
Era cuestión de tiempo que Loeb se llevara el séptimo título. Asombroso, dominador, imparable. Se acaban, lógicamente, los argumentos con un Campeón de su altura. Aunque también es inevitable la comparación con los Makinen, Kankunnen, Sainz, etc.

Era cuestión de tiempo que Loeb se llevara el séptimo título. Asombroso, dominador, imparable. Se acaban, lógicamente, los argumentos con un Campeón de su altura. Aunque también es inevitable la comparación con los Makinen, Kankunnen, Sainz, etc.

No quería escribir más de un individuo prescindible absolutamente, que no me aporta nada. Insípido, aunque muy bueno, encima de la moto, y limitadísimo bajado de ella.