Roberto Merhi ha completado un año fantástico que ha estado cerca de ser inmejorable. En su dominio dejó una demostración en Hungría antológica con la pista mojada. Pero no ha sido esa la única exhibición que ha dado ‘Teto’ en su vida con agua.
Puede que hubiera algún piloto que fuera muy bien en agua antes de él. Pero el primer maestro en agua, ‘Regenmeister’, fue Rudolf Caracciola. En 1926 se disputó el primer GP de Alemania en el Avus. La cita coincidió con el GP de España en Lasarte, y el equipo oficial de Mercedes dio prioridad a la cita española.
La marca alemana, ante la petición del piloto alemán, accedió a cederles, también a Adolf Rosenberger, dos unidades del M218s. La única condición es que se inscribieran como independientes. Y eso hicieron.
REMONTADA
Una gran cantidad de espectadores, 230.000, se dieron cita en un día gris y con la lluvia amenazando en Berlín. Rosenberger hizo una muy buena salida mientras que Caracciola caló su coche. Su mecánico, Eugen Salzer, saltó del Mercedes y empezó a empujarle para que arrancara. Cuando Rudolf podía acelerar camino de la curva Sur, ya había perdido un minuto. Pero llegó la lluvia en la cuarta vuelta. Poco a poco Caracciola fue ganando puestos. A la lluvia pronto se unió la niebla. En la vuelta 8 se produjo una gran tragedia. Rosenberger se salía en la curva Norte, detrás de boxes, al doblar a otro coche. La mala suerte hizo que se estrellara contra un puesto de cronometraje. Los tres cronometradores perdieron la vida. Mientras, ajeno a la tragedia y sin saber en qué posición se encontraba(entre los cuatro primeros no estaba, Caracciola había optado por seguir tirando. Sobre todo tras parar a repostar en la vuelta 8 y sufrir problemas de encendido, en la vuelta 11, con una bujía que le costó perder 30 segundos más. Quedaba un poco menos de mitad de carrera, programada a 20 giros. Cuando cruzó la meta, era el primero. Su ventaja sobre el segundo fue de casi tres minutos y medio. Los titulares de la prensa al día siguiente así como las radios en el circuito sólo hablaban del ‘Regenmeister’.
ROBERTO MERHI
Roberto, ‘Teto’, ha impresionado de siempre a sus ingenieros y a sus jefes de equipo. En monoplazas logró algún hito importante. Ganó en Spa en 2007 en la Fórmula Renault siendo el piloto más joven en conseguirlo. También en 2008 levantó oleadas de admiración en el mundillo tras ganar en la primera manga de la F3 en Montmeló. Pero eso no fue nada con lo que esperaba al día siguiente.
La mañana del domingo amaneció muy lluviosa. En la parrilla cinco rivales por delante por mor de la inversión de posiciones. Para más ‘inri’ debido a las condiciones del clima, se decidió que la salida sería tras el Safety Car. A Roberto se le complicaban las opciones de remontar. O eso parecía. Porque en una sola vuelta ya pasó segundo por meta tras haberse lanzado la carrera tras el Safety con una demostración antológica. A mitad de la segunda vuelta ya era primero. Como ‘Carrach’ en Avus, y a pesar de saberse primero -a diferencia del piloto alemán entonces- siguió con un ritmo endiablado, demoledor, que le llevó a ganar tras doce giros por más de 30 segundos.
HOCKENHEIM
Tras dos temporadas para olvidar en el DTM. La primera en Persson, un equipo en descomposición en el que no quedó ni un ingeniero, y la segunda en HWA, con un coche que estaba mal a nivel de chasis, llegó otro brillante destello.
El coche tenía un problema de chasis y en seco no había manera de hacer tiempos. Cuenta la leyenda que en un test en Silverstone, Roberto se subió al coche de Wickens. Inmediatamente batió los tiempos del canadiense que fue incapaz de mejorar el tiempo de Roberto con su tullida unidad. Eso no le valió para que le dieran una nueva unidad. Pero llegó la carrera de cierre del campeonato en Hockenheim. Con la pista mojada, los problemas de chasis se minimizan. Incluso pueden favorecer el manejo. Merhi partía en la última línea, fruto de la ‘qualy’ en seco. Para añadir más ‘emoción’ a la cosa, el freno manual que se usa en las salidas, falló. Sales el último y encima un drive-through por saltarse la salida. Con ese panorama y la pista mojada, Roberto empezó a volar. Con un ritmo incontenible para el resto se colocó primero. Pero no todo iba a ser bonito. La lluvia cesó y con la pista con un carril y secándose, los vicios de su montura volvieron. Acabó segundo pero brindó una actuación estelar.
HUNGARORING
La habilidad técnica de Roberto le abrió puertas para probar en invierno con algunos equipos de GP2. Zeta Corse entre ellos. Los consejos y reglajes que sacaron de Roberto les dejaron tan contentos, y la mejora fue evidente, que le ofrecieron correr con ellos. Tras unos comienzos difíciles marcó una gran pole en el Nurburgring con la pista húmeda. Que le valió para luego mantenerse ahí y ganar la carrera. Pero quedaba Hungría.
El sábado estaba séptimo en parrilla. Y a la hora de la carrera llovía. De nuevo emergió el Roberto de Montmeló, el Roberto de Hockenheim y en una vuelta ya estaba segundo. Imparable, demoledor de nuevo, se ponía líder y arrasaba a la concurrencia dejando al segundo clasificado a medio minuto. Otra exhibición en una categoría previa a la F1.
BRASIL
Roberto se subió al Caterham en Monza. De nuevo una recomendación le ayudó a hacerlo. Japón y Rusia fueron oportunidades para volver a rodar en un F1. Pero hay un GP del que todo el mundo habla. Brasil. Con su alto riesgo de tener lluvia, sería la oportunidad de oro de ‘Teto’ para dar el aldabonazo y llegar a donde siempre quiso. A la F1. Esa virtud, reservada a muy pocos, de rodar deprisa en agua una vuelta tras otra sólo es para algunos elegidos. Si así fuera y Merhi llegara a la F1, ojalá le rebauticen como al pionero en esto de las carreras con agua, ‘Regenmeister’, Rudolf Caracciola.
Tags: Caracciola, Merhi, regenmeister
gracias
El mejor Charly, el mejor …
tú no hombre, tú no, Don Roberto Merhi!!!
Siempre te agradeceré habermelo descubierto recien salido del Karting allá por el año 2004-2005 a traves de la revista Grand Prix.