RALLYE DE ALSACIA

A SUS PIES
Sebastien Loeb, como se esperaba, certificó su novena corona mundial en casa. Dominando de cabo a rabo la prueba en Alsacia y demostrando, una vez más, que no hay rival posible para este Caníbal francés que ha masacrado a más de una generación de rivales.

Su primera temporada completa fue en 2003. Acabó subcampeón obedeciendo órdenes de equipo. Ya se había estrenado con el Rallye de Alemania la temporada anterior y se le escapó el ‘Monte’ por un error del equipo.
En 2003 sólo le batió Solberg. Dejando detrás a Sainz, Burns, Martin, Gronholm, McRae o Makinen.
De ahí a arrasar y cerrar las carreras de Sainz, Makinen, etc. Más las de sus contemporáneos, Hirvonen, Latvala  y sobre todo Gronholm. Marcus es el hombre puente entre dos generaciones. Batió a la anterior, pero nunca pudo con el astro francés.
Excelso en asfalto, preciso en la tierra, victorioso en la nieve sueca o noruega y en el test más extremo de los rallyes, Finlandia. Le falta el Safari pero sólo lo disputó una vez en los albores de su carrera. Ningún rallye se le ha resistido, y así hasta sumar 75 en total.

ALSACIA
Haguenau, donde nació, era el tramo donde acababa el rallye. Allí cruzó la meta y celebró junto a Daniel Elena algo que se podría pensar rutinario. Un nuevo título. Nueve.
Sin dar opción en la prueba, mandando desde el principio y, a pesar de un susto en la primera curva del primer tramo del último día, aunque no tenía necesidad de ganar. Pero la victoria es parte intrínseca de él y le acompaña inexorablemente.
Detrás Latvala volvía a mostrar un buen nivel pero no suficiente. El maldito error le retrasaba lo justo para terminar de dar alas, si es que las necesitaba, al francés. Hirvonen estaba un poco mejor pero nada especial. Los problemas ajenos, evitarlos es una virtud, le auparon al podio y contribuyó a dar un nuevo título a Citroen.
Buena actuación de Neuville que batía a Ostberg y se favorecía de la locura de Petter Solberg y del abandono de Sordo.
El español comenzó fuerte la última etapa luchando con Neuville por la 4ª posición. Pero en Haguenau su dirección asistida dijo basta y no pudo salir al siguiente tramo. Ojalá tenga revancha en España.
El noruega protagonizaba un incidente bizarro, absurdo, peligroso y más que reprobable.
Se salía en un error de las notas. Bien. Pero seguía acelerando a través de las vides, cruzar el tramo y yendo a impactar contra un poste de luz que, afortunadamente, se vio frenado en su caída por un árbol frutal que rindió su último servicio al ser humano. No dando sus mejores frutos si no dando su vida para salvar la de tres incautos que corrían a ayudar al descerebrado piloto noruego. No es de recibo en un piloto de su experiencia semejante actitud y comportamiento. Como mínimo debió ser excluido del rallye.

Dos pruebas le quedan a Loeb para seguir engordando su palmarés. El año que viene le espera el ‘Monte’ y lo que él quiera. Muchos piensan que el Mundial mejorará sin su presencia. Yo creo que no. Que perderá al mejor piloto de rallyes de la historia. Por velocidad, versatilidad y espíritu estratégico, algo tan difícil de demostrar en estos tiempos modernos. Gracias por todo Seb. A sus pies.

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