a los puntos) con 21 KOs no es moco de pavo. Cualquiera te mete una mano y te revienta. Por muy poco nivel que tengan los rivales.
Por tanto ya de entrada había que tener un ojo en Andy. Dos peleas había visto de él. La última hace mes y medio contra Alexander Dimitrenko al que propinó una buena paliza.
Cuando presentaron a los boxeadores la diferencia era clara. Nadie, repito, nadie podía pensar, a la vista de esas engañosas apariencias, que ese gordo pudiera aguantar a la egregia figura de Joshua.
Pero , ¡ay amigo!, cuando sonó la campana algo empezó a cambiar. El ‘gordo’ no se movía como un gordo. Andy es muy rápido, estando gordo. Andy tiene una mano de piedra, ¿quizá por estar gordo?. Andy ha demostrado que tiene resistencia, siendo un gordo. Y Andy sabe boxear. Y lo demostró. Siendo un gordo.
Andy Ruiz, el ´gordo´en todos los sitios, es un boxeador, sí un boxeador, con un récord más que respetable. En una categoría como los pesados amasar 33 peleas con 32 victorias y una sola derrota (a los puntos) con 21 KOs no es moco de pavo. Cualquiera te mete una mano y te revienta. Por muy poco nivel que tengan los rivales.
Por tanto ya de entrada había que tener un ojo en Andy. Dos peleas había visto de él. La última hace mes y medio contra Alexander Dimitrenko al que propinó una buena paliza.
Cuando presentaron a los boxeadores la diferencia era clara. Nadie, repito, nadie podía pensar, a la vista de esas engañosas apariencias, que ese gordo pudiera aguantar a la egregia figura de Joshua.
Pero , ¡ay amigo!, cuando sonó la campana algo empezó a cambiar. El ‘gordo’ no se movía como un gordo. Andy es muy rápido, estando gordo. Andy tiene una mano de piedra, ¿quizá por estar gordo?. Andy ha demostrado que tiene resistencia, siendo un gordo. Y Andy sabe boxear. Y lo demostró. Siendo un gordo.
EL SEGUNDO ASALTO
Todo el mundo habla del gran tercer asalto de la pelea. Pero la clave creo que está en el comienzo del segundo. Nada más comenzar el ‘gordo’ Ruiz le endosó un uno-dos a Joshua demoledor. Quizá no por la fuerza de los golpes, que a lo mejor también, sino porque le hizo una brecha en la confianza de Joshua. El ‘gordo’ tenía muy estudiado al británico. Le castigaba con su potente ‘jab’. Pero sólo sacaba la derecha cuando Anthony intentaba zafarse por su izquierda. En ese momento desplegaba su dura mano. Mientras Joshua saliera por su derecha, Ruiz esperaba paciente. Siempre hacia adelante y siempre llevando al campeón a la situación de salir por su izquierda. Y ahí le ganó.
Sí, el tercer asalto fue memorable. Primero con Ruiz, por cierto un muy buen encajador – no sé si por ser gordo o no – en el suelo. Pero la reacción de éste no fue de derrota. Reaccionó como lo que iba a ser unos minutos después. Como un campeón. Arriesgó y cazó a Joshua, bien cazado.
A partir de ahí recobró la compostura. Su boxeo fue para arriba, el de Joshua, aturdido y sorprendido, para abajo. Mientras Joshua buscaba la mano salvadora, en vez de tener paciencia, Ruiz no perdió la calma y no perdonó. Joshua cayó a la lona muchas veces. Demasiadas. Las protestas por como se paró la pelea no tienen demasiado fundamento. ¿Queremos proteger a los boxeadores o no?
Todo el mundo habla del gran tercer asalto de la pelea. Pero la clave creo que está en el comienzo del segundo. Nada más comenzar el ‘gordo’ Ruiz le endosó un uno-dos a Joshua demoledor. Quizá no por la fuerza de los golpes, que a lo mejor también, sino porque le hizo una brecha en la confianza de Joshua. El ‘gordo’ tenía muy estudiado al británico. Le castigaba con su potente ‘jab’. Pero sólo sacaba la derecha cuando Anthony intentaba zafarse por su izquierda. En ese momento desplegaba su dura mano. Mientras Joshua saliera por su derecha, Ruiz esperaba paciente. Siempre hacia adelante y siempre llevando al campeón a la situación de salir por su izquierda. Y ahí le ganó.
Sí, el tercer asalto fue memorable. Primero con Ruiz, por cierto un muy buen encajador – no sé si por ser gordo o no – en el suelo. Pero la reacción de éste no fue de derrota. Reaccionó como lo que iba a ser unos minutos después. Como un campeón. Arriesgó y cazó a Joshua, bien cazado.
A partir de ahí recobró la compostura. Su boxeo fue para arriba, el de Joshua, aturdido y sorprendido, para abajo. Mientras Joshua buscaba la mano salvadora, en vez de tener paciencia, Ruiz no perdió la calma y no perdonó. Joshua cayó a la lona muchas veces. Demasiadas. Las protestas por como se paró la pelea no tienen demasiado fundamento. ¿Queremos proteger a los boxeadores o no?
Al final el campeón saliente tuvo un detalle de lo que acababa de dejar de ser. Cuando empezaron a lloverle las preguntas sobre qué había pasado, su respuesta fue maravillosa. “Es la noche de Ruiz. Déjenle que la disfrute”. ¿Había noqueado un ’sparring’ al campeón en un entrenamiento previo? ¿Le pudo la presión en el vestuario y tuvo una crisis de ansiedad? ¡Qué más da! El gordo le quebró su confianza y aprovechó la ocasión. Punto y final
Así es el deporte y el boxeo. Aprovechar tu oportunidad. Aunque ésta llegue por una mano afortunada. Aunque un gordo por el que nadie daba un duro, despreciando un récord – insisto - más que bueno y apreciable, dé una de las sorpresas más grandes de la historia del boxeo.
Pues ahí está. ¡Respeten a los gordos!
Pues ahí está. ¡Respeten a los gordos!
Gracias, Charly.
‘apañao’
Lo siento, Carlos, pero el puñetero pajarito de Twitter es verdaderamente molesto; se posa volando por todas partes impidiendo simplemente leer tus textos. Yo así no puedo leerte. Un abrazo.