EL GLOBO PINCHADO
Esa fue la imagen de Ferrari durante el fin de semana inaugural de la temporada en Australia. Tras la diversión en los test de pretemporada de Barcelona, el equipo italiano se quedó asustado, aturdido y triste al estallar el globo con el que habían estado jugando.
Fue sorprendente la caída de rendimiento de Ferrari. No tanto que Mercedes mostrara una superioridad imperial. Aunque no es circuito, Albert Park, para sacar conclusiones extrapolables a toda la temporada, sí parece que los problemas de la Scuderia, rumores de un motor capado por problemas de fiabilidad aparte, radican en la parte aerodinámica.
En las largas curvas de Barcelona el alerón delantero cumplía perfectamente con su función. Pero en las de tipo medio y lento de Australia el coche estaba descompensado. El apoyo que genera el alerón trasero no podía ser igualado por el delantero. La solución fue hacer incidir más éste con el consiguiente drag(resistencia al avance) acentuado. De ahi a entrar en una espiral de problemas con las gomas, falta de punta y problemas de agarre delante que les dejó muy detrás de Mercedes fue todo uno.
ESTRATEGIAS
Serían las estrategias las que marcaron las posiciones de carrera casi al completo aparte de los Mercedes. La previsión de vueltas para la rueda blanda era de 20 giros. Sin embargo la amenaza de un posible ‘undercut’ (adelantamiento al parar antes) de Verstappen hizo que Ferrari llamara a Vettel en la vuelta 14. Lo que a su vez provocó que Mercedes hiciera lo propio con Hamilton.
Esto les dejaba con un largo relevo de 40 vueltas por delante con la goma media. Pero con una diferencia muy importante que sería muy clave en el devenir del piloto alemán. Hamilton cuidó mucho su goma fría, algo muy necesario, Vettel no lo hizo y rodó 2 segundos más rápido que el inglés.
Sus compañeros de equipo y rivales fueron más largos. Con Bottas parando en la 22, una vez conseguido el tiempo de la parada para no ser sobrepasado por Leclerc. Charles no estuvo cómodo con la goma blanda, pero se sintió más confortable con la dura.
Cuando Bottas volvió a pista, cedió el liderato a Verstappen unas vueltas. El holandés paró en la 25 y al volver a pista estaba a menos de 4 segundos de Vettel. Sus ojos se inyectaron en sangre y se fue a por el de Ferrari. Max obligó a Vettel a defender en la 1. Esa trazada defensiva le hizo salir más lento de lo habitual y fue presa fácil del de Red Bull. Que terminaría dando a Honda su primer podio desde 2009.
Leclerc siguió en pista hasta la vuelta 28 y montó el duro, al que prefería sobre el medio. Se había sentido más cómodo con él. Y de nuevo repitió las sensaciones del viernes. Poco a poco se acercó a Vettel y en la vuelta 48 llegó otra patata caliente al muro de Ferrari. Y allí nadie reaccionó ni se tomo una solución alternativa, nada. Sólo se le dijo que se mantuviera detrás de su compañero dejando espacio. La carrera de Vettel se comprometió con la parada tempranera y su maltrato a los medios en la primera vuelta tras volver de boxes. Pero si Leclerc y su ingeniero de carrera, Jock Clear, habían jugado mejor las cartas que tenían, quizá habría sido lógico, al menos, dejar pasar a Charles y ver si podía llegar a Verstappen.
Un Verstappen que se fue hacia un renqueante Hamilton que iba con problemas desde la cuarta vuelta al romperse el fondo plano. Incapaz de seguir a un Bottas que hizo una gran carrera, sí que pudo mantener a raya al de Red Bull para completar el doblete de Mercedes.
ESTRATEGIAS 2
Si delante la parada de Vettel inició el carrusel, en el grupo intermedio la clave era que los que salían con la goma blanda pudieran conseguir el hueco suficiente ante los que salían con la media. Entre estos hubo dos que aprovecharon, sobre todo el favor que les hizo Giovinazzi. El de Alfa Romeo fue muy largo, clavando detrás de él a los que pararon antes y arruinándoles su ritmo.
Especialmente duro fue para Lando Norris. Tras entrar en la Q3 de manera espectacular, terminó fuera de los puntos. No manejó bien los tiempos y la manera de atacar al de Alfa y terminó fuera de los puntos. Sainz abandonó antes de saber si hubiera podido estar en los puntos. El resultado final no debe ocultar que, al menos en Australia, el McLaren fue una sorpresa sobre lo esperado. Sí, había problemas de tracción y se rumorea, y es grave, de sobrepeso. Pero desde luego estuvieron mejor de lo esperado.
Su marca matriz, Renault, tuvo un duro fin de semana y al menos un coche de sus motoristas rivales estuvo por delante de ellos. Mientras en Haas volvían por sus fueros y Magnussen era el mejor del resto en 6ª plaza.
Por delante Bottas se llevaba el punto de la vuelta rápida y se acordaba de sus detractores en la vuelta de honor. Que su victoria, cimentada en una gran salida, vaya a ser un patrón esta temporada está por ver. Pero que Mercedes rinde como solía, no hay duda. Aún siendo un coche muy crítico en curvas medias, en las rápidas es un tiro. ¿Qué globo se pinchará en Bahrein?
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