Mis Pasiones

Y SUMANDO
Si hay algo que hacer con Sebastien Loeb es, sin duda, agradecerle que nos haya regalado esta participación en el Monte más complicado en muchísimos años. Su exhibición, otra más, le ha permitido sumar su 7º entorchado en la mítica prueba y afianzar, aún más si cabe, su posición dominante en el Olimpo rallystico.

Como si de una sombra alargada se tratara, Loeb estaba en el Monte. Con su equipo de toda la vida dispuesto a disfrutar. Nunca fue un piloto de avasallar. No en el apartado de victorias, sí en el de dominio de los rallyes y de dar los mazazos en el momento oportuno.
Mucho se ha hablado de la falta de carácter y de cambio de ritmo de Hirvonen. De lo errático, si rápido de Latvala. De la velocidad de Sordo y lo que mejoró en tierra. Pero ninguno pudo batirle. Cada uno lo intentó a su manera. Hirvonen intentando forzar desde el principio pero sin respuesta en momentos puntuales. Latvala le llevó al límite en batallas, pero fue incapaz de ganarle una guerra. Sordo se plegó a su labor de compañero de equipo de manera perfecta y no pudo con él antes o después.
Sólo Ogier le logró exprimir, sacar incluso de sus casillas y batir. No pudo más que ganarle batallas, pero la guerra de nuevo cayó al lado de Loeb. No hace falta remontarse más atrás.

CLÁSICAS
Para un piloto como Loeb, este Monte era un caramelo irresistible. La posibilidad de juntar su nombre a las grandes especiales clásicas de la prueba era una opción irresistible. Y no esperó. En la segunda pasada de la primera etapa decidió el rally a su favor.
Le Moulinon y Burzet. Loeb comenzaba el rallye con el revés que le daba Ogier ante el que perdía el primer tramo. Pero reaccionó en un Burzet maravilloso, pleno de nieve e hielo.
Nada decía Ogier de que le importaba un pimiento lo que hiciera Loeb. En la segunda pasada por Le Moulinon, los 19,9 segundos que le endosaba Loeb eran un duro correctivo. Pero sería en un Burzet dantesco, con cambios constantes de agarre y condiciones, donde Loeb ganaría la batalla clave de la guerra. 53,7 segundos dejaban el rallye en su mano ya en la primera jornada. Lo triste es haber oído cosas como que ya se había cargado el rallye. Lo triste es no deleitarse, no reconocer y no disfrutar con el golpe táctico demoledor que decide todo un Rallye de Montecarlo. Ese, ‘no me importan los tiempos de Loeb llevaban implícita una rendición dolorosa’. Ogier no iba a poder batir a Loeb y, en un pensamiento lógico pero innecesario, recoger la túnica del campeón y reclamar vaya usted a saber qué.
Desde esa derrota abultada, Ogier cedía con Loeb 19.9 segundos en el resto del rallye. Más sal a la herida del de VW al que faltó regularidad. ¿Coche nuevo? sí pero bien probado. Dejémonos de excusas. Loeb es mejor y punto.

RUSO
Lo de Novikov ha sido más que remarcable. Plantarse 3º antes de la Noche del Turini es un logro sensacional. Lástima que su ‘Noche’ sólo durara un kilómetro tras un toque y arrancar una rueda. Hasta ese momento había dejado atrás incluso a Sordo. Su abandono hoy no debe empañar su gran actuación.
Sorvo volvía al podio tras subirse de nuevo a un coche competitivo. Ha estado flirteando con el podio desde el principio. En la última etapa para apuntalarlo ganaba en Loda.
Latvala tenía un debut con más sombras que luces. Aun así no hay que pasar por alto que estuvo perdido gran parte del rallye. Su accidente en el Turini le devuelve a ese oscurantismo de su fama, que tapa sus bondades y buen hacer.

FAVORITO
Uno de los favoritos a hacerse con la posición de Loeb era Hirvonen. En un rallye en el que ha sacado un resultado bueno, pero en el que su rendimiento ha sido malo, Mikko ha dejado muchas dudas. El más que buen debut de Ogier y que le haya batido Sordo no hace más que dejar dudas sobre el finlandés.
Puede que la alargada sombra de Loeb haya tenido mucho que ver, pero no ha sido Mikko un piloto en el que confiar. Y a pesar de todo ha sacado un gran resultado. Algo que el finlandés suele conseguir.
Mención especial merecen Hanninen y Ostberg. Juho ha hecho un gran rallye y ha reclamado su puesto entre la élite del WRC. Ostberg ha dejado más dudas que otra cosa.
Pero, sobre todo, las actuaciones en el Monte hay que cogerlas con pinzas. Sobre todo las malas. Es un rallye tan peculiar, tan distinto al resto que no debería utilizarse para sacar conclusiones. Por eso Hirvonen u Ostberg no deben ser juzgados con mucha dureza.
Pero sí sacamos la conclusión clara y diáfana. Y es que echaremos mucho de menos a Loeb cuando no esté. Frente a aquellos que piensan que su presencia es un cáncer y que su retirada será un soplo de aire fresco, disfrutaremos en lo que queda de lo que nos ha ofrecido aquí. Y eso que nos han privado, lógicamente por problemas de seguridad, de los dos últimos tramos. Cierto es que con las posiciones muy estabilizadas.
Un dominio estratégico inigualable y unos golpes tácticos irreprochables que le dejan con 77 victorias. Y sumando.

Tags: clasico, hielo, Loeb, Monte, nieve, Ogier, Sordo, VW

This entry was posted on Domingo, Enero 20th, 2013 at 1:28 and is filed under Marcas, Pilotos, Rallyes. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.