DOS TAZAS
Podíamos prometérnoslas muy felices con la retirada de Loeb. Más igualdad, incertidumbre. ¡Ja! Otro Sebastien, Ogier, amenaza con retomar el testigo y, de la mano de VW, inaugurar una nueva era en el WRC. La de Ogier y VW.
Quizá el apodo de ‘mini-seb’ era por parte de algunos peyorativo. Por los más una simple distinción a su condición de recién llegado y joven. El ‘Monte’ ya demostró que, si bien no podía ganar a Loeb, tuvo la presencia de ánimo suficiente para medir y mantener la 2ª plaza.
Aquí en Suecia, jugando con su apodo, podemos decir si ningún genero de dudas que ‘mini-seb’, se ha convertido por lo menos en ‘SEB’. Porque Ogier ha manejado el rallye a su antojo. Consiguió una ventaja apreciable la primera etapa. La mantuvo en la segunda y jugó con ella en la tercera. Tanto así que en el último tramo, la Power Stage, arrasaba a Loeb. Y ha sido sorprendente.
LOEB
La sola presencia de Loeb en la 2ª plaza ha mantenido el rallye en vilo. En cada tramo parecía como si la figura del francés de Citroen fuera a engullir a la de su compatriota de VW. Esa grandeza de Loeb nos ha impedido ver que Ogier lo tenía todo bajo control. Ese último tramo ha sido demoledor. Esa misma sensación nos dejó Loeb en el ‘Monte’. De ser inalcanzable, de manejar a su antojo la prueba. Entonces en el Principado no había dudas sobre la victoria de Loeb. Sí, alguna duda se albergaba como las gomas que le quedaban a cada uno, etcétera. Pero de Loeb no dudaba nadie.
ESTILO
VW ha hecho una máquina, al menos por lo visto en la nieve e hielo suecas, impresionante. Dejó muy buena impresión en los tramos que jalonan la Ruta Napoleón. Pero aquí, donde ha hecho muchos test, ha sido demoledora. Con un reglaje perfecto, tirando al subviraje, que además se ha adaptado muy bien al estilo de Ogier.
Jari Matti Latvala es de sobras conocido. Es quizá el talento salvaje más grande de los rallyes. Pero igualmente es muy proclive al error. Y además al error catastrófico. Que Jari Matti haya declarado que si quiere ganar va a tener que cambiar su estilo de pilotaje, es más que significativo.
CRISIS
Marcus Gronholm no pudo con Loeb. Después fueron Hirvonen, y el propio Latvala, los que lo intentaron por tierra, nieve y asfalto. Y curiosamente el piloto que más problemas ha causado a Loeb ha sido Ogier la temporada que coincidieron en Citroen. ¿Está en crisis el piloto nórdico? No, ahí están los ejemplos de los que hay y los que vienen. Pero sí de cierto estilo de conducción más, llamémosle, espectacular. La evolución de los coches de rallyes requiere otro tipo de conducción más fina. Más de ir por raíles. Como me decía Nacho Villarín por tuiter, el VW va como un tren (o hay que llevarlo como un tren). Quizá los jóvenes nórdicos, que han hecho y están haciendo carrera disputando otros campeonatos de nivel, puedan estar más preparados. No digo que sean mejores pilotos que Hirvonen o Latvala, simplemente distintos. El tiempo nos dirá si es así. Pero sólo una vez había habido dos pilotos no nórdicos en el podio. Año 1996: Sainz y McRae, 2º y 3º respectivamente. Se ha vuelto a repetir esa presencia de dos pilotos no nórdicos pero esta vez con un doblete.
EL RESTO
El rallye muy polarizado de entrada, lucha por la victoria por un lado, por entrar en el podio Ostberg y Latvala, y el resto. Ostberg y Latvala se las han tenido tiesas en un duelo a la décima que al final ha caído del lado del noruego. De ahí venían esas declaraciones de Latvala sobre su estilo. Ostberg ha vuelto ha demostrar que en este rallye es un especialista. Batir como lo ha hecho a Latvala en una lucha durante todo el rallye denota carácter y le dará un buen bagaje. Al fin y al cabo es el piloto punta de Ford.
En tierra de nadie se quedaron pronto Henning Solberg, Novikov o Hanninen. Más atrás Neuville y Sordo. Casi todos sufrieron problemas. Henning veía como el alternador le dejaba tirado camino de su Noruega natal. Aunque conseguía arreglarlo perdía varios puestos. Novikov después de un rallye soberbio, tiraba todo por la borda, como Sordo, en la segunda pasada por el tramo corto noruego. Sordo se dejaba allí su unidad privada, que en nada era parecida a la de Loeb o Hirvonen, contra un talud que escondía una piedra. E Hirvonen.
Mikko comenzaba el rallye dejándose un mundo en el primer tramo de verdad. Quiero pensar que a partir de ahora y hasta Argentina, donde volverá Loeb, se quitará esa presión. Pero en un rallye donde uno de los escalones del podio tiene su nombre, ha perdido una gran ocasión. Así Neuville ha acabado 5º haciendo algo sencillo. Evitar problemas.
Así que dejamos atrás un rallye que ha mantenido la tensión hasta el final. En el que VW ha vuelto a saborear las mieles del triunfo con las que se deleito. a medias porque sólo puntuaba para pilotos, en el Costa de Marfil de 1987. En el que dos pilotazos nos han brindado sus mejores versiones. Un rallye donde pensában muchos que se iban a librar de la dictadura de Loeb. Pues si no querías caldo, toma dos tazas. Ogier amenaza con mantener esa dictadura. Veremos si alguien es capaz de derrocarla.
Tags: Citroen, costa de marfil, eriksson, estilo, Latvala, Loeb, Ogier, Suecia, VW, WRC
Me refiero a que un buen piloto sin un equipo detras que lo respalde no es nadie.
No entiendo qué quieres decir
Esto es como el Dakar pero durante toda la temporada:ESTRUCTURA.Si Ogier es tan grande, que se hubiera quedado en Citroen.