EL ERROR
El GP de Canadá tuvo sus cosillas, pocas, pero se vio superado por la sanción a Sebastian Vettel que, reglamento en mano, no ofrece dudas.
El GP de Canadá tuvo sus cosillas, pocas, pero se vio superado por la sanción a Sebastian Vettel que, reglamento en mano, no ofrece dudas.
Los pilotos son los que han querido esta reglamentación. Con sus continuadas quejas por la radio por cualquier cosa, la FIA fue regulando, regulando, hasta llegar a esto. Vettel se sale, comete un error él. Sin ese error no habría pasado nada. Pero lo comete y en su vuelta a la pista, intencionado o no (lo cual me es indiferente porque el instinto de un piloto es que no te pasen), molesta a Hamilton.
Hay opiniones que defienden que la molestia al británico no fue para tanto. Molestia existe y frenazo también. Insisto, reglamento en mano es sanción.
Otra cosa distinta es que ahora no nos guste que hayan regulado todas las quejas, que como decía, llevan soltando por la radio años y años. Pues ahora veremos como dan marcha atrás y a qué artículos.
Hay opiniones que defienden que la molestia al británico no fue para tanto. Molestia existe y frenazo también. Insisto, reglamento en mano es sanción.
Otra cosa distinta es que ahora no nos guste que hayan regulado todas las quejas, que como decía, llevan soltando por la radio años y años. Pues ahora veremos como dan marcha atrás y a qué artículos.
DEPLORABLE
Entendiendo el enfado de Vettel, defiendo que mandar a todos a pastar, se fuera a su motorhome e, incluso, defiendo que se hubiera ido del circuito. Si desde su punto de vista consideraba que se había cometido una injusticia con él, perfecto. Sí, debe entender que está en Ferrari y no en Haas, por ejemplo y con todos los respetos, y eso implica otras cosas.
Lo que no es defendible es que vuelva para comportarse como un niñato mal criado, como nu perfecto imbécil y dar un show deplorable y ridículo, acompañado del doliente de Hamilton. Si tanto le dolía a Hamilton, que se hubiera dejado caer y le hubiera dejado más de 5 segundos de ventaja. Por cierto, el propio Hamilton levantó la liebre cuando se quejó por la radio de que se había reincorporado de manera peligrosa.
Entendiendo el enfado de Vettel, defiendo que mandar a todos a pastar, se fuera a su motorhome e, incluso, defiendo que se hubiera ido del circuito. Si desde su punto de vista consideraba que se había cometido una injusticia con él, perfecto. Sí, debe entender que está en Ferrari y no en Haas, por ejemplo y con todos los respetos, y eso implica otras cosas.
Lo que no es defendible es que vuelva para comportarse como un niñato mal criado, como nu perfecto imbécil y dar un show deplorable y ridículo, acompañado del doliente de Hamilton. Si tanto le dolía a Hamilton, que se hubiera dejado caer y le hubiera dejado más de 5 segundos de ventaja. Por cierto, el propio Hamilton levantó la liebre cuando se quejó por la radio de que se había reincorporado de manera peligrosa.
LA CARRERA
Vettel salió bien, Hamilton tuvo que preocuparse un poco de Leclerc y eso le dio espacio al alemán. Era la situación preferida de Vettel. Delante, primera vuelta como un relampago y a vivir. Pero aunque abrió la diferncia por encima del segundo, Hamilton se quedó a vivir muy cerca de él. De hecho pocas veces esa diferencia fue más de los 3 segundos largos.
Pero tras 20 giros el de Ferrari tenía ya espacio para parar sin ser molestado por Bottas. Aunque Hamilton estaba a 2,5 segundos. La parada se acercaba y una circunstancia ayudó a Vettel. El ataque de Hamilton siempre se quedaba corto porque su Mercedes alcanzaba temperaturas preocupantes. Mientras que Vettel tenía que vigilar su consumo. Así está la F1. Sin poder correr ente el conmsumo y los neumáticos ‘de mierda’ de Pirelli.
Seis vueltas después paraba el alemán, era preferible estar en pista el mayor tiempo posible porque calentar las gomas llevaba un poco de tiempo. Hamilton se quedó en pista pero con sus gomas al límite no pudo hacer diferencia y tras dos vueltas hizo su parada. Leclerc era el nuevo líder.
