EL PESCADO SE PUDRE DESDE LA CABEZA
Es un dicho británico que viene al pelo al respecto de la situación en Ferrari. El esperpento que brindaron en la carrera de Montmeló deja claro que la curación del enfermo es muy complicada.
Es un dicho británico que viene al pelo al respecto de la situación en Ferrari. El esperpento que brindaron en la carrera de Montmeló deja claro que la curación del enfermo es muy complicada.
Mercedes sumó su 5º doblete consecutivo dejando en la UVI al campeonato. Al menos en su vertiente de constructores. Hamilton por su parte salvó su situación con una gran salida. Con ella tapó el dominio de su compañero y rival Bottas el sábado.
Sorprende que Bottas luego en carrera no fuera capaz de hacerle siquiera unas pocas cosquillas a Hamilton. Nada. Cero. Como si el golpe de la salida le hubiera dejado grogui. Mala cosa si el finlandés se viene abajo y pierde la motivación para sacar ese extra que está demostrando hasta ahora. Y lo necesita porque, si bien Hamilton puede que no haya estado a su mejor nivel -sobre todo en el sábado – no es menos cierto que ya lleva 3 victorias en 5 carreras. Bottas necesita que esa diferencia de puntos en la general no supere la carrera o estará vendido a poco que el británico se entone del todo.
NO DAR CRÉDITO
Lo de Ferrari fue devastador. Por su rendimiento y por la gestión de las situaciones. Con unos problemas terribles en el tercer sector, sólo les valía ponerse por delante de algún Mercedes para romper la racha. Vettel se mostró impotente todo el fin de semana. No así Leclerc que parecía de nuevo la esperanza de Ferrari. Pero otro error del monegasco, se subió a un piano dañando el fondo plano de su coche en la clasificación, le impidió rendir a tope en la Q3 y cercenó sus opciones. Dos errores cuando las esperanzas recaían sobre él, arrojan muchas dudas sobre su liderato.
Pero el lamentable espectáculo llegó en carrera. Vettel intentó casi lo imposible en la salida. Frenó tardísimo en la Curva 1 para intentar pasar al menos a uno de los Mercedes. Pero bloqueó sus neumáticos delanteros e hizo un plano importante. Por el camino se coló en la 2 y, como en Australia, arruinó a su compañero Leclerc al forzarle a irse casi a la hierba.
Desde ese momento la carrera de ambos Ferrari estaba condenada. A priori sólo quedaba intentar acabar a espaldas de los Mercedes. Con Vettel y sus neumáticos dañados, no había razón alguna para pedirle que aumentara su ritmo. Y sí para rápidamente, vuelta 3 ó 4, dejar que Leclerc le pasara. Sobre todo porque con Vettel desde ese momento se podía jugar la baza de ir largo y hacer sólo una parada.
Mientras le pedían a Vettel aumentar su ritmo, cosa que el alemán no podía hacer, Leclerc rodaba cerca perdiendo unas vueltas preciosas. En la vuelta 11 por fin llegaba la orden y Charles se iba a por Verstappen que ya estaba a casi 5 segundos.
A Vettel le pararon 8 vueltas después, adiós a ir a una parada, y Leclerc se mantuvo hasta la 25 para montarle duras con la idea de ir a un parada. Ese momento le dio a Mercedes el hueco necesario para hacer la parada sin ceder posición, cambiando a hacer la carrera a dos paradas en vez de a una que era el plan original.
En ese momento Vettel con goma media era más rápido que Leclerc con la dura. Al monegasco le dijeron que iban con la misma estrategia mientras a Vettel, como en realidad era, que no. Así el alemán intentó pasar un par de veces con una respuesta, cuando menos robusta, de Leclerc clara de: ‘No me vas a pasar’. Tras 10 vueltas el entuerto se apañó y Vettel pasó a Leclerc tras la oportuna orden.
