RALLYE DE GALES. 3ª ETAPA

DECEPCIÓN
Latvala ha sumado la 5ª victoria de su carrera en uno de los rallyes más prestigiosos del calendario. No se le puede poner ni un solo pero a pesar del abandono de Loeb.

El francés se encontraba con el coche de un espectador en el tramo de enlace entre la primera y la segunda especial. La reacción del coche de los espectadores fue irse al lado normal en toda Europa excepto en el Reino Unido, eran españoles. El toque fue inevitable y leve. Pero el radiador del DS3 se rompió y Loeb no pudo hacer otra cosa que retirarse.
El abandono cortó de cuajo la lucha por el rallye. Lucha que había empezado a ganar Latvala aumentando su ventaja tras el primer tramo.
Una pena que no quita el más mínimo brillo a la victoria del finlandés. Victoria que ademas ha propiciado un podio todo Ford. En un momento en el que la marca del óvalo se está pensando su continuidad, es una gran foto. Seguramente la decisión ya estuviera tomada, pero si había dudas, ojalá ayude a la continuidad.
Ostberg ha sido 2º calcando el resultado de Suecia y acabando 6º en el mundial. Ojalá Mads tenga un pata negra la próxima temporada, a poco que mejore optará a más podios.
Y el tercer lugar en el podio para un piloto que ha podido correr su último rallye del mundial como ‘fijo’. Henning Solberg ha sumado su mejor resultado del año que pone un broche de oro a una carrera irregular.

EL RESTO
Destaca sin duda la 6ª posición de Ott Tanak que pudo haber sido mejor de no mediar el error que cometió. Aun así ha dejado claro que es un piloto a seguir muy de cerca y que merece un WRC para sacar lo que lleva dentro.
No hay que olvidar que el Rallye de Gales es una prueba muy difícil, de las que más, y que es muy difícil no cometer algún error.

Termina un mundial de manera algo decepcionante pero con la esperanza de que Latvala haya dado el paso que le faltaba. Con Loeb dando muestras de cierta decadencia pero que aun así le ha servido para sumar el octavo título. Y termina con varias promesas de renovación por parte de pilotos jóvenes.
Termina en cualquier caso un campeonato que no parecía que fuera a llegar vivo a la última prueba que en sí misma ha sido grande y fiel a su historia. No se puede pedir más. O sí. Que se desvanezcan ciertos nubarrones sobre el futuro de los equipos.

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