Vettel salió bien, Hamilton tuvo que preocuparse un poco de Leclerc y eso le dio espacio al alemán. Era la situación preferida de Vettel. Delante, primera vuelta como un relampago y a vivir. Pero aunque abrió la diferncia por encima del segundo, Hamilton se quedó a vivir muy cerca de él. De hecho pocas veces esa diferencia fue más de los 3 segundos largos.
Pero tras 20 giros el de Ferrari tenía ya espacio para parar sin ser molestado por Bottas. Aunque Hamilton estaba a 2,5 segundos. La parada se acercaba y una circunstancia ayudó a Vettel. El ataque de Hamilton siempre se quedaba corto porque su Mercedes alcanzaba temperaturas preocupantes. Mientras que Vettel tenía que vigilar su consumo. Así está la F1. Sin poder correr ente el conmsumo y los neumáticos ‘de mierda’ de Pirelli.
Seis vueltas después paraba el alemán, era preferible estar en pista el mayor tiempo posible porque calentar las gomas llevaba un poco de tiempo. Hamilton se quedó en pista pero con sus gomas al límite no pudo hacer diferencia y tras dos vueltas hizo su parada. Leclerc era el nuevo líder.
EL MOMENTO
Probablemente la situación que le dio vida a Hamilton en esta carrera fue la necesidad de Vettel de controlar su consumo. Hamilton atacó durante unas vueltas. Incluso blocó un par de veces en el gancho. A partir de ahí se quedó a una distancia prudencial de casi dos segundos, probablemente para lanzar un ataque al final y, de paso, mantener la presión.
Y la presión dio sus frutos. Quizá Vettel iba controlando el consumo. O simplemente la presión de Hamilton di sus frutos. El caso es que cogió mucho piano interior y tuvo que adoptar una maniobra evasiva cortando por la hierba. Al incorporarse terminó bloqueando a Hamilton. No hay más.
A partir de ahí la carrera qudó anestesiada durante ocho vueltas. Las que tardaron los comisarios en fallar. Y siguió anestesiada hasta el final. Tanto que el muro de Ferrari no le comunicó a Leclerc la sanción de manera incomprensible. El monegasco podría haber sido 2º y quien sabe si hubiera llegado a Hamilton.
Bottas desapareció, Leclerc estuvo bien. Y se produjo la primera lucha de una que va a ser larga y que va a tener un papel predominante hasta final de temporada presumiblemnte. Mclaren contra Renault.
Probablemente la situación que le dio vida a Hamilton en esta carrera fue la necesidad de Vettel de controlar su consumo. Hamilton atacó durante unas vueltas. Incluso blocó un par de veces en el gancho. A partir de ahí se quedó a una distancia prudencial de casi dos segundos, probablemente para lanzar un ataque al final y, de paso, mantener la presión.
Y la presión dio sus frutos. Quizá Vettel iba controlando el consumo. O simplemente la presión de Hamilton di sus frutos. El caso es que cogió mucho piano interior y tuvo que adoptar una maniobra evasiva cortando por la hierba. Al incorporarse terminó bloqueando a Hamilton. No hay más.
A partir de ahí la carrera qudó anestesiada durante ocho vueltas. Las que tardaron los comisarios en fallar. Y siguió anestesiada hasta el final. Tanto que el muro de Ferrari no le comunicó a Leclerc la sanción de manera incomprensible. El monegasco podría haber sido 2º y quien sabe si hubiera llegado a Hamilton.
Bottas desapareció, Leclerc estuvo bien. Y se produjo la primera lucha de una que va a ser larga y que va a tener un papel predominante hasta final de temporada presumiblemnte. Mclaren contra Renault.
La clasificación marcó aquí la carrera. Aunque los McLaren amenazaban con una mejor gestión en la carrera. Pero un problema con la suspensión en el coche de Norris, y un conducto de frenos bloqueado en Sainz, cercenaron sus opciones. El madrileño, a pesar de parar muy pronto, tuvo un ritmo de carrera buenísimo. Pero sus gomas se cayeron al final y no pudo puntuar por los pelos. Pero las bases en el equipo de Woking están muy bien puestas y han llegado a la cabeza del grupo cabecero para sacarla y quedarse.
La sanción vino precedida de un error de Vettel. Sin en ese error, todo lo posterior no se habría producido. Esa es la clave. El error.
¡El error, el error…! Puro Conrad.