Estoy leyendo infinidad de críticas hacia el trazado urbano de Valencia. Y la verdad no me explico del todo las razones.
Lo primero de todo es que no hay que perder de vista que al circuito le quedan 25 días para estar completado. Podéis indagar un poco para certificar el avance tan espectacular que ha tenido toda la instalación en el último mes. Ha sido algo increíble.
Tras ver ayer las carreras que se disputaron, el trazado me parece de aprobado como mínimo. Sólo la pésima y lamentable realización de GT Sport, no hay otra que le vamos a hacer, nos privó de la espectacularidad de muchas zonas, por ejemplo la chicane rápida.
Hubo problemas en una de las juntas del puente que deberán solucionar, insisto en que queda un mes, y con la pista algo sucia. Pero nada muy diferente a lo que te encuentras en Bahrein o Hungría por poner dos ejemplos. Al respecto de los problemas de la junta del puente, en Mónaco este año tuvieron que sacar una bandera roja por una tapa de desague suelta.
Quiero hacer hincapié en que lo principal es la pista y el paddock junto a los boxes. El resto del entorno ya irá mejorando y adquiriendo el ‘glamour’ de los cojones que no sé para que se quiere. Incluso ni sé que significa la palabrita.
Por tanto, aprovechar la cita del Campeonato de F3 y de GT para despedazar al circuito y sus organizadores me parece cuando menos irresponsable. Esta cita está pensada para pulir defectos y detectar anomalías. Y es lo que se está haciendo.
Por mi parte estoy deseando ver a los GP2 y a los F1 jugándosela en la frenada de la última curva con un interior para adelantar.
Las fotos hablan por sí solas de lo bueno, lo bonito y lo que queda por retocar.
