Me sorprende como algún comentarista, indeseable para muchos (léanse foros al uso), jalea, justifica y promueve el contacto indiscriminado y el ojo por ojo en GP2.
La categoría está en su tercer año y no da muestras de buena salud. Desde luego en lo que se ve no parece que haya problemas. Pero una categoría que es la segunda división del automovilismo, o eso quieren que sea, en la que la gran mayoría de los pilotos tienen que pagar cantidades indecentes para correr, no parece que esté muy sana. Hay equipos con problemas muy serios tanto para encontrar pilotos, como para cubrir presupuestos. ¿Dónde va el dinero de la televisión?, parece que a los equipos no. Además hay diferencias más que sospechosas entre monoplazas lo que dice muy poco de los responsables técnicos.
Los pilotos pagan por correr y en la pista se han contagiado de la lucha de otras temporadas, lo que está muy bien. Pero se están empezando a traspasar líneas muy peligrosas. Parte de los pilotos de pago no dan el nivel. Y parte de los otros se ven tan presionados que no se les pone nada por delante. Lo vivido en Montmeló debe hacer reflexionar a todos.
En monoplazas es muy peligroso el contacto entre coches. La posibilidad de salir literalmente volando es muy alta.
Mientras alguno jalea estas actitudes lamentables, las carreras van pasando y debemos agradecer que no haya pasado nada. Pero no todos los días son fiesta. Y mientras los pilotos no le pongan dos dedos de frente y el responsable de carrera empiece a imponer sanciones de una vez por todas, esperemos que no tengamos que arrepentirnos de ninguna desgracia. Jaleada por el espabilado de turno.
