No me gusta nada como está cazando la perrita. La citación a Renault para que esté presente en Mónaco en el próximo Consejo Mundial reaviva la llama del espionaje.
La FIA ha marcado una base de actuación errónea. No se puede comparar lo que conocemos, o eso creemos conocer, como espionaje industrial del puro y duro ejercicio de la mejora y la competencia.
Espionaje industrial es el trasvase fraudulento de información, robo de secretos, y demás barbaridades que sí son perseguibles. Aunque ya vimos lo que pasó con los empleados de Toyota que tenían información de Ferrari. Básicamente nada.
Si la FIA va a empezar a dar pábulo a cualquier queja de cualquier equipo contra el vecino, estamos absolutamente perdidos.
Imaginemos que la marca x de coches fue la primera en usar diodos en los pilotos de sus coches. La marca z decide aplicarlo poco después y la marca x la denuncia por copia, plagio o uso de una idea propia. Pues no es muy diferente de lo que está pasando en la F1.
Si un ingeniero se va de un equipo a otro no hace falta que se lleve un documento. Si le fichan será por algo y sus ideas van con él, entre otras cosas por eso se le contrata.
El caso de Renault parece estar en una frontera incómoda, hay supuestamente algún documento con pesos y cotas, pero en general es una simple evolución “copiando” lo que hacen los rivales.
La F1 es eso, innovación y adaptación del resto. Y de ese resto sale otra innovación que es aplicada por el resto dependiendo de sus recursos. Eso es la F1.
Esta cultura del escándalo continuo sólo puede ser mala. Esa imagen de sheriff de Mosley no es buena. Lo equipos no son cuatreros ladrones de ganado. Simplemente se enfrentan por que la borrica ha pasado la linde y ha visto algo que no debe. Nada más.
Mejor nos iría a todos si se preocuparan de los temas importantes de verdad.
En cualquier caso esto no es de hoy. No es ninguna venganza de Ron Dennis sobre Alonso. La queja de McLaren ya salió en septiembre cuando el equipo británico fue condenado.