RALLYE DE NUEVA ZELANDA

UN CLÁSICO QUE TARDÓ EN SERLO

Llega este fin de semana el Rallye de Nueva Zelanda. De los disputados sobre tierra el de mejor piso junto a Finlandia. Sin la tortura para los amortiguadores, de los saltos nórdicos, pero con el maltrato a la dirección que le inflijen algunas zonas tortuosísimas en las que la velocidad de manos de los pilotos decide las diferencias.

TARDÍO
Le costó mucho a la prueba, no sólo asentarse en el Mundial como una de las grandes, sino siquiera adquirir un estatus completo. Fue una prueba que en sus principios, Rallye Motogard, sólo puntuaba para uno de los dos campeonatos.
A principio de los 80 y merced a la lucha Audi-Lancia vio varias inscripciones más que decentes. Pero en la segunda mitad de los 80 pasó por momentos de dura depresión.
Esos años casi siempre era únicamente puntuable para el campeonato de pilotos lo que le alejaba de tener inscripciones amplias. Rayando la década de los 90 resurgió con mucha fuerza adquiriendo una reputación buenísima entre pilotos y marcas.
Desde entonces es una cita esperada y que genera parte de las imágenes más bonitas de todo el año. Un verdadero clásico. Por méritos propios.

LA PRUEBA
Los tramos neozelandeses son de un piso excepcional con gravilla. La mayoría de las curvas están peraltadas, para favorecer la evacuación del agua, y el piloto sólo tiene que preocuparse de pilotar. Ni malos baches, ni piedras que esquivar. Sólo la trazada y el arrojo. Bueno, algún animal (ovejas), a veces, interrumpe el plácido trabajo de los pilotos. El terreno es muy ondulado por lo que los rasantes son infinitos. Si llueve, el barro se apodera de todo y mantener el coche en la pista se convierte en un verdadero arte.
La ruta de esta edición se ha visto muy perjudicada por unas lluvias torrenciales que han afectado gravemente a ciertas partes de la misma. El terreno estará muy blando suavizando aun más las reacciones de los coches.
Un corrimiento de tierras ha provocado que el tramo más largo del rallye, y uno de los más largos del mundial, Waitomo, haya tenido que ser dividido en dos partes. Eso eleva el número de tramos total del rallye a 18. Repartidos así: 7 el viernes, 6 el sábado y 5 el domingo. La organización se ha visto obligada ya que 80 metros de una zona del tramo han desaparecido. Se ha habilitado un puente para facilitar el acceso a esa zona rural y no se puede utilizar a velocidad competitiva. La previsión es que el tiempo sea fresco, seco y soleado. Por lo que las condiciones de los tramos estarán muy cerca de ser óptimas. Puede ser una verdadera tortura abrir pista en cada jornada. Por lo que no es descartable maniobras polémicas por parte de los principales equipos.

SITUACIÓN CRÍTICA
Ford y Mikko Hirvonen llegan en una situación crítica a Nueva Zelanda. La derrota sufrida en Finlandia fue más decisiva de cara al título que dolorosa. Hirvonen tiene tres rallyes de tierra, Nueva Zelanda, Japón y Gales para endosarle seis puntos a Loeb. Mientras el francés tiene España y Córcega para devolverle cuatro de esos puntos. Eso le daría el título al francés por 6 puntos. Obviamente las cuentas son si ambos quedan primero y segundo. Podemos pensar que no es descabellado que Loeb pueda sufrir un problema en cualquiera de los tres rallyes de tierra como que Hirvonen, a pesar de la mejoría mostrada en Alemania, vaya a ser segundo en el asfalto.
Pero desde luego lo que no puede permitirse Mikko, ni Ford en marcas, es que la desventaja se amplíe.
Y ahí jugarán un papel decisivo y muy importante Jari Matti Latvala y Dani Sordo. Ellos serán lo que decanten el título de marcas. Y, de lo que hagan, puede ser muy importantes para mejorar las opciones de sus jefes de fila en el campeonato.

LOS DEMÁS
Duval estará en el equipo Stobart sustituyendo a Galli y su rendimiento es una incógnita. Algo más habría de esperar de Henning Solberg que está de paseo las últimas pruebas. De Subaru poco que decir. Al coche le falta un poco para pelearse con Ford y Citroen y Petter porque no quiere o se le ha olvidado, y Atkinson porque no llega, hace que lo mejor a lo que puedan aspirar sea la tercera plaza del podio y eso con condiciones.
Suzuki está en una encrucijada y no sería de extrañar que fueran a peor en lo que queda de año y que dejen languidecer el proyecto del SX4 ahora que parece más obsoleto que nunca ante las nuevas reglas que se otean en el horizonte del Mundial.

Con el buen sabor de boca y la gran emoción que nos dejó la prueba del año pasado, Gronholm le ganó el rallye a Loeb por 3 décimas, afrontaremos la de éste año.

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