UNA CASA DE PUTAS(CON PERDÓN)
Como, creo, que no podía ser de otra manera la FIA ha rechazado la apelación presentada por McLaren a raíz de la sanción de 25 segundos recibida por Lewis Hamilton tras la ya famosa maniobra de la Spa y el adelantamiento en La Source a Kimi Raikkonen.
Ya me sorprendió en su momento la propia apelación. Porque como bien reza en el escrito de la Comisión de Apelación de la FIA, las sanciones dictadas por los comisarios en carrera son inapelables. La recibida por Hamilton, sigo diciendo que justísima, es una sanción de carrera aunque aplicada a posteriori debido a la cercanía del final de la misma. Viendo en cualquier caso el comportamiento del equipo anglo-alemán, y dada la especial característica inglesa de no irse de ningún sitio sin luchar, no debería de extrañar su comportamiento. Pero el reglamento lo dice claro, este tipo de sanciones son inapelables. Pero ellos erre que erre y haciendo ruido.
LA FIA
Lo que si que ha quedado claro es el esperpento en el que se ha convertido la FIA, una verdadera casa de putas (con perdón).
Tras la maniobra, y porque el propio equipo no debió ver claro el movimiento de Hamilton y no tenían la conciencia tranquila, McLaren le preguntó a Charlie Whitting si le había parecido correcta. Éste contestó que para él era legal. No se duda de la buena fe de Whitting(bueno un poco sí pero el por qué lo veremos ahora), pero él no es el que tiene que tomar la decisión. De hecho luego apoyó la resolución tomada por los comisarios. Un tipo muy corporativo.
Pero lo peor de todo vino en la propia vista ayer lunes. McLaren presentó un precedente ocurrido en el GP de Japón celebrado en Fuji el año pasado. Allí Liuzzi recibió una sanción de tiempo por adelantar con banderas amarillas a Sutil. La apelación posterior sí fue aceptada.
Hasta aquí no pasa nada. McLaren presentó el caso a la FIA antes de la vista ante Apelación. Charlie Whitting argumentó que había hablado con Tony Scott-Andrews, de infame recuerdo para el automovilismo español, responsable de los comisarios y que éste le había dicho que se habían equivocado y que la sanción debió ser un drive-through al italiano lo que no habría sido apelable.
McLaren recibió una contestación de la FIA, buscando que retirara la apelación, argumentando que entonces había habido un error, lo que no era el caso con ellos, y que la apelación no prosperaría.
McLaren, erre que erre, contacto con Scott-Andrews. Según lo que presento McLaren el lunes, hay que darle la credibilidad justa (no digo que no sea verdad pero puede tener matices), Scott-Andrews negó no sólo haber tenido ninguna conversación al respecto con Whitting, si no que apoyaba totalmente la decisión tomada, entre otros, por él mismo.
Tras estas cosas es entendible que McLaren, ante el desliz y la confusión, siguiera adelante con la apelación.
¿Y ahora qué? Porque esto todavía no ha terminado de estallar y la noticia es el rechazo de la apelación. Pero cuando esto empiece a ser comentado,¿en qué lugar va a quedar la FIA?
Con un Director de Carrera que miente sin pudor. Con un Presidente que puede haber ganado un juicio civil pero que ha perdido el moral y que se empeña en seguir atornillado a la poltrona y que amenaza con presentarse a la reelección.
La FIA tiene un problema gravísimo de credibilidad que empieza por el propio máximo mandatario y que sigue por algunos de sus principales figuras.
Una verdadera casa de putas, con perdón.