LA FIA SE METE DONDE NADIE LA LLAMA
La decisión de la FIA de colocar un observador en el box de McLaren en el GP de éste fin de semana es absurda.
Principalmente porque se extralimita en sus funciones. Pero como ya lo hizo con motivo de los incidentes en Hungría, ahora se debe haber visto obligada de nuevo a meter las narices donde nadie le ha llamado.
Cuando Ferrari puso a la F1 en una situación delicadísima, palabras de Mosley en 2001 tras el GP de Austria, no se tomaron especiales medidas ni pasó realmente nada.
Pero ahora, insistiendo en el detalle de tras Hungría, vuelven a husmear torpemente dentro de un equipo donde nadie les ha llamado, no van a ser bienvenidos y van a hacer el ridículo más espantoso.
No voy a culpar al Presidente de la Federación por aceptar una invitación como la que ha aceptado. Él por lo menos va a estar asesorado por De la Rosa.
En fin, otro ejemplo más del camino errático y caprichoso que sigue tomando Max Mosley.