RALLYE DE SUECIA 2016

VISIÓN DE FUTURO
A Ogier le falló la visión de futuro al comentar antes del rallye que no entendía que estaban haciendo allí. Sin embargo sí tuvo esa visión para anticipar estratégicamente la prueba. Pasó de cometer una torpeza a la excelencia.
Los tramos del sábado tenían nieve fresca, recién caída. El blanco elemento había llegado para completar la ingente obra que había tenido que realizar la organización en los días previos. La anulación de la prueba estuvo muy cerca. Se recortó el recorrido. Anulando tramos y pasadas. Se arreglaron aquellos tras los reconocimientos y cuando llegó el frío, se pasó con camiones cisterna que echaron agua para que se formara lo verdaderamente importante para poder correr en Suecia. La capa de hielo de la base.
Los tramos del sábado, con sólo uno repitiéndose, debían marcar el rallye y ser casi decisivos, una vez que para el domingo quedaban sólo los 16 km. de la Power Stage. En el primer tramo Ogier salía a por todas. Sabía de su desventaja al abrir pista y necesitaba perder lo mínimo posible. Si sus perseguidores, cinco en un pañuelo, le recortaban un buen puñado de tiempo, tendrían alas para superarle en el tramo siguiente. Pero incomprensiblemente, sus rivales salieron dormidos al tramo y Ogier sentenció allí el rallye. Quizá con Latvala y Meeke fuera de los puntos por problemas, el finlandés sufrió la rotura de un palier y el escocés vio como otra piedra le abría la dirección, fuera más fácil para el de VW jugarse el todo por el todo. El caso es que Ogier pasó de tener un colchón de entre 26 y 42 segundos a disfrutar de entre 32 y 50. Y con un rival menos. Sordo.
DESVENTURA
No es un rallye que le haya dado demasiadas alegrías a Dani Sordo. Dani era capaz de estar ahí arriba aguantando pero siempre ocurría algo. Un pequeño error, problemas con el coche. Las circunstancias le habían hecho enredarse en una lucha por el segundo escalón con otros 4 rivales. Quizá la conducción tan agresiva de Ogier le perjudicó indirectamente. El francés mordió todas las cunetas y quizá metió piedras en la trazada. En especial en una zona en la que no pudo evitar el cántabro golpear una de ellas y que le costó dejarse un minuto en la general. Finalmente acabó en 6ª posición igualando su mejor resultado aquí.
LA ESPERANZA BLANCA
Hayden Paddon fue quién emergió del grupo de perseguidores, formado por Mikkelsen, Ostberg, Tanak, Sordo y el propio neozelandés, para dar a Hyundai su segundo podio del año y postularse como una de las realidades más atractivas del mundial. Salvó la cara de la marca coreana que, aparte de la desgracia de Sordo, perdió a Neuville ya el viernes por un problema de transmisión.
DESASTRE
Si en Montecarlo era un error suyo, en Suecia la desgracia se cebaba con Latvala. La rotura de un palier ya en el primer tramo le dejaba fuera de cualquier lucha y fuera de los diez primeros. Resultado: 0 puntos y a 56 de Ogier. Hércules lo tuvo más fácil con sus trabajos.
Kriss Meeke de nuevo se quedó fuera por una piedra. Esta vez estaba justo en el borde interior de una curva, de nuevo a derechas, y el escocés tuvo la mala suerte de que al golpearla se abrió la dirección de su DS3.
Si unimos que Mikkelsen no estuvo fino, aunque sí con suerte porque su incidente le pudo costar más caro, y que Ostberg completó un rallye muy bueno pero sin poder plantar cara a Paddon, la situación del mundial es crítica. Así que mejor nos olvidaremos de que Ogier ha ganado las tres últimas ediciones del rallye mexicano.
Lo bordó Ogier que no tuvo sensibilidad con la organización. Pero sí con la afición brindando tramos antológicos y ganando por tercera vez la prueba sueca. Le faltó visión de futuro al francés, que no se dio cuenta de que estaba en el país nórdico para sentenciar el mundial 2016.