Lo de Ferrari fue devastador. Por su rendimiento y por la gestión de las situaciones. Con unos problemas terribles en el tercer sector, sólo les valía ponerse por delante de algún Mercedes para romper la racha. Vettel se mostró impotente todo el fin de semana. No así Leclerc que parecía de nuevo la esperanza de Ferrari. Pero otro error del monegasco, se subió a un piano dañando el fondo plano de su coche en la clasificación, le impidió rendir a tope en la Q3 y cercenó sus opciones. Dos errores cuando las esperanzas recaían sobre él, arrojan muchas dudas sobre su liderato.
Pero el lamentable espectáculo llegó en carrera. Vettel intentó casi lo imposible en la salida. Frenó tardísimo en la Curva 1 para intentar pasar al menos a uno de los Mercedes. Pero bloqueó sus neumáticos delanteros e hizo un plano importante. Por el camino se coló en la 2 y, como en Australia, arruinó a su compañero Leclerc al forzarle a irse casi a la hierba.
Desde ese momento la carrera de ambos Ferrari estaba condenada. A priori sólo quedaba intentar acabar a espaldas de los Mercedes. Con Vettel y sus neumáticos dañados, no había razón alguna para pedirle que aumentara su ritmo. Y sí para rápidamente, vuelta 3 ó 4, dejar que Leclerc le pasara. Sobre todo porque con Vettel desde ese momento se podía jugar la baza de ir largo y hacer sólo una parada.
Mientras le pedían a Vettel aumentar su ritmo, cosa que el alemán no podía hacer, Leclerc rodaba cerca perdiendo unas vueltas preciosas. En la vuelta 11 por fin llegaba la orden y Charles se iba a por Verstappen que ya estaba a casi 5 segundos.
A Vettel le pararon 8 vueltas después, adiós a ir a una parada, y Leclerc se mantuvo hasta la 25 para montarle duras con la idea de ir a un parada. Ese momento le dio a Mercedes el hueco necesario para hacer la parada sin ceder posición, cambiando a hacer la carrera a dos paradas en vez de a una que era el plan original.
En ese momento Vettel con goma media era más rápido que Leclerc con la dura. Al monegasco le dijeron que iban con la misma estrategia mientras a Vettel, como en realidad era, que no. Así el alemán intentó pasar un par de veces con una respuesta, cuando menos robusta, de Leclerc clara de: ‘No me vas a pasar’. Tras 10 vueltas el entuerto se apañó y Vettel pasó a Leclerc tras la oportuna orden.
SAFETY CAR
En Mercedes, una vez reabierto el hueco, pararon por segunda vez para asegurar el resultado. Primero llamaron a Bottas. Podría pensarse que lo lógico hubiera sido llamar a líder primero. Quizá. Pero entre la parada del finlandés y el británico salió el Safety Car. Un toque entre Norris y Stroll lo propició. Si Hamilton hubiera parado antes habría perdido su posición frente a Bottas.
De ahí a meta, con una primera vuelta tras relanzarse la prueba espectacular, sin problemas. Lo mismo que Verstappen que subía al podio al derrotar a ambos Ferrari.
En Mercedes, una vez reabierto el hueco, pararon por segunda vez para asegurar el resultado. Primero llamaron a Bottas. Podría pensarse que lo lógico hubiera sido llamar a líder primero. Quizá. Pero entre la parada del finlandés y el británico salió el Safety Car. Un toque entre Norris y Stroll lo propició. Si Hamilton hubiera parado antes habría perdido su posición frente a Bottas.
De ahí a meta, con una primera vuelta tras relanzarse la prueba espectacular, sin problemas. Lo mismo que Verstappen que subía al podio al derrotar a ambos Ferrari.
Se retira uno de los artífices de que Mercedes sea la apisonadora que es hoy. Zetschke deja el equipo arriba del todo y manteniéndole ahí varias años. Imparables los Mercedes y desastrosos en Ferrari. Que no haya casi opciones no exime de que el equipo haga bien las cosas. Y desde luego en Montmeló el desastre fue total. El pescado se pudre desde la cabeza. Y la cabeza, a la vista de lo ocurrido en carrera, está más que podrida.
Tags: Ferrari, Hamilton, leclerc, mercedes. podrido, vettel, zetschke