EL DESPERTAR DE LA BESTIA
Lewis Hamilton consiguió una gran victoria en casa destrozando a todos los niveles a Valteri Bottas. Pero la atención se centró en el duelo Max-Leclerc y en la agresividad que mostraron ambos. Sobre todo el monegasco.
Lewis Hamilton vio como Bottas, su rival dicen muchos, le birlaba la pole por 6 milisegundos. En casa, ante su gente. El viento tuvo mucho que ver en el resultado final, argumentaban en Mercedes. Pero el viento, racheado, fue igual para todos. Que Mercedes tuviera el coche reglado pensando muchísimo en la carrera, no es novedad (prácticamente todos lo hacen, lógicamente) pero que el ajuste fino fuera dirigido a lograr la máxima duración de las gomas el domingo, permite entender que toda la parrilla se acercará a los tiempos de los coches plateados. Leclerc le endosó 6 décimas a Vettel y Verstappen 3 a Gasly, aquí mejor que en pruebas precedentes.
EN CAMPEÓN
La previsión de la carrera hablaba de dos paradas. Los equipos planificaron su estrategia alrededor de esas dos paradas. En Mercedes también. Hamilton no. Todo ello basado por el estado de la rueda delantera izquierda tras las tandas del viernes. Pero Hamilton, como declaró tras la carrera, tenía confianza en sus reglajes y manos para dar la vuelta a la tortilla e intentar ir a una sola parada. Además Mercedes tenía en mente diversificar sus estrategias, permitiendo al piloto que rodara segundo, y por tanto a priori el que pararía después, ir lo más largo posible.
Probablemente la ventaja de la que disfruta Hamilton le permite hacer cosas más arriesgadas. En cualquier caso el inglés, con la idea en la cabeza de ir a una parada, se lanzó a por Bottas al principio de la carrera. Que fuera a 1 parada no le iba a limitar su ritmo. Y puso una presión enorme en el finlandés que aguantó como pudo saliendo victorioso en primera instancia, dejándonos un bonito duelo. Hamilton exprimía sus gomas, pero a la vez obligaba a Bottas a hacer lo mismo. A Valteri algo no le cuadraba. Lewis no estaba ciñéndose al plan planteado por el equipo. En la vuelta 16 paraba y le volvían a poner medios. Mercedes seguía con su plan y Bottas tenía que parar otra vez obligatoriamente. Mientras Hamilton era más rápido en las siguientes vueltas con sus medias usadas que el finlandés con sus nuevas.
SAFETY CAR
En la vuelta 20ª Hamilton todavía tenía algún giro más en sus neumáticos. Y entonces Giovinazzi provocó la salida del Safety Car al salirse a la grava y quedarse empanzado. Hamilton estaba justo en Abbey. Se fue para boxes mientras el resto de rivales ralentizaba su ritmo. Pidió los duros y siguió en primera posición por delante de su compñero. Cuando se relanzó la carrera, Bottas no volvió a verle. De hecho poco más de 20 vueltas después Hamilton tenía una parada gratis sobre aquel. Con 31 vueltas en sus neumáticos usados se permitió asestar la estocada final. Marcó la vuelta rápida con sus duras quitándosela al finlandés. Por mucho que la barba haya hecho milagros, hay cosas que no se pueden asimilar. Si a Bottas le quedaba algo de fuerza mental, esa vuelta rápida se la destruyó.
LA BESTIA
La lucha en las primeras vueltas entre los Mercedes, permitió que el resto de rivales se mantuvieran relativamente cerca. Eso permitió a Verstappen mantenerse cerca de Leclerc. El DRS le hacía recortar pero no intentar pasar por falta de punta. Y si se acercaba un poco más, el de Ferrari se encargaba de tapar un poco y quitarle las pocas opciones que tuviera.
Unas vueltas después Verstappen forzó el ritmo. En la 10 estuvo a punto de lograr el adelantamiento tras varias curvas luchando. Pero Leclerc le dio el primer aviso de que no le iba a dejar pasar ni por lo civil ni por lo militar. En la vuelta 12ª Gasly pasaba a Vettel y Ferrari se vio obligada a parar a Leclerc para protegerle. Verstappen no se lo pensaba y se iba detrás de Charles a boxes, pegados. El mejor trabajo de Red Bull en la parada permitió a Max salir por delante aunque lo hiciera emparejado por el carril de boxes.
Un error de Max, quizá falta de temperatura en sus neumáticos, permitió a Leclerc recuperar la posición. Diez vueltas después de salir de boxes, Max volvía a atacar a Leclerc. En Hangar, Leclerc cubrió casi toda la pista por dentro pero Verstappen encontró hueco y se puso por delante momentaneamente. Pero el de Red Bull iba muy rápido fuera de sitio y tuvo que ceder de nuevo al alargar la trazada Leclerc. Después vino el Safety y ambos pararon de nuevo montando duros. Leclerc tuvo que esperar detrás de Vettel y, de nuevo, salía por detrás de Verstappen.
MIRAR PARA OTRO LADO
Leclerc se lanzó a por Max en cuanto la carrera se relanzó. Charles aguantó el tirón del Red Bull en Becketts y aprovechó el DRS para acercarse lo suficiente para intentarlo desde Hangar. Se emparejó con Max camino de Vale. Le disputó la frenada por fuera y no cedió a pesar de ir por fuera. Verstappen frenó muy tarde para la derecha de Club y se fue largo, Leclerc no quiso perder velocidad y apretó hacia afuera obligando a Verstappen. En un momento ambos coches estaban fuera de pista. Max muy lejos y Leclerc por unos centímetros. Pero Max sacó ventaja de las escapatorias y emergió por delante. Los comisarios podían haber sancionado a Verstappen por ganar ventaja yendo por fuera de pista. Pero hicieron lo correcto. Al fin y al cabo el propio Leclerc también se salió de pista. Tras la lucha maravillosa que nos brindaron, lo mejor era dejarlo como estaba. Miraron para otro lado.
RUMBO PERDIDO
Los problemas de Verstappen con los Ferrari no habían acabado. Tras cazar a Vettel le pasó en Hangar. El alemán se la intentó devolver en la frenada de Vale. Pero calculó mal, o intentó algo imposible, y terminó embistiendo al Red Bull. Cierto es que MAx hizo un mínimo movimiento pero no había sitio por la izquierda. Un error garrafal del que, increiblemente, ambos pudieron continuar. El alemán está en su peor momento de largo en la F1, con una cuesta abajo que viene desde su casi humillación por parte de Ricciardo en Red Bull y agravada desde hace un año en Alemania.
Por su parte Carlos Sainz se vio favorecido por el Safety Car, no había parado, y por el buen trabajo de equipo de Norris que aguantó al paquete. Después el madrileño hizo la suyo manteniendo a raya a Ricciardo de manera magistral. Sigue Carletes a un nivel tremendo en carrera. Si logra subir un escalón en clasificación será la guinda a una temporada de altos vuelos.
Mientras Hamilton se daba un baño de multitudes, Bottas se sentía engañado en cierta manera por la actitud de Lewis en carrera. Había hecho lo que había querido con él. En otro rincón Verstappen miraba a Leclerc. No era Charles el de Austria. Max había despertado a una bestia. Bestia con la que, en condiciones normales, se las va a tener que ver en el futuro. Gracias Max por despertarla en Austria. Aunque para bestia, Hamilton.
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