Parecía que que lo de no dimitir era algo exclusivo de los políticos españoles a pesar de las razones de peso que suele haber en muchísimos casos. Pero no. También en otros lares y no entre los políticos encontramos individuos de una dureza facial asombrosa, tanto que me río de los diamantes.
Uno de esos especímenes es Ron Dennis. Tras pedir perdón, y sabe Dios que más, a la FIA tras descubrirse todas las trampas del año pasado. Y tras el descubrimiento de que el coche del 2008 tenía mucho del Ferrari, ha dicho que no se va.
“No voy a dimitir, eso es seguro. Sé que mucha gente quiere que me retire, pero no. No creo que fuera lo mejor para los intereses del equipo”.
Sostenella y no enmendalla. Atrapado en su propia maldición, Hamilton, como Davy Jones en Piratas del Caribe. La diferencia es que su Perla Negra, no no hablo de Hamilton y Papuchi si no de McLaren, no es más que una patera de plata. De la que cagó la vaca.
Uno de esos especímenes es Ron Dennis. Tras pedir perdón, y sabe Dios que más, a la FIA tras descubrirse todas las trampas del año pasado. Y tras el descubrimiento de que el coche del 2008 tenía mucho del Ferrari, ha dicho que no se va.
“No voy a dimitir, eso es seguro. Sé que mucha gente quiere que me retire, pero no. No creo que fuera lo mejor para los intereses del equipo”.
Sostenella y no enmendalla. Atrapado en su propia maldición, Hamilton, como Davy Jones en Piratas del Caribe. La diferencia es que su Perla Negra, no no hablo de Hamilton y Papuchi si no de McLaren, no es más que una patera de plata. De la que cagó la vaca.