Mis Pasiones

ESTÚPIDO

El GP de Mónaco tuvo varios momentos estúpidos durante su celebración. Aparte de ello. Volvió a quedar claro que es la joya de la corona de la F1. El GP con más audiencia y el que más expectación despierta.

Ya he defendido infinidad de veces lo que es el GP de Mónaco, lo que significa y su valor. Por eso no voy a entrar a comentar de nuevo las descalificaciones hacia el mismo. Sí diré, que me duele, y me cabrea enormemente, que profesionales de esto se quejen del mismo. Y si encima no van allí, ya el nivel rebosa por todos los lados. Hay que ser muy ignorante para hablar mal del GP de Mónaco, insisto en que hablo de profesionales, no de pilotos ni aficionados, pero es lo que tenemos.

Su importancia queda clara en la reacción de Hamilton tras perder una más que segura victoria por culpa, en mayor parte, de su equipo. Es cierto que el británico les metió los perros en danza con sus dudas sobre las gomas, pero al fin y al cabo los que tienen los datos están en el muro. Una decisión estúpida. Ganar en Mónaco es el nirvana de la F1. La cara de Hamilton lo decía todo. Así como la de Rosberg que veía como subía a una sala VIP muy particular en el olimpo monegasco, al ganar por tercera vez consecutiva.

MIEDO

Y todo por un miedo de Mercedes a Ferrari que, creo, es más figurado que real. Es cierto que Vettel está en el papel de mosca cojonera, como Alonso, y sigue sumando lo que le permite el coche. Como buena mosca, no para de posarse una y otra vez por mucho que la espanten. Su diferencia es de poco más de una carrera con Hamilton, el líder del campeonato. Y aunque creo firmemente que no tienen, Ferrari, la más mínima opción, no es la mejor situación para Mercedes tenerle a estas alturas de campeonato tan ‘cerca’. También es estúpido ese miedo de Mercedes a los italianos y en particular a su compatriota dada la superioridad que tienen.

INCIDENTES

Tres incidentes dieron, y siguen dando, que hablar. Y los tres tuvieron connotaciones estúpidas. El de Alonso porque es incomprensible la sanción. Es una primera vuelta, con coches rodando en paralelo en ¡Mónaco! Alonso pierde mínimamente la trasera y en el intervalo de recuperarle golpea a Hulkenberg. Con la mala suerte que se le descuelga el alerón delantero al alemán y golpeá en Mirabeau. Se castiga la consecuencia y no la acción, que ni siquiera lo sería. Estúpido.

Luego vino el accidente, que pone todo patas arriba, de Verstappen. Aquí unos pensaron que Grosjean fue un estúpido. Otros que lo fue Max. Y muchos habrán considerado que la decisión de los comisarios es la más estúpida de todas.

Trascendió que habían visto la telemetría, algo más que lógico aunque no apareciera en el informe de la penalización, y poco más que hablar hay. Max se come a Grosjean y ya está. Reglamento aplicado y andando. Eso sí, ojo. A Maldonado le crucificamos, con toda la razón, por cosas como esta. Veremos. No olvidemos que papa Jos se llevó puesto a Montoya en Brasil. ¿Los genes? Es broma, estúpida quizá.

Y luego vino el toque de Ricciardo a Raikkonen. En el mismo sitio en que le costó la sanción a Alonso. Mirabeau.

Raikkonen cometió el, ¿estúpido?, error de dejar una rendija abierta para Ricciardo. Y éste, como si de un gato se tratara, metió su patita y la abrió del todo. Tocó un poco al finlandés y se terminó de hacer el hueco. Desde luego parece una acción mucho más punible que la de Alonso. Pero ya sabemos que los comisarios a esa altura de carrera igual ya no están en las mejores condiciones. Uno se acuerda de Dijon, GP de Suiza 1979, de la lucha entre Villeneuve y Arnoux y supongo que les habrían quitado la licencia con los estándares de hoy en día. Estúpido.

McHONDA

Mónaco vio otro paso más en la lenta, y desesperante, ascensión de McHonda. Ambos coches pudieron estar en la Q3 y Button puntuó. Alonso, hasta su abandono, iba camino de hacerlo también. Por supuesto que dadas las especiales características de Mónaco no se pueden sacar conclusiones. Pero el hecho es que se ha subido otro escalón. Veremos en Canadá si se abre otro poquito el chorro del motor. Buen test va a tener el monoplaza sobre todo en lo que se refiere a los frenos.

SAINZ Y MERHI

Tremendo el fin de semana de ambos. El madrileño se sobrepuso al error que le hizo salir de boxes, se saltó el semáforo del pesaje en la Q1, y llegó a los puntos tras una sólida carrera. El de Castellón dejó claro cual es su nivel respecto a Stevens. Absolutamente incomparable. Estuvo a punto de doblarle, lo cual no habría estado mal.

Por lo demás sorprendente actuación de Pérez y su Force India. Con unas prestaciones completamente diferentes a las que nos tiene ese monoplaza acostumbrados. Sergio que suele ir bien aquí no desaprovechó la oportunidad. Como sorpresa ver a Kvyat tan bien aquí. Sorpresa, ya digo, y gorda. La mejora, o adaptación, aquí del Red Bull ha sido buena, pero el ruso ha destacado.

Y así pasó el GP del año. Con un buen puñado de errores estúpidos, escuchando alguna estupidez y vibrando a saco con todo el GP y especialmente con las vueltas finales. Eso es Mónaco. Puede no pasar ‘nada’ durante la gran mayoría de las vueltas y de repente ponerse todo patas arriba. Pero el simple hecho de ver rodar a los coches ya compensa cualquier cosa. Así es Mónaco, quizá decadente, puede que anacrónico, seguro que mágico y sin duda, imperdible. Y sobre todo tengo claro que nunca, nunca será estúpido.

This entry was posted on Martes, Mayo 26th, 2015 at 20:36 and is filed under Circuitos, F1, Marcas, Pilotos. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.