El padre sintió un escalofrío cuando se topo con un cartel que le era conocido. Sin pensárselo dos veces corrió a casa para avisar a su prole.
Llevaban un tiempo pasándolo muy mal con tantas obras. Varias de sus zonas habituales de paseo habían cambiado o habían sido arrasadas. En ellas se erigían unas estructuras metálicas que no les proporcionaban cobijo y que, por tanto, intentaban evitar. Además había nuevas zonas grises y duras en las que grandes y rápidas cosas les quitaban la vida y que sabían que había que evitar a la luz del día.
Su hábitat, tranquilo de natural, se revolucionaba de vez en cuando durante unos días con unos ruidos fuertes que les hacían casi no salir de casa.
Cuando entró en casa estaban todos. No hizo falta esperar. Le notaron en la cara la temblera y el miedo. Quizá se había encontrado con una fiera y había salvado la vida por los pelos. Pero no.
Escuchad, les dijo, he visto un cartel que significa que vuelve la pesadilla. Llegan esas bestias a casa de nuevo.
Todos temblaron recordando las seis bajas que sufrieron entre los primos y amigos de la cercanía hace unos años. El primogénito hizo la pregunta que nadie quería oír. ¿Estará esa cosa roja con una cosa redonda amarilla? Papa conejo miró en derredor encontrándose con doce caras de ansiedad y miedo. Sí, contestó, aunque podemos respirar algo más tranquilos porque el viento no parece traer agua. La familia de conejos se puso a recolectar su comida para toda la semana. Desde el viernes no será seguro que asomen el hocico por la hierba de Silverstone.
Tags: F1, silverstone
Taz, la verdad es que supongo que habrá, pero no conozco ninguno así a mano…
Carlos, muchas gracias
Muy buena Charlie, no la había leído.
muy bueno!
presentalo a un concurso de relatos cortos
Gracias.
Abuelo, como ya comentamos en tuiter, supongo que habrá varias historias de ese tipo.
Lograr mantener el ’suspense’ hasta el final mola (Sandy )
Vencido, ya sabes que algunos me sacan lo peor que llevo
Qué malo eres con el pobre Massa/Caraculpable. Aunque menos que él con los conejos en Silverstone ‘08.
Me has hecho recordar la adolescencia..
“—Avellano… el peligro, la cosa terrible. No se ha marchado. Está aquí, a nuestro alrededor. No me digas que lo olvide y me eche a dormir. Debemos marcharnos antes de que sea demasiado tarde.
—¿Marcharnos? ¿De aquí, quieres decir? ¿De la madriguera?
—Sí. Pronto. No importa adónde.
—¿Sólo tú y yo?
—No, todos.
—¿Toda la madriguera? No seas bobo. No vendrán. Dirán que has perdido el juicio.
—Entonces estarán aquí cuando llegue lo malo. Tienes que hacerme caso, Avellano. Créeme, algo horrible nos acecha y tenemos que marchamos sin demora.
Avellano estaba en mitad del campo cuando advirtió que por el otro lado del seto más lejano se acercaba un hrududu a gran velocidad. Era pequeño y más ruidoso que el tractor de granja que había visto a veces desde la linde de las prímulas en su madriguera natal. Pasó como un rayo de color antinatural, creado por el hombre, refulgiendo aquí y allá y más resplandeciente que un acebo en invierno. Poco después le llegó el olor de gasolina y gases de escape. Avellano miró de hito en hito, frunciendo la nariz. No podía entender cómo el hrududu era capaz de moverse tan veloz por los campos. ¿Regresaría? ¿Vendría a través de los campos más deprisa de lo que ellos podían correr y los atraparía?… ”
La colina de Watership.
Richard Adams, 1972
Es un relato genial Charly. Me encanta sobretodo el final, por lo sorprendente que es. Me gustan las sorpresas
Un abrazo.
Bravo XDDD
Joer Charly pensaba que se te habia ido la olla!!!
Jejejje, buen final.
Espero ansioso el proximo GPCast.
Saludos.