Archive for the ‘Toros’ Category

SIETE MULETAZOS

Viernes, Junio 6th, 2008
No pude asistir a la de tarde gloria y éxtasis de José Tomás en Madrid ayer. Pero a pesar de los deseos del torero de no televisar sus corridas, no se puede poner puertas al campo. Muchos vídeos circulan por la web y he visto completas las dos faenas del Dios del toreo.
jose2

Sublime. De arriba a abajo, de fuera hacia dentro. Jugándose la taleguilla en cada pase. Y cada uno más ceñido que el anterior.

Quien quiera un resumen técnico que busque en otro sitio. No quiero entrar en si la segunda oreja en el primero fue exagerada. O si alguno de los toros tenía una presentación justa.

Sólo hay detalle que me ha dejado helado. Que deja a las claras la técnica, el oficio, el arte y el arrojo del torero de Galapagar. Un detalle conmovedor, que te rompe todos los esquemas. Que no se parece en nada a lo que uno ha visto en toda su vida. Y entoncés los olés sön como sacudidas eléctricas. Todas las terminaciones nerviosas del cuerpo están alerta. Y José desgrana un pase tras otro. Y sin querer, las lágrimas afloran en los ojos y te ves luchando por no perder ni un segundo la visión de algo maravilloso, único. De un espectáculo inigualable.

Los siete muletazos seguidos que le dio al primer toro son ya historia de la Tauromaquia. El toro enganchado desde delante y ligando los siete muletazos.

Normalmente una serie no tiene más de tres o cuatro y el remate. El toro aprende en cada pase y se acuerda de lo que deja detrás. Por eso, el mérito de dar siete pases es extremo. Incalculable, inaudito.

Dios estuvo en Las Ventas. Quien quiera hacerle frente ya sabe por donde tiene que empezar.

Gracias José.

SIMPLEMENTE MORANTE

Miércoles, Junio 6th, 2007

Acaba de poner Morante un par de banderillas, su último al sexto toro, al quiebro. Sí, Morante banderilleando. Ha sufrido un revolcón muy feo que afortunadamente sólo ha acabado con una brecha en la frente en el quinto. Algunos le pitaban, ha sido un San Isidro insufrible en ese aspecto, y el toro que era gazapo se le ha echado encima sin darle opción.

Ha habido que esperar a que el artista saliera de la enfermería. En ese tiempo muerto hemos terminado de sufrir al insufrible y veleta Moncholi. Que parte del público pite o se queje continuamente es parte del espectáculo. Normalmente la otra parte del público les afea su conducta y se genera, a veces, una sana discusión. Pero que el comentarista censure y critique sin miramientos la opinión del respetable es lamentable.
Volviendo a la enfermería. Lar de tragedia y sangre, de horror y triunfo, Morante encontraba la inspiración del artista.
Semblante serio, casi doliente, sin prisa regresando a su burladero. En torero, gustándose, recibiendo el cariño del público. Pisaba el ruedo y recibía la ovación más fuerte si cabe pidiendo que saliera el sexto. A la hora de comer habíamos comentado que de las ganaderías que iba a lidiar la que más nos gustaba era la de Cuvillo. Ese era el sexto. Roto desde el momento que pisó la arena con él. Verónicas que uno no veía desde Paula. Quites de ensueño por delantales. Y la sorpresa. Banderilleando. Dos pares asomado al balcón, reuniendo arriba y el tercero por dentro y al quiebro.
Con la muleta doblándose hasta el dolor con el toro, pinturero, de verdad, simplemente belleza. A la hora de entrar a matar marró. Un metisaca pero entrando de verdad. El segundo espadazo a ley y todo termina.
Llora el torero y llora gran parte de la plaza. Lágrimas de emoción y belleza, de éxtasis y sueño.
Lo de menos es si le han dado una oreja, dos o ninguna. Ningún trofeo puede premiar la amplitud de la faena. Desde que el toro pisaba el albero hasta que Morante se iba a por la espada traicionera.

Morante ha toreado en la plaza de Madrid y yo lo he visto. Olé, torero.