JUSTICIA DIVINA
Es la palabra que más he oído desde ayer por la tarde y durante toda la mañana. Da igual si poética, divina o simplemente justicia.
El resultado final del campeonato puede ser sorprendente, pero algunos se han empeñado en perderlo con todas sus fuerzas.
La prepotencia de McLaren al ignorar la experiencia de un bicampeón del mundo curtido en estas batallas es la clave. Alonso ya le ganó a Ferrari. Vivió y durmió pensando en como batir a los coches ‘rosso’. Y no sólo en McLaren no han aprovechado ese conocimiento sino que no han dejado a Alonso poner en práctica lo que él consideraba más oportuno.
Pero más significativo es el rendimiento del coche de Fernando en Brasil. Si en la última carrera del año, en teoría en el mejor punto de la evolución, es en la carrera en que te quedas más lejos de los Ferrari, sobran las palabras. Los que quieran seguir defendiendo que a Fernando no se le ha tratado mal en McLaren, están en su derecho.
Sobre Hamilton: El sábado se le llenó la boca diciendo que sólo pensaba en el campeonato y no en la carrera. Meeeeeeeeeeec, error. Cambió de opinión en lo que tardó Alonso en pasarle y enseñarle la muleta. Codicioso se fue a por ella y por la hierba. A partir de ahí perdió el norte tanto él como el equipo. Su error tras Heidfeld fue grave, provocó los problemas de cambio posteriores, pero desde el muro no supieron calmarle y se precipitaron a la hora de montarle las superblandas.
Sobre Ron Dennis: Su enfrentamiento a Anne Giuntini, un abrazo Anne, le deja en muy mal lugar. Ese aire de medrador amenazante requeriría de una respuesta contundente. Su caballerosidad, si es que le quedaba alguna, ha quedado por los suelos. Pero hay una cosa que me ha dejado lívido. Ha dado a entender que sin el problema de la caja de cambios el devenir de la carrera habría sido otro. Sin duda, pero no puede obviar que ese problema lo ha producido la salida de pista de su protegido. En cualquier caso recomendarle al Sr. Dennis que se lea la columna de ayer en El País de su compatriota James Allen sobre lo bien que saben perder los británicos.
Sobre T5: Bonito esfuerzo pero parece que fueron los únicos que no se enteraron de que todo el mundo estaba contento menos ellos.
Y un reproche. Qué ocasión perdida para usar la cámara autónoma como Dios manda y haber estado al lado de Dennis para verle la cara al finalizar la carrera. Que ocasión se ha perdido y que placer robado. Al fin y al cabo, lo que queríamos era ver su rictus y el de “papuchi”, el resto daba igual.
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