El Presidente del Barcelona, ese frustrado aprendiz de político independentista que se ha quedado en Presidente -lo que no es poco-, sigue paseando su frustración por el mundo.
Su anti-españolismo le ha llevado a prohibir que sonara el himno de España en partidos de cadetes y alevines del equipo, metiendo a los peques que nada más que quieren jugar al fútbol en mandangas nacionalistas que no deberían irles ni venirles, mostrando así ese catalanismo equívoco y pasado. Me imagino que el frustrado de él quiere que le hagan hueco en algún partido político, en Izquierda republicana-uy Esquerra-. Claro que le puede pasar que en vez de llegar a ser diputado se quede en alcalde para luego despotricar de los extremeños. Es lo que tiene esto. Vamos que tonterías las que queramos.
Siguiendo con su política de catalanismo beligerante decidió, hace pocas fechas, que el equipo no volara más con Air Berlin porque a bordo no se habla catalán. Como la gilipollez se entiende por sí sola no voy a hacer ningún comentario al respecto. Ya que es tan catalanista podía hacer que sólo jugaran catalanes en el equipo. Es la habitual demagogia de estos aprendices de dictadores bananeros. Y eso que la medida le va a costar dinero al club. Eso sí que es novedad.
Pero mira tu que como la pela es la pela, no ha tenido cojones a coger al equipo y traérselo de vuelta de Nueva York sin jugar un sólo partido. ¿Por qué?, porque nada más aterrizar, el Alcalde Bloomberg anunció, no porque llegara el Barcelona no, que iba a aprender español. No parece que para el catalanista resentido de Lapuerta haya mayor afrenta. Pero, la pela es la pela, ¿verdad Juan?. Uy, perdon. Joan. Como se te ve el plomall o el plomer. El plumero vamos.
