EL OJO DE MARKO

Helmut Marko perdió su ojo izquierdo durante la disputa del GP de Francia de 1972. No vamos a profundizar en la carrera del piloto austriaco, remarcable sobre todo en Sportcars, sino en su accidente y la posterior asistencia que recibió. En parte a esta pregunta que hacía Cíes en un comentario de la entrada:”Quién a hierro mata…”.


“Es muy probable que Herr Marko tenga una visión de las cosas muy particular. Seguramente el ser víctima de tanta ineptitud y falta de previsión en Rouen cuando perdió el ojo, le ha forjado ese carácter terrible y despiadado”. Vamos a ver que ocurrió aquella tarde en Clermont Ferrand.
El Auvergne. Una zona volcánica de la parte sur central de Francia. Zona muy racing francesa y que en esa época era centro neurálgico de la primera parte del Rallye de Montecarlo.
Helmut Marko conocía bien la zona porque en 1971 había ganado el Trofeo del Auvergne de Sportcars.
Para el GP de Francia disputado el 2 de julio, Marko recibía un mejorado BRM P160B con un nuevo motor en un circuito ’de piloto’ que además conocía. El austriaco no dejó pasar la ocasión y logró la 6ª posición en la parrilla.

PIEDRAS Y MÁS PIEDRAS
Marko dejó atrás a todos sus compañeros de BRM en la parrilla. Eso a pesar de que no había podido adaptarse perfectamente al nuevo chasis. De hecho Helmut no entraba bien del todo, no había tenido tiempo de que le ajustaran su posición, e iba más erguido de lo habitual.
El mayor problema con el que se encontraron los pilotos fueron las piedras en el trazado. Los pinchazos fueron numerosos pero lo peor se produjo en la vuelta número 9.
Marko estaba haciendo una carrera enorme, se había colocado en quinta posición y rodaba justo detrás del coche de Ronnie Peterson, March, sacando todo el partido que le permitía su BRM.
En esa vuelta una piedra lanzada por el coche del sueco impacto en el visor del casco del austriaco atravesándolo.

CADENA DE CASUALIDADES
Jackie Stewart había sufrido un incidente similar pero para su fortuna, o las cosas bien hechas, la piedra golpeó en el parabrisas de su Tyrrell. Aunque lo atravesó el piloto escocés no sufrió ningún daño. Hay que remarcar que Stewart escasco markotaba perfectamente situado en su monoplaza, no así Marko que como decíamos iba situado mucho más erguido y con su cabeza a más altura de lo normal.
La piedra lanzada por el March del sueco le golpeó en el visor atravesándolo y dañándole su ojo izquierdo. Que Marko fuera capaz de parar el coche sin mayores daños es algo insólito. Los médicos remarcan que cuando un ojo es dañado el otro se cierra automáticamente. Marko levantó su mano y se apartó, a más de 260 km/h, de la trazada para parar su coche en la cuneta.
El coche médico, un Porsche 911 pilotado por su compañero en Sportcars Vic Elford, tardó media hora en llegar. Como el Porsche no tenía plazas traseras le trasladaron a ver al médico del circuito subido al capó delantero del coche.
Éste les envió a un hospital, felizmente en una ambulancia, pero el conductor se equivocó de centro hospitalario. Cuando por fin llegaron al hospital adecuado el médico no estaba. Habían pasado casi tres horas desde el accidente. Mientras aparecía el doctor le atendió un médico especialista del aparato digestivo que, al menos, le pudo calmar un poco el terrible dolor que tenía.
Ese tiempo perdido fue vital para que no se pudiera salvar el ojo de Marko.
El piloto estuvo ingresado 40 días en el hospital de Clermont Ferrand y dos meses más en otro en Austria. Hastiado de operaciones y demás intentos, el propio Marko abandonó el tratamiento y se resigno a perder definitivamente su ojo izquierdo y a abandonar su carrera como piloto.

P.D. Los hechos están extractados de una entrevista a Helmut Marko.

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3 Responses to “EL OJO DE MARKO”

  1. Sardi dice:

    Desconocia toda la historia, solo habia oido alguna parte

    Eran otros tiempos y estas cosas mas o menos eran habituales. Otra cosa es la mala suerte de la piedra en el casco, pero hace poco Surtees tuvo mas mala suerte todavia y las medidas de seguridad estan a años luz

  2. ABAD dice:

    Impresionantes historia e incompetencia médica y organizativa.

    Un saludo y gracias

  3. cies dice:

    Genial, asias apañero!!!!.