No he tenido tiempo de hablar de rallyes las últimas semanas. Quiero hacer algo sobre el ‘Canibal’ Loeb, pero tengo que buscar fuerzas.
Porque después de lo que he sabido hoy se te quitan las ganas de todo. Bueno, de ciertas cosas inconfesables no. Pero son eso, inconfesables.
Francois Duval sufrió un golpe en el Rallye de Japón en la parte derecha de su coche. Un golpe seco, dramático. Patrick Pivato, su copiloto, se lleva el golpe. Fractura de tibia y de pelvis.
DESAGRADABLE SORPRESA
Cuando llega al hospital y le operan descubren seis fracturas y una hemorragia interna. Estado crítico. Se le induce un coma.
Afortunadamente hoy ya está consciente y mejorando. Tanto que si todo sigue así le vana repatriar en breve.
Bueno. Pues tras la desagradable sorpresa de la hemorragia interna ha llegado la otra desagradable sorpresa.
El seguro contratado por Pivato no le cubre las pruebas fuera de Europa. Por lo que deberá correr con todos los gastos. Tanto de la operación como del viaje.
Esto es al menos lo que se está comentando.
Quiero decir, desde mi experiencia propia como competidor, varias cosas al respecto.
1.- Que me extraña que el seguro del Rallye de Japón no cubra lo ocurrido.
2.- Que me extraña que el seguro del propio WRC no cubra lo ocurrido.
3.- Que me extraña que el equipo Ford, a pesar de Malcolm Wilson, no cubra los gastos.
4.- Que me extraña que la FIA no cubra los gastos.
Me extraña y mucho. Pero si es así.
Si alguien cometió un error al contratar el seguro privado. Si el seguro de la prueba, del WRC o de la FIA, la licencia incluye un seguro,no lo cubre. SI nadie lo cubre. Sólo en ese caso hay que reaccionar.
Espero que de ser así, que insisto en que lo dudo, se tomen las medidas adecuadas por parte de los copilotos, primero, y los pilotos después.
Pero antes hay que confirmar que todo aquello es así. No puedo ni quiero creerlo.
