RALLYE DE ITALIA

DEPREDADOR
Las victoria de Ogier en Cerdeña estuvo basada principalmente en la estrategia. Con un depredador, esperó su momento agazapado y cuando arrancó a correr Paddon no pudo evitarle.
México, Argentina, ahora Cerdeña. Quizá han sido rallyes muy duros y bastante seguidos. Pero no nos vamos a quejar de ello ahora. Menos, cuando hemos conseguido que la estrategia entre en juego y no sólo un puñado de tramos repetidos sin mayor sentido que ir deprisa.
Porque Cerdeña, el Rallye de Italia, decidió programar una etapa el sábado maratoniana. No había más que ver las caras de los pilotos antes del último tramo y al acabar la etapa para darnos cuenta, con toda su crudeza, cómo han cambiado los rallyes.
Hace veinte o treinta años, la etapa sarda se la habrían merendado con toda naturalidad pilotos que fumaban, en muchos casos, no estaban especialmente en forma, muchísimos de ellos, y que eran capaces de meterse entre pecho y espada esa etapa multiplicada por tres como mínimo.
La imagen de los pilotos de hoy en día demacrados, buscando árnica…con coches infinitamente más fáciles de llevar que los de entonces. Súper preparados físicamente, con dietistas, psicólogos y demás fanfarrias es chocante.
En una entrevista reciente a Antonio Boto, me decía que los Grupo B eran coches para pilotos y no para niñatos. Entiéndase al bueno de Antonio que no quería ser despectivo con los pilotos actuales. Entre los que protege a alguno y ayuda a subir a la cima.
Es cierto que los coches actuales tienen un paso por curva fantástico y eso pone una tensión máxima en todos y cada uno de los tramos. Pero quede aquí la constancia de esas diferencias y lo que ha cambiado todo.
PADDON
Sin duda el héroe del Rallye fue uno de esos pilotos que parecen llamados a la gloria en un futuro cercano. Hayden Paddon. Su posición de salida le favoreció el viernes y el sábado. Y mantuvo con bastante control el liderato del Rallye durante 15 tramos. Marcó un buen puñado de scratch y estuvo entre los mejores siempre. ¿Pero habría pasado esto de haber salido en una posición más cercana a Ogier? Por supuesto que no.
El orden de salida del sábado, que visto el resultado hay que aprobar hasta cierto punto, le permitió en el primer bucle de las etapas marcar muy buenos tiempos. En el segundo, con el tramo más igualado para todos, ya sufría más pero fue capaz de bandear la situación. Pero al final la presión de Ogier le llevó a cometer algún error y finalmente el Hyundai se rompió.
ESCABECHINA
Tramos rotos, estrechos, muchas piedras. Cocktail ideal para las rotulas de suspensión y quedarse en tres ruedas. Eso, y su gran actuación, le permitió a Paddon acabar en segunda posición a pesar de sus problemas. Porque los aspirantes a ese podio, los VW de Latvala y Mikkelsen, Meeke e incluso sus compañeros de Hyundai, pasaron por problemas. Mikkelsen y Latvala cometieron el errorcito desastroso. Meeke también. Sordo vio como una llanta defectuosa no aguantó un toque. Los Ford…madre mía. Tanak asomó la cabeza pero me sigo preguntado que pinta Evans en el mundial. Tiene algo más de nivel que el otrora Slowson o Wilslow, el hijo de Malcoml Wilson. Y si tiene los duros para estar ahí, perfecto. Pero es una pena que uno de los coches pata negra de M-Sport esté en manos de un piloto que tras un año y medio en el mundial, ha demostrado que es capaz de ir despacio en los rallyes duros para acabar en cuarta posición. Una pena y un desperdicio.
ATAQUE
Ogier pasó por los tramos el viernes sin forzar ni arriesgar. No era su guerra. Simplemente tenía que tumbarse bajo un baobab y escrutar y vigilar a sus presas. El sábado ya tenía claro que el objetivo era Paddon y arrancó hacia él. El neozelandés le trató de evitar. Pero había estado retozando, llevando al límite a su Accent para mantenerse arriba. Mientras Ogier no había forzado. Él y su montura estaban frescos y atacó, cazó y se comió a Paddon que lloraba desconsoladamente con una avería en su coche.
CAMPEONATO
Sólo un problema como aquel de Loeb que le dejó medio año sin correr le podría quitar el título. Nadie ha conseguido correr con la cabeza de Obier y por supuesto su velocidad. Cuando decide que ahora, es imparable y en la isla sarda volvió a dar un Master y a lograr una gran victoria con una lección magistral.
Enhorabuena a la organización que además debería ir un poco más a su bola. Si quieren meter tramos de 70 kilómetros que lo hagan. Y el resto que se apriete los machos y se ajuste los guantes. Si no quieren que se hable de que el mundial hay un piloto y el resto, ‘niñatos’. Un piloto que como un guepardo ajustó su táctica de caza a la perfección. Un súper depredador.