VISIÓN DE FUTURO
A Ogier le falló la visión de futuro al comentar antes del rallye que no entendía que estaban haciendo allí. Sin embargo sí tuvo esa visión para anticipar estratégicamente la prueba. Pasó de cometer una torpeza a la excelencia.
Los tramos del sábado tenían nieve fresca, recién caída. El blanco elemento había llegado para completar la ingente obra que había tenido que realizar la organización en los días previos. La anulación de la prueba estuvo muy cerca. Se recortó el recorrido. Anulando tramos y pasadas. Se arreglaron aquellos tras los reconocimientos y cuando llegó el frío, se pasó con camiones cisterna que echaron agua para que se formara lo verdaderamente importante para poder correr en Suecia. La capa de hielo de la base.
Los tramos del sábado, con sólo uno repitiéndose, debían marcar el rallye y ser casi decisivos, una vez que para el domingo quedaban sólo los 16 km. de la Power Stage. En el primer tramo Ogier salía a por todas. Sabía de su desventaja al abrir pista y necesitaba perder lo mínimo posible. Si sus perseguidores, cinco en un pañuelo, le recortaban un buen puñado de tiempo, tendrían alas para superarle en el tramo siguiente. Pero incomprensiblemente, sus rivales salieron dormidos al tramo y Ogier sentenció allí el rallye. Quizá con Latvala y Meeke fuera de los puntos por problemas, el finlandés sufrió la rotura de un palier y el escocés vio como otra piedra le abría la dirección, fuera más fácil para el de VW jugarse el todo por el todo. El caso es que Ogier pasó de tener un colchón de entre 26 y 42 segundos a disfrutar de entre 32 y 50. Y con un rival menos. Sordo.
DESVENTURA
No es un rallye que le haya dado demasiadas alegrías a Dani Sordo. Dani era capaz de estar ahí arriba aguantando pero siempre ocurría algo. Un pequeño error, problemas con el coche. Las circunstancias le habían hecho enredarse en una lucha por el segundo escalón con otros 4 rivales. Quizá la conducción tan agresiva de Ogier le perjudicó indirectamente. El francés mordió todas las cunetas y quizá metió piedras en la trazada. En especial en una zona en la que no pudo evitar el cántabro golpear una de ellas y que le costó dejarse un minuto en la general. Finalmente acabó en 6ª posición igualando su mejor resultado aquí.
LA ESPERANZA BLANCA
Hayden Paddon fue quién emergió del grupo de perseguidores, formado por Mikkelsen, Ostberg, Tanak, Sordo y el propio neozelandés, para dar a Hyundai su segundo podio del año y postularse como una de las realidades más atractivas del mundial. Salvó la cara de la marca coreana que, aparte de la desgracia de Sordo, perdió a Neuville ya el viernes por un problema de transmisión.
DESASTRE
Si en Montecarlo era un error suyo, en Suecia la desgracia se cebaba con Latvala. La rotura de un palier ya en el primer tramo le dejaba fuera de cualquier lucha y fuera de los diez primeros. Resultado: 0 puntos y a 56 de Ogier. Hércules lo tuvo más fácil con sus trabajos.
Kriss Meeke de nuevo se quedó fuera por una piedra. Esta vez estaba justo en el borde interior de una curva, de nuevo a derechas, y el escocés tuvo la mala suerte de que al golpearla se abrió la dirección de su DS3.
Si unimos que Mikkelsen no estuvo fino, aunque sí con suerte porque su incidente le pudo costar más caro, y que Ostberg completó un rallye muy bueno pero sin poder plantar cara a Paddon, la situación del mundial es crítica. Así que mejor nos olvidaremos de que Ogier ha ganado las tres últimas ediciones del rallye mexicano.
Lo bordó Ogier que no tuvo sensibilidad con la organización. Pero sí con la afición brindando tramos antológicos y ganando por tercera vez la prueba sueca. Le faltó visión de futuro al francés, que no se dio cuenta de que estaba en el país nórdico para sentenciar el mundial 2016.
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