LA PRESIÓN
En Ferrari están sucumbiendo a la presión que están recibiendo, y que en parte se metieron ellos mismos, por su comienzo de temporada. Sus decisiones en carrera fueron tardías y malas. Tanto que un posible 2º y 4º, lo convirtieron en un 3º y 5º demoledor.
De Barcelona salimos con la convicción de que Ferrari tenía una máquina que estaba por delante del resto. Que quizá Mercedes estaba a su altura, pero que la escuadra de la marca de la estrella había sufrido para estar al nivel ‘rosso’. Sí, había alguna duda sobre la fiabilidad de los coches italianos pero, al fin y al cabo, era pretemporada.
El jarro de agua fría en Australia fue de órdago. Absolutamente inesperado. Y no tanto porque Mercedes llegara y pim-pam-pum, sino por lo lejos que estuvieron ambos coches de la cabeza. Superados incluso por Verstappen.
Que si motores desinflados para preservar su vida útil. Que si pruebas en los días siguientes en Maranello para buscar soluciones. Parar a Leclerc frente a Vettel e impedirle que intentara la vuelta rápida. Todo enrarecido.
Lo de Leclerc terminó quedando en un segundo plano por los problemas de rendimiento. Por eso cuando en Bahrein el monegasco arrasó, saltándose una orden de equipo, aunque las miradas se volvieron al lamentable fin de semana de Vettel, de nuevo la fiabilidad tomó la primera plana.
TARDE
En el Ferrari subyace un problema aerodinámico, que no se vio en Barcelona, y que está haciendo que su paso por curva sea lento. Luego el motor empuja pero no es capaz de enjugar la pérdida. Unido a eso, o consecuencia de, se suma el desgaste de las gomas, sobre todo las delanteras.
Vettel perdió la posición en la salida con Leclerc. Si, como habíamos visto, el alemán había sido consistente durante todo el fin de semana, ¿Por qué esperar 8 vueltas para pedirle a Leclerc que le dejara pasar?
Aquí entra la proverbial desorganización habitual en Ferrari, exceptuando algunas épocas, que no sabe dónde tiene la mano izquierda respecto de la derecha. La estrategia de Leclerc, al menos por lo que se escuchó en la radio, era ir a una parada. Entonces que el alemán, que debía ir con opciones más flexibles, debió de pasar mucho antes.
Para ir a una parada había que medir muy bien el ritmo. Y eso el monegasco lo estaba haciendo a la perfección. Bottas se había ido pero no definitivamente. Leclerc mantenía un ritmo bueno que le dejaba a tiro del finlandés. Las carreras son muy largas. Sin embargo en el muro de Ferrari se volvieron locos. Dieron la sensación de que no sabían a lo que estaban jugando, ir largos, y tiraron cualquier opción de batir a uno de los Mercedes por la borda.
Vettel, por su parte, cometió otro error garrafal manteniéndose muy cerca de Leclerc en esas primeras vueltas, quemando sus gomas. ¿Cómo puede cometer un error así, otro más, un piloto de su experiencia? En esas 8 vueltas la presión hizo saltar por los aires al equipo. Le dieron más potencia al motor de Leclerc justo cuando le pedían que dejara pasar a Vettel. El alemán había dicho por radio que era más rápido que Leclerc. No fue así. El tiempo perdido en el cambio de posiciones y en que Vettel no fuera más rápido que Leclerc les condenó al tercer escalón del podio y a perder la 4ª plaza.
AL QUITE
En Red Bull sabían que su opción pasaba por presionar a los de delante. Sobre todo a Ferrari. Por lo que si Mercedes o Ferrari intentaban ir a una parada, ellos irían a dos. Tras ver la situación en la que se quedaron ambos Ferrari, a medias sin atacar ni poder rodar largos, Verstappen paró en boxes. Leclerc ya era fruta madura para ellos, pero tenían el combo a tiro con Vettel. En Ferrari llamaron ipso facto al alemán y salvaron los muebles. No sin que Seb tuviera que ser muy duro con Max a la salida del gancho para preservar su posición. Por delante los Mercedes silbaban.
Leclerc, mientras, se quedaba en pista y sus tiempos se hundían. Pero quizá aguantando a una parada podría haber atacado al final y haber podido pasar a Vettel y Verstappen. Pero desde el muro, volvieron a fallar.
MAL
Llamaron a Leclerc que de nuevo se quedó en tierra de nadie. No dejándole ir largo lo suficiente para sacar el partido necesario, y no permitiéndole hacer un relevo corto en el que recuperar tiempo. Un sacrifico inútil y costoso. La guinda fue no meterle para intentar hacer la vuelta rápida. Algo que vino a terminar de abrir la herida en Ferrari. Tras negarle esa opción en Australia, Ferrari tampoco lo hizo aquí. Horner jugó una de las bazas por las que Red Bull se ha caracterizado. Llamó a Gasly, bastante desdibujado, y le mandó a pista con gomas nuevas a intentar la vuelta rápida. A la primera no lo logró, pero en la segunda le quitó el punto a Vettel. Murphy dejó un recital en el muro de Ferrari durante la carrera. Todo lo que pudo ir mal para los de Maranello, fue peor.
Con todo ello, Mercedes sumó el tercer doblete en tres carreras. Vettel y Leclerc están a más de una carrera de diferencia en la general, y la presión sobre Ferrari es casi inaguantable.
Es alucinante que en cierto modo echen de menos a Arrivabene. El estanquero venido a más, el ogro que aterrorizaba al muro, sería un gran aliado ahora. Gustara o no, dejó claro que la presión se la pasaba por el arco del triunfo. Falta una figura con empaque y autoridad en Ferrari. Camilleri ni está ni se le espera. Y mientras Binotto, brillante a nivel técnico, que cabalgó victorioso al frente de una de las facciones del equipo en la lucha interna del año pasado, ha demostrado estar muy verde en cuanto a la dirección del mismo.
La temporada se le escapa a Ferrari. Con un piloto número uno que no lo demuestra y un recién llegado que, aunque no quiera, está mostrando mejores maneras que su supuesto jefe de filas. Con las dudas sobre un coche que parecía invencible. Con los medios pidiendo la cabeza de Vettel y preguntándole sin rubor si piensa en la retirada.
Y mientras Mercedes va a presentar mejoras en su motor en España. Para entonces el campeonato puede estar muy escorado al lado plateado y con muy pocas opciones para Ferrari. La importancia de Bakú es capital.
Los McLaren no se metieron por primera vez en la Q3 esta temporada. Luego un toque en la primera vuelta los terminó de retrasar definitivamente. Es lastimoso que con un coche mucho mejor que el año pasado, estén mucho peor. Pero parece cuestión de tiempo que encadenen dos carreras ‘normales’ y den el salto en la general que en pista han demostrado haber dado.
Destacar la carrera de Albon tras el accidente del sábado. Llegó a puntuar. Un piloto infravalorado por haber quedado detrás de los Russell, Norris, en F2, y que sin embargo está brillando con luz propia.
De los errores de Stroll pulsando el botón de la radio en vez del de ‘power’, pues poco más que comentar. Pero es que: Qué pilotazo es Stroll y otras pesebradas.
Tags: albon, binotto, Ferrari, leclerc, McLaren, Mercedes, verstappen, vettel