RALLYE DE FRANCIA

Ogier e Ingrasia se han hecho con su primer mundial en un VW

Y SE MARCHÓ

Era su último rallye. Quizá por eso la competencia ha sido fiera y la pelea ha durado hasta el el último tramo. Para no molestar al Dios Supremo de la categoría. Dios que decidió bajar una vez más a la arena y estar en la lucha por la victoria.

Probablemente este Rallye de Francia ha sido el mejor en mucho tiempo. Un rallye con cinco protagonistas que lo han dado todo en unas condiciones muy difíciles. Tramos mixtos, otros muy sucios. Y como guinda en la última jornada, muy mojados y sucios que, en el momento de la verdad, le han puesto los nervios a flor de piel a todos.

CAMPEÓN
Los organizadores decidieron colocar la Power Stage en el primer tramo. Neuville no pudo ganarla, Sordo fue más rápido, y Sebastien Ogier se proclamó por primera vez Campeón del Mundo. Y con una curiosidad. Nadie había sido campeón con una marca debutante. Muestra del nivel alcanzado por VW frente a las más que estabilizadas Citroen y Ford.
El viernes Ogier estuvo perdido. dejándose mucho tiempo. No se le puede culpar. Lograr el sueño, completar la ambición le pasó factura. El francés reconoció que aunque no lo celebró prácticamente, le costó mucho dormir. Al ritmo y con las condiciones que comenzó el rallye, lo pagó dejándose bastante tiempo. Sin terminar de coger confianza con las condiciones cambiantes, su monta de duras no le ayudó con las zonas húmedas. No estaba descartado pero casi.
Por delante Loeb. Latvala aguantaba el tipo. Neuville iba a la contra con sus gomas y Sordo se mantenía a la expectativa rondando el podio y soldado a sus rivales.
Sería el belga el que rompería el rallye con sus gomas. Abriendo un hueco importantísimo y, que vistas las diferencias, que podía ser más que importante a la vista de lo que quedaba.

REMONTAR
La siguiente jornada tenía la atención en dos pilotos. Neuville como líder y liebre a la que todos los galgos querían cazar, con poco éxito. Y Ogier. Al qué dada su distancia con el liderato, pero no con el resto de sus rivales, le hizo pasar desapercibido en la general. Pero Neuville cometió un error. Se fue recto en un cruce y golpeó una piedra que desllantó, y desinfló, uno de sus neumáticos. Ahí sea acabó, salvo desastre de todos sus rivales sus opciones. Sordo era el nuevo líder con los cuatro aspirantes a la victoria en menos de 6 segundos.

TORMENTA
El cántabro aguantó a Latvala hasta el último tramo en el que por unas décimas perdió el liderato. Y llegó el sábado por la noche y con él un temporal de agua. Los tramos en muchas zonas con mucho agua y la lluvia, no tan fuerte, no cesaba. Pero otra tormenta se iba a desatar en los tramos. Sebastien Ogier y su VW. ¿En dónde recuperó la confianza? Quizá la corona de campeón le insufló la misma. O quizá el no tener nada que perder. El caso es que Ogier reventó el rallye en el primer tramo, colocándose líder. Consiguiendo una ventaja estratosférica para lo que habíamos visto hasta ese momento, en un sólo tramo. Cuando confirmó su ritmo la victoria no se le escapó. A su vez Sordo fue abriendo hueco con Latvala y aseguró la segunda posición después de otro rallye fabuloso en asfalto. ¿Y Loeb? Loeb se salía en los primeros compases del día. Una larga curva a derechas, un charco y el francés que era sorprendido por los elementos. Acababa patas arriba.

El golpe para Citroen en el mundial de constructores era casi decisivo, más con el tercer puesto de Latvala. El finlandés completaba uno de sus mejores rallyes. Con una consistencia admirable en unas condiciones más que difíciles. Algo que es noticia en el errático Jari Matti. En cualquier caso ha dejado claro su idilio con el asfalto. Todo lo contrario que Hirvonen que no daba prácticamente pie con bola.
Mientras Ogier celebraba el título y una nueva victoria en este año triunfal, dos hombres eran paseados por las calles del pueblo de uno de ellos.
Loeb y Elena se despedían a bordo de un descapotable. Seguro que habrían querido despedirse de otra manera. Pero con su palmarés, despedirse luchando por la victoria, contando el tiempo de inactividad, es lo más importante que les podía pasar. Siempre fueron protagonistas. Y aunque uno con su retirada ha eclipsado el título del otro y viceversa, han conseguido no solaparse con el final del rallye. El Caníbal le ha dado el relevo a un digno sucesor. Y se marchó.


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2 Responses to “RALLYE DE FRANCIA”

  1. Sardi dice:

    A mi me encantó este rallye porque, aunque no hasta al final, si que hubo dias con 5 pilotos en la lucha y eso hacía mucho que no se veía.

    Neuville esta muy consistente hasta su problema, Latvala no parecía él, Sordo bien aunque le faltó aguantarle el punch que soltó Ogier, éste muy bien porque no se pudo nervioso por la perdida del primer dia y supongo que o con un cambio de reglajes o de actitud machacó a todos en un tramo que nos volvió a las epocas de Loeb

    Y que decir del gran francés. Puede que se despida con una salida de carretera, pero su trayectoria y su hacer en el WRC esta ya que escrita con letras mayusculas. Y encima dejando una cifra redonda de 900 scratch, para que sea facil recordarlo.

  2. Juanan dice:

    Una forma un poco triste para Loeb de despedirse, hubiera sido mejor dejarlo el año pasado al terminar e irte a lo grande.

    Lo de correr unos pocos rallys sueltos este año me ha parecido un poco bacalá.

    Pero tienes razón. Tiene un digno sucesor, puede marchar tranquilo.