Eso dice Alex Crivillé. Jorge Lorenzo se ha ido al suelo luchando con Álvaro Bautista por la victoria en Mugello. El Jefe de equipo de Jorge se ha enfadado mucho, Jorge también. Son cosas de las carreras, dice Crivillé.
La prepotencia de Lorenzo en pista produce nauseas. No se puede ser tan chulo y pretender campar por tus respetos. Bautista se ha metido a cuchillo, sí, pero le ha ganado la posición. Jorge no ha querido levantar y ha tocado con su rodilla derecha en la rueda trasera de Álvaro. Más claro el agua. Son cosas de las carreras.
Jorge debería haber ido a pedir disculpas tras arruinar la carrera de Kallio. Ha tocado al finlandés al salir de la curva de meta, se lo ha tragado literalmente, y le ha roto el colín del escape ha parecido.
Pero no, lo suyo es quejarse y piarlas como si fuera Agostini, Nieto o Rossi. Yo, personalmente, estoy hasta los mismísimos del Lorenzo´s Land. Con lo bien que habría quedado, la tierra de Lorenzo. Pero no. En inglés. Hay que ser paleto.
El que inició la retahíla de celebraciones fue Rossi. Él es el genio, el pionero, los demás, como éste, simples imitadores que no le llegan a la altura del betún. Eso sí, nos le meten hasta en la sopa y nos quieren vender no se qué con él.
La otra cara es Dani. Callado, a lo suyo y centrado en lo que tiene que hacer. Montar en moto. Las payasadas para los payasos en el circo, o para el pionero. Cosas de las carreras.
