Lo malo, y lo bueno, de llamarse Michael Schumacher es que todo se magnifica para mal, y para bien. La situación del multi campeón es embarazosa para él mismo y su legión de incondicionales. Los datos cantan pero aun más lo hacen sus actuaciones.
Lo malo, y lo bueno, de llamarse Michael Schumacher es que todo se magnifica para mal, y para bien. La situación del multi campeón es embarazosa para él mismo y su legión de incondicionales. Los datos cantan pero aun más lo hacen sus actuaciones.