Colocada la pieza principal del puzzle de los movimientos de pilotos, Fernando Alonso en Renault, está empezando a tardar un poco la colocación del resto.
Ralf Schumacher, Giancarlo Fisichella y Heikki Kovalainen, titulares el año pasado están con su futuro pendiente de un hilo.
Su grado de sujección es muy diferente. Mientras Ralf parece absolutamente deshauciado para la F1, loado sea el creador, Giancarlo Fisichella no tiene reparos en postularse sin tapujos para Force India. Si él considera que no es un paso atrás, no seremos nosotros quienes digamos nada al respecto.
El tercero en discordia es el que parece tener todos sus enganches bien afianzados. Heikki Kovalainen. El finlandés se ha quedado sin asiento en Renault no por la llegada de Alonso, si no por la llegada de Carlos Slim y sus millones lo que ha supuesto la imposición de Nelsinho Piquet. Pero el finlandés, representado por Briatore, tiene dos cartas importantes que jugar. Una es McLaren y la otra Toyota.
Cualquiera de las dos generará movimientos colaterales. Si termina fichando por McLaren, y en Woking no parece haber muchos duros disponibles, terminaría con el último tren de Pedro Martínez de la Rosa. Desde el Banco de Santander están presionando mucho para que el de Cardedeu esté al lado de Hamilton el año que viene. Y podría ser la excusa que presentaría McLaren a la Mutua Madrileña para evitar la salida de la aseguradora española del equipo.
Si Kovalainen terminara en Toyota significaría la salida de Jarno Trulli. Y Trulli sí podría ser una pieza apetecible para cualquier otro equipo aunque no haya asientos disponibles.
Otro piloto que sigue en boca de todo el mundo es Adrian Sutil. Parece que Toyota le quiere igual que McLaren, pero Vijay Mallya -nuevo dueño del equipo- se ha descolgado con una petición de más de 10 millones de euros para liberar al alemán. Teniendo a Timo Glock no parece una buena opción para Toyota, pero las decisiones del gigante japonés suelen estar peleadas con la lógica.
Así que todavía hay mucha tela que cortar y un tercer piloto español, Roldán Rodríguez, con alguna opción de subirse al Force India si se produce alguna carambola.
Mientras la euforia en Renault por la vuelta del hijo pródigo es imparable. Por ahí van a empezar a ganar parte del segundo de mejora que aporta un pilotazo como Fernando.
Ralf Schumacher, Giancarlo Fisichella y Heikki Kovalainen, titulares el año pasado están con su futuro pendiente de un hilo.
Su grado de sujección es muy diferente. Mientras Ralf parece absolutamente deshauciado para la F1, loado sea el creador, Giancarlo Fisichella no tiene reparos en postularse sin tapujos para Force India. Si él considera que no es un paso atrás, no seremos nosotros quienes digamos nada al respecto.
El tercero en discordia es el que parece tener todos sus enganches bien afianzados. Heikki Kovalainen. El finlandés se ha quedado sin asiento en Renault no por la llegada de Alonso, si no por la llegada de Carlos Slim y sus millones lo que ha supuesto la imposición de Nelsinho Piquet. Pero el finlandés, representado por Briatore, tiene dos cartas importantes que jugar. Una es McLaren y la otra Toyota.
Cualquiera de las dos generará movimientos colaterales. Si termina fichando por McLaren, y en Woking no parece haber muchos duros disponibles, terminaría con el último tren de Pedro Martínez de la Rosa. Desde el Banco de Santander están presionando mucho para que el de Cardedeu esté al lado de Hamilton el año que viene. Y podría ser la excusa que presentaría McLaren a la Mutua Madrileña para evitar la salida de la aseguradora española del equipo.
Si Kovalainen terminara en Toyota significaría la salida de Jarno Trulli. Y Trulli sí podría ser una pieza apetecible para cualquier otro equipo aunque no haya asientos disponibles.
Otro piloto que sigue en boca de todo el mundo es Adrian Sutil. Parece que Toyota le quiere igual que McLaren, pero Vijay Mallya -nuevo dueño del equipo- se ha descolgado con una petición de más de 10 millones de euros para liberar al alemán. Teniendo a Timo Glock no parece una buena opción para Toyota, pero las decisiones del gigante japonés suelen estar peleadas con la lógica.
Así que todavía hay mucha tela que cortar y un tercer piloto español, Roldán Rodríguez, con alguna opción de subirse al Force India si se produce alguna carambola.
Mientras la euforia en Renault por la vuelta del hijo pródigo es imparable. Por ahí van a empezar a ganar parte del segundo de mejora que aporta un pilotazo como Fernando.