DEPREDADOR
Las victoria de Ogier en Cerdeña estuvo basada principalmente en la estrategia. Con un depredador, esperó su momento agazapado y cuando arrancó a correr, Paddon no pudo evitarle.
México, Argentina, ahora Cerdeña. Quizá han sido rallyes muy duros y bastante seguidos. Pero no nos vamos a quejar de ello ahora. Menos, cuando hemos conseguido que la estrategia entre en juego y no sólo tener un puñado de tramos repetidos sin mayor sentido que ir deprisa.
Porque Cerdeña, el Rallye de Italia, decidió programar una etapa el sábado mi dura, maratoniana. No había más que ver las caras de los pilotos antes del último tramo y al acabar la etapa para darnos cuenta, con toda su crudeza, cómo han cambiado los rallyes.
Hace veinte o treinta años, la etapa sarda se la habrían merendado con toda naturalidad pilotos que fumaban, en muchos casos, que no estaban especialmente en forma, muchísimos de ellos, y que eran capaces de meterse entre pecho y espada esa etapa multiplicada por tres como mínimo.
La imagen de los pilotos de hoy en día demacrados, buscando árnica…con coches infinitamente más fáciles de llevar que los de entonces. Súper preparados físicamente, con dietistas, psicólogos y demás fanfarrias es chocante.
En una entrevista reciente a Antonio Boto, me decía que los Grupo B eran coches para pilotos y no para niñatos. Entiéndase al bueno de Antonio que no quería ser despectivo con los pilotos actuales. Entre los que protege a alguno y ayuda a subir a la cima.
Es cierto que los coches actuales tienen un paso por curva fantástico y eso pone una tensión máxima en todos y cada uno de los tramos. Pero quede aquí la constancia de esas diferencias y lo que ha cambiado todo.
PADDON
Sin duda el héroe del Rallye fue uno de esos pilotos que parecen llamados a la gloria en un futuro cercano. Hayden Paddon. Su posición de salida le favoreció el viernes y el sábado. Y mantuvo con bastante control el liderato del Rallye durante 15 tramos. Marcó un buen puñado de scratch y estuvo entre los mejores siempre. ¿Pero habría pasado esto de haber salido en una posición más cercana a Ogier? Por supuesto que no.
El orden de salida del sábado, que visto el resultado hay que aprobar hasta cierto punto, le permitió en el primer bucle de las etapas marcar muy buenos tiempos. En el segundo, con el tramo más igualado para todos, ya sufría más pero fue capaz de bandear la situación. Pero al final la presión de Ogier le llevó a cometer algún error y finalmente el Hyundai se rompió.
ESCABECHINA
Tramos rotos, estrechos, muchas piedras. Cocktail ideal para las roturas de suspensión y quedarse en tres ruedas. Eso, y su gran actuación, le permitió a Paddon acabar en segunda posición a pesar de sus problemas. Porque los aspirantes a ese podio, los VW de Latvala y Mikkelsen, Meeke e incluso sus compañeros de Hyundai, pasaron por problemas. Mikkelsen y Latvala cometieron el errorcito puntual pero con consecuencias desastrosas. Meeke también. Sordo vio como una llanta defectuosa no aguantó un toque. Los Ford…madre mía. Tanak asomó la cabeza pero me sigo preguntado que pinta Evans en el mundial. Tiene algo más de nivel que el otrora Slowson o Wilslow, el hijo de Malcolm Wilson. Y si tiene los duros para estar ahí, perfecto. Pero es una pena que uno de los coches pata negra de M-Sport esté en manos de un piloto, que tras un año y medio en el mundial, sólo ha demostrado que es capaz de ir despacio en los rallyes duros para acabar en cuarta posición. Una pena y un desperdicio.
ATAQUE
Ogier pasó por los tramos el viernes sin forzar ni arriesgar. No era su guerra. Simplemente tenía que tumbarse bajo un baobab y escrutar y vigilar a sus presas. El sábado ya tenía claro que el objetivo era Paddon y arrancó hacia él. El neozelandés le trató de evitar. Pero el francés había estado retozando, mientras Paddon había llevado al límite a su Accent para mantenerse arriba. Él y su montura estaban frescos y atacó, cazó y se comió a Paddon que lloraba desconsoladamente con una avería en su coche tras algún toque. Cierto es que la superioridad del Polo le permite esos lujos. Pero tiene dos compañeros que no son capaces de llegar a ese nivel de excelencia.
CAMPEONATO
Sólo un problema como aquel de Loeb que le dejó medio año sin correr le podría quitar el título a Ogier. Nadie ha conseguido correr con la cabeza del francés y por supuesto su velocidad. Cuando decide que es el momento, es imparable. En la isla sarda volvió a dar un Master y a lograr una gran victoria con una lección magistral.
Enhorabuena a la organización que además debería ir un poco más a su bola. Si quieren meter tramos de 70 kilómetros que lo hagan. Y el resto que se apriete los machos y se ajuste los guantes. Si no seguirá habiendo esa sensación de que en el mundial hay un piloto y el resto son, ‘niñatos’. Un piloto que como un guepardo ajustó su táctica de caza a la perfección. Un súper depredador.